La primera opción de las directivas de la Universidad del Quindío es recuperar el actual semestre académico y, aunque se suspendieron las clases durante varios días de este mes, el rector José Fernando Echeverri advirtió que la mayoría de los estudiantes quieren reanudar sus estudios.
“Lo que podría pasar si se mantiene el paro es suspensión de actividades, cancelación de contratos o cancelación del semestre. Hemos hecho muchas asambleas y de los 27 programas presenciales de pregrado, 22 ya se han reintegrado. Los estudiantes ya están conversando con los profesores, mirando cómo hacen la recuperación y terminar el semestre”, dijo Echeverri.
En una encuesta virtual realizada por la universidad la semana pasada, en la que participaron 7.360 de los 10.667 estudiantes de la modalidad presencial, la mayoría votó por continuar las clases. Aunque el 45 por ciento votó por el cese indefinido, entre el 33.9 que votó por normalidad académica y el 21.1 que votó por la asamblea escalonada con asistencia a clase, suman el 55 por ciento de los estudiantes que desean regresar a clases.
“Si uno hace una lectura de la consulta virtual, la mayoría quiere regreso a clases y es lo que se está evidenciando, pues ya hay 22 programas activos retornando a clases frente a 5 que aún no han decidido hacerlo. Esta encuesta fue un insumo para el consejo superior para tomar decisiones”, señaló el rector.
Cabe recordar que desde el 3 de mayo y tras una asamblea, los estudiantes de pregrado presencial decidieron cesar la asistencia a clases y otras actividades académicas en apoyo al paro nacional. De ahí que el 31 de mayo el Consejo Superior de la universidad suspendió parcialmente el primer período académico del 2021 para pregrado presencial.
No obstante, esta semana el Consejo Académico de la universidad acordó implementar medidas para continuar el primer período académico de los programas presenciales que manifestaron su intención de regresar a las clases.
Los estudiantes y profesores que retornen a clases deberán recuperar entre cinco y siete semanas y este proceso debe ser avalado por el respectivo decano de facultad y director del programa académico.
Daños en la plata física
Tras casi dos meses de paro, se registran daños por unos 200 millones de pesos en el alma máter. Así lo dijo hace unos días el alcalde de Armenia, José Manuel Ríos.
Pero el rector Echeverri señaló que es “muy difícil determinar el valor de los daños, porque todos los días aparecen averías, vandalismo y robos en oficinas. Los daños del 4 y del 24 de mayo (dos de los días de confrontaciones) superaron los 50 millones, y lo de estos días se supera esa cifra. No hemos podido cuantificar porque ellos persisten y están en el edificio de ciencias básicas”.
Desde hace dos semanas, un grupo de unos 17 estudiantes están atrincherados en el edificio de las facultades de Ciencias Básicas y Ciencias Humanas. “No se puede acceder porque no lo permiten y es muy complicado entrar a hacerlo de otra manera que no sea por la vía de la conciliación”, explicó Echeverri, y agregó que “son muchachos de la primera línea, como ellos llaman, y no son estudiantes de la universidad. No hay con quién dialogar, hemos tenido comisiones, pero no hay quién lidere entre ellos, hay un círculo vicioso para dilatar el proceso”.
En un comunicado enviado por estudiantes de la universidad se advierte que “vemos con decepción que la universidad hoy se convirtió en un sitio recreacional para unos pocos, disfrutando de la piscina, jugando fútbol y viviendo como si fuera un sitio vacacional. Un grupo de personas se tomaron las instalaciones, algunos de ellos ni siquiera pertenecen a la institución y están impidiendo que una gran mayoría que desea regresar a clases pueda continuar con sus carreras”.
Uno de los jóvenes del grupo atrincherado en la universidad relató a un medio local que “son personas que no hemos podido estudiar, discapacitadas, que vienen del conflicto armado, del conflicto de la ciudad, de las ollas, de los barrios marginales. Somos un conjunto de jóvenes que quieren salir adelante”.
Finalmente, el rector señaló que esta situación “no es un problema exclusivo de la universidad y le compete también a las autoridades nacionales y locales.
LAURA SEPÚLVEDA
PARA EL TIEMPO
ARMENIA