La Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) ordenó la erradicación de decenas de árboles de aguacate hass que una empresa extranjera plantó en la vereda Espartillal del municipio de Pijao, Quindío, y que estaban generando afectación ambiental en las palmas de cera que crecen en esa zona.
En las montañas de esta vereda se sembraron plantas de aguacate al lado de las enormes palmas de cera. Incluso, según las denuncias de habitantes de la localidad, se quemaron algunos troncos de las palmas para cerrar su ciclo de reproducción e impedir que se multiplicaran en este predio.
Según el director de la CRQ, José Manuel Cortés Orozco, la situación se presenta en el predio Doña Eva donde los árboles de aguacate no respetan la distancia con palmas de cera.
‘’Con apoyo de un dron evidenciamos que hay árboles de aguacate a muy poca distancia de la palma y se encontró una captación ilegal de agua que es usada para actividad agropecuaria y doméstica. En la primera denuncia que tuvimos, en noviembre de 2019, se evidenció que sí había afectación por la quema de palmas de cera, por lo cual enviamos una solicitud a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para saber si son ellos o nosotros los que iniciamos el proceso sancionatorio’’, explicó el director.
Agregó que ‘’amparados en el principio de precaución que nos da la ley, les definimos unas obligaciones a los dueños del predio como respetar la franja forestal protectora de fuentes hídricas que se encuentran en el predio, hacer un proceso de rehabilitación y regeneración de las palmas quemadas, entre otros’’.
Una de las primeras en denunciar esta afectación ambiental fue la directora de la fundación Pijao Cittaslow, Mónica Flórez, quien relató que cientos de árboles talados y montañas casi desiertas es el panorama que se observa en algunas veredas de Pijao. Y advirtió sobre varias hectáreas de cultivos nativos que fueron erradicados para sembrar aguacate hass.
"La situación es preocupante porque la zona declarada como Paisaje Cultural Cafetero por la Unesco empieza a cambiar por el desplazamiento del tradicional cultivo del café por el aguacate hass", relató Flórez.
Y manifestó que también preocupa ‘’el tema del agua con el río Azul que nace ahí y todo está en manos de empresas extranjeras que han llegado y que han ido desplazando al campesino, así digan que no. Estas empresas terminan haciendo pequeños proyectos con un mínimo de inversión social y que no se equilibra con los daños ambientales’’
De acuerdo con las fotografías conocidas por este medio, se evidencian decenas de orificios en las montañas al lado de unas cuantas palmas de cera, e incluso algunas plantas de aguacate crecen cerca de estas palmas, conocidas por su gran tamaño y por ser el árbol nacional.
Las palmas de cera tienen protección especial pues varias investigaciones determinaron hace unos años que están muriendo de viejas y las nuevas plantas tardan más de 50 años en crecer.
El ambientalista Néstor Ocampo explicó que estos cultivos afectan a la palma de cera porque ‘’cortan el ciclo vital de la palma, destruyen el ecosistema del cual la palma forma parte y acaban con otras formas de vida con las que están biológicamente relacionadas, además ya no podrán tener descendencia y son afectadas por los hoyos que cavan a los lados que dañan sus raíces’’.
Este sector está protegido por ser ‘’la parte alta de una cuenca, por Ley Segunda Reserva Forestal Central de Colombia y por ser un Distrito Regional de Manejo Integrado creado por la CRQ. Además, por las normas que protegen la diversidad biológica y la palma de cera’’, dijo Ocampo.
ARMENIA
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