Violento robo en Santa Marta: delincuente disfrazado de Policía lidera millonario atraco a un carro de valores

La semana pasada, la ciudad se vio sacudida por un violento incidente en una sucursal bancaria que resultó en una balacera, dejando a un delincuente y a un civil inocente muertos. Sin embargo, esto no detuvo a los criminales, quienes pocos días después ejecutaron otro robo al estilo cinematográfico en la capital del Magdalena.

El reciente asalto, ocurrido en horas de la madrugada, fue captado por una cámara de seguridad. En el video se observa la precisa coordinación de al menos ocho delincuentes que atacaron a los guardias de una empresa transportadora de dinero.

Uno de los asaltantes, disfrazado de policía, se acercó sin levantar sospechas al cajero automático donde se depositaba una considerable suma de dinero.

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Al estar a corta distancia del guardia de seguridad, el falso policía desenfundó un arma de fuego. En ese momento, entraron en escena los otros atracadores, quienes despojaron al guardia de su arma y apuntaron a dos trabajadores de la empresa de valores, obligándolos a entregar una bolsa con aproximadamente 300 millones de pesos.

En menos de tres minutos, los delincuentes huyeron sin inconvenientes en motocicletas, en las que eran esperados por otros cómplices. Hasta el momento, no se tienen pistas sobre la identidad o el paradero de los atracadores.

El clima de inseguridad no se limita a los bancos. Este domingo, en horas de la madrugada, un taxista que huía de dos delincuentes en una moto que intentaban robarlo perdió el control de su vehículo y terminó en una cuneta.

Aunque el conductor logró frustrar el robo, estuvo a punto de perder la vida y su automóvil quedó completamente destrozado.

La ciudadanía de Santa Marta está profundamente preocupada por la creciente ola de robos y exige a las autoridades locales implementar estrategias más eficaces y contundentes para combatir este flagelo. La comunidad clama por mayor seguridad y por acciones que frenen la actividad de estas bandas criminales que, cada vez más, siembran el temor y la incertidumbre en la ciudad.