La pianista rusa María Baranova viajó por cuatro ciudades en tres países en busca de una prueba PCR y confirmar su estado de salud ante la pandemia y así poder cumplir con su repertorio en el Cartagena Festival Internacional de Música, donde es una de las artistas invitadas.
La artista. de 33 años, había arribado a Cartagena el pasado lunes 3 de enero en un vuelo directo desde la ciudad de Amsterdan, capital holandesa, para participar en la decima sexta versión del encuentro internacional de música clásica, que copa por estos días la atención en la capital de Bolívar.
Más de 25 horas de vuelo en busca de una prueba PCR
...en menos de 15 minutos la montaron en otro vuelo de regreso a Ámsterdam
Sin embargo, al arribar al Aeropuerto Internacional de Cartagena Rafael Núñez, la famosa pianista recibió una mala noticia por parte de las autoridades de la salud. No podía ingresar a territorio colombiano pues solo contaba con una dosis de la vacuna contra el coronavirus.
La pianista había dado positivo para covid hacía cerca de un año, y meses después se aplicó la primera dosis contra el virus.
En Europa un positivo para covid es tomado como una vacuna más, por lo que la artista ha podido viajar por el antiguo continente y llenar escenarios sin ninguna restricción.
No obstante, para su sorpresa, al arribar a Cartagena descubrió que en Colombia sí exigen las dos dosis, como mínimo, para ingresar al país.
“Nos llamaron porque a esta pianista no la iban a dejar ingresar a Cartagena. Salimos corriendo para el aeropuerto para solucionar la situación, pero en menos de 15 minutos la montaron en otro vuelo de regreso a Ámsterdam”, le relató a EL TIEMPO, indignado, Antonio Miscená, director general del Festival.
Profesionalismo de la artista a prueba de pandemia
Todo esto se hubiera podido evitar si en Cartagena se le realiza la prueba, y, si era necesario, mantenerla aislada en un hotel algunas horas
Para sorpresa de los organizadores del festival, que ya daban como un hecho que la virtuosa pianista no participaría este año, el profesionalismo de la joven artista se sobrepuso al paroxismo que ha generado esta pandemia en la humanidad y dio una lección a todos.
Tras volar 10 horas entre la capital holandesa y Cartagena, casi de inmediato abordó el vuelo de regreso a Ámsterdam para practicarse una prueba de laboratorio que confirmara si era positivo para covid o no.
Una vez obtuvo el resultado negativo, tomó un nuevo vuelo, de casi tres horas, entre Ámsterdam y Madrid, porque no encontró avión directo a Cartagena.
En la capital española se subió a otro avión con rumbo, esta vez, a Bogotá, en un vuelo de 10 horas y media.
“Todo esto se hubiera podido evitar si en Cartagena se le realiza la prueba, y si era necesario mantenerla aislada en un hotel algunas horas”, cuestiona Miscená, quien relató con estupor la aventura de la joven pianista a un grupo de comensales en una de las cenas de gala del festival.
Ya en el aeropuerto el Dorado de Bogotá, Baranova recibió el visto bueno para ingresar sin ningún problema a territorio colombiano y presentar los tres recitales para los que estaba programada en el festival de música culta más importante del país.
El último vuelo, entre Bogotá y Cartagena, lo tomó la tarde del miércoles 5 de enero y arribó, una hora después, justo a tiempo para sentarse frente al piano steinway e interpretar el concierto ‘Dúo y Trío, comparación de colores’, que se llevó a cabo a las 4 de la tarde en la Capilla del Hotel Charleston Santa Teresa.
María Baranova, además de ser una virtuosa ante el piano, le dio una lección al pueblo colombiano de un profesionalismo a prueba de todo… incluso de una pandemia.
Talentosa desde niña
María Baranova nació en 1988 en el seno de una familia de músicos. Comenzó sus estudios de piano a los cinco años. En 2007, se graduó de la Escuela Especial de Música del Conservatorio Rimsky-Korsakov de San Petersburgo. A los diez años comenzó a tocar el piano con su hermano Andrey Baranov. En el año 2000 fue premiada en el «Concurso Mazur de toda Rusia» y comenzó a actuar por toda Europa como solista y con diferentes orquestas. Señala el Cartagena Festival Internacional de Música en su página web.
Recibió el premio al «Mejor Dúo de la Academia de Lausana» en 2008. También fue premiada, junto a Andrey Baranov, en el Concurso Internacional de Dúos en Katrineholm (Suecia) en 2010 y ganó el segundo premio en el mismo concurso en 2014.
Desde 2010 hasta junio de 2015 estudió en el Conservatorio de Lausana donde obtuvo sus dos maestrías con los profesores Marc Pantillon y Christian Favre. Desde 2015 amplía su formación en la «Hochschule der Künste» de Berna.
John Montaño
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
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