Después de varios días de angustia e incertidumbre, fue liberado el estudiante de contaduría pública, Wilder Rueda Navarro.
El joven de 22 años de edad, fue abandonado por sus captores en el sector La Casona, ubicado entre la vía Ocaña (Norte de Santander) y Río de Oro (sur del Cesar), al parecer, tras una negociación económica con la familia.
“Lo dejaron cerca a la estación de policía. Cuando llegó a este lugar no encontró a nadie, entonces decidió caminar hasta la oficina donde trabaja. Allá se reunió con varios de su familia”, comentó una fuente informativa que por seguridad omitió su nombre.
El estudiante de contaduría pública de la Universidad Francisco de Paula Santander de Cúcuta fue raptado el pasado 25 de octubre por dos hombres armados que lo sacaron a la fuerza de la oficina contable de su hermano, ubicada en la plaza principal de Río de Oro.
Las marcas de su cuerpo reflejan las huellas de un infierno imborrable: rostro demacrado, cabello descuidado, barba crecida, ropa sucia, cuerpo delgado y debilitado.
“Fueron días muy difíciles. Lo movieron por diferentes lugares montañosos. Durante su secuestro prácticamente no comió nada. En ocasiones lo alimentaron con un pedazo de queso y bocadillo. Otras veces, le daban una salchicha enlatada. Se hidrataba con agua”, relató la fuente.
Wilder Rueda Navarro viene de una familia de clase media, ampliamente conocida en Salobre, zona veredal de Río de Oro. Desde hace algunos años viene trabajando en una sociedad de contadores, la cual es liderada por uno de sus hermanos.
“Fueron días de mucha angustia, pero nunca perdimos la fe. Agradecemos a Dios, a la Policía, Ejército Nacional, Gobierno Departamental y municipal, que estuvieron pendientes de Wilder. También nuestra gratitud con los amigos y habitantes de Río de Oro que también fueron solidarios con nosotros”, recalcó un miembro de la familia.
Río de Oro está bordeada por la región del Catatumbo (Norte de Santander), donde según las autoridades operan estructuras del Clan del Golfo, disidencias de las Farc, del Eln y delincuencia común.
De momento, ningún grupo armado ilegal de este sector se ha atribuido el hecho. También se desconoce el modus operandi que emplearon los secuestradores.
“Se presume que pudo ser secuestrado, al parecer, por las mismas personas que vienen extorsionando a la familia desde hace varios meses. Estas personas se identifican como del frente 41 de las Farc”, detalló la fuente.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar