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'Que me entierren en Valledupar': la última voluntad de Luis Alfredo Garavito
El cuerpo del asesino en serie aún reposa en Medicina Legal. Nadie lo ha reclamado.
Luis Alfredo Garavito estaba preso desde 2002 y desde hacia varios años padecía leucemia. Por el cáncer perdió el ojo izquierdo. Foto: Cortesía Testigo Directo Editorial
El cuerpo de Luís Alfredo Garavito, conocido como ‘La Bestia’ o ‘El Monstruo de Génova’, aún reposa en las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal de Valledupar.
“Estamos a la espera de los resultados de la necropsia realizados por esta entidad, para conocer las causas de su muerte. Luego se cumplirán todos los protocolos correspondientes para estos casos”, explicó un funcionario de una entidad que lo asistió durante los últimos meses.
El hombre que confesó haber violado y asesinado a más de 200 niños en Colombia, Ecuador y Venezuela, purgaba una condena desde el 12 de septiembre del 2002 en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad, más conocida como ‘La Tramacúa’ de Valledupar, falleció el pasado jueves 12 de octubre en la Clínica Santo Tomás de esta localidad.
Durante los últimos años presentó complicaciones de salud, a raíz de un cáncer de piel y leucemia que padecía, por lo que fue recluido de urgencia a este centro hospitalario.
“A las 11:45 de la mañana lo recibieron los médicos, quienes le brindaron la atención necesaria y lo estabilizaron. Luego lo pasaron a una habitación, pero a la 1:20 de la tarde falleció a raíz de un paro cardiorrespiratorio”, detalló Ciro Pérez Escalante, profesional universitario de la Personería de Valledupar.
Generalmente se negaba a recibir atención médica, pero cuando gritaba del dolor que le ocasionaba este ojo, pedía unas gotas y se le suministraba
Los últimos días ‘La Bestia’, presentó un dolor intenso en el ojo izquierdo, como consecuencia de un cáncer ocular que le deterioró la visión.
“Generalmente se negaba a recibir atención médica, pero cuando gritaba del dolor que le ocasionaba este ojo, pedía unas gotas y se le suministraba. Cuando se complicaba, se remitía a un centro hospitalario, prácticamente que a la fuerza”, recalcó el funcionario.
Su muerte cierra un doloroso capítulo para las familias de sus víctimas y para todo el país que temía su posible salida de ‘La Tramacúa’, lugar donde permaneció alejado de los demás reclusos por petición propia, por temor a sufrir agresiones.
Una fuente le contó a EL TIEMPO que Garavito al momento de su reclusión, pesaba aproximadamente 70 kilos. Luego con los años aumentó a 90, pero al momento de su muerte su gordura se redujo a 40 kilos.
A la izquierda, Luis Alfredo Garavito en una de las últimas entrevistas que dio; a la derecha, una foto de Garavito hace varias décadas. Foto:Cortesía Testigo Directo Editorial-Archivo
Vivía deprimido y en algunas ocasiones, se despertaba a media noche porque soñaba con los niños que había asesinado. Así lo comentó a una persona de su confianza. Le confesó, además, que tuvo revelaciones a través de voces que le indicaban liberar su alma mediante el arrepentirse de sus pecados.
“Dijo que había cambiado, que a algunas personas les pidió disculpas por sus acciones. Descargaba su alma escribiendo en varios cuadernos. Comentó que era un informe completo de su vida para que nadie repitiera sus acciones”, recalcó la fuente.
Que lo entierren en Valledupar
Extraoficialmente se conoció, que la última voluntad de Luís Alfredo Garavito de 66 años de edad, fue ser sepultado en Valledupar. Que la oración durante las honras fúnebres estuviera a cargo del pastor evangélico que lo acompañó durante los últimos años.
De cumplirse su deseo, Garavito sería sepultado en uno de los cementerios donde la Alcaldía de Valledupar tiene convenios con la Diócesis de Valledupar: Jardines del Eccehomo y Cementerio Central.
Cárcel y Penitenciaria con Alta y Media Seguridad de Valledupar, conocida como 'la Tramacúa´. Foto:Inpec
En el primero de ellos, reposan los restos mortales del cantante de música vallenata, Diomedes y su hijo Martín Elías. También de los reconocidos exponentes de este folclor, Rafael Escalona y Kaleth Morales.
En el Cementerio Central está sepultada Consuelo Araújo Noguera ‘La Cacica’, exministra de Cultura, una de las creadoras e impulsora del Festival de la Leyenda Vallenata.
Sin embargo, de acuerdo a los protocolos, será la familia de Garavito la que determine que hacer con su cuerpo una vez haya sido entregado por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Al parecer, un sobrino cercano al prisionero, con quien el detenido mantuvo permanente comunicación durante su reclusión, tiene intenciones de cremar el cuerpo en Valledupar y posteriormente, llevar las cenizas a Armenia (Quindío), tierra natal de Garavito.
“Aunque esa fuera su última voluntad, se hace lo que finalmente determine la familia.
El Inpec entregará el cuerpo a la familia, ellos pueden decidir que hacer. Si deciden enterrarlo en Valledupar, la Alcaldía donará el cajón y será enterrado en alguno de los cementerios en los cuales tiene convenio con la Diócesis”, destacó la fuente.