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Armero: se cumplen 37 años de la tragedia volcánica que Colombia nunca olvidará
Ahora, quienes viven cerca del Nevado del Ruiz duermen tranquilos, pero no le pierden el respeto.
Foto: Cortesía Frank Fournier / Archivo Particular
El amanecer del 13 de noviembre de 1985 nadie en Colombia lo olvida. Un día como hoy, hace 37 años, la furia de la naturaleza sepultó bajo el lodo a Armero (Tolima) dejando más de 25.000 personas muertas.
El volcán nevado del Ruiz arrojó gases, materiales y aire atrapado caliente que derritieron un casco de nieve y produjeron una avalancha cargada de agua, piedras, escombros y lodo que descendió incontenible por el cauce del río Lagunilla, para finalizar en la planicie donde existía Armero. La avalancha arrasó finalmente con 4.200 viviendas, destruyó 20 puentes y acabó las vías sin que nada quedara útil.
Así amaneció #Armero el jueves 14 noviembre de 1985, las casas vistas son la parte alta del pueblo, el casco urbano quedó totalmente sepultado pic.twitter.com/Zno8WdgCmm
Murieron personas de Armero, también de Chinchiná y Villamaría, en Caldas. Vidas y rostros que aún permanecen latentes en la memoria de los colombianos.
Esta tragedia, que se recuerda cada que se ve o se oye rugir al ‘León dormido’, sigue intacta en las memorias de quienes vivieron en carne propia la devastación, pero también en la de quienes lo vivieron impotentes a través de las pantallas, los radios, o los periódicos.
Hay muchos recuerdos dolorosos del momento de esa tragedia. Tengo presente, en particular, a un niño a quien me acerqué para entrevistar
“Hay muchos recuerdos dolorosos del momento de esa tragedia. Tengo presente, en particular, a un niño a quien me acerqué para entrevistar. Al aire le pregunté el nombre y no me dijo el suyo, sino el de las nueve personas que vivían con él y el número de animalitos que tenía perdidos. Eso le dio la vuelta al mundo porque era realmente doloroso y conmovedor”, dijo Yesid López, periodista radial que cubrió la tragedia.
Aún, 37 años después, centenares de homenajes a las víctimas, un territorio declarado como campo santo y un nuevo ‘Armero – Guayabal’ asentado metros adelante de donde ocurrió la tragedia, quienes la vivieron la recuerdan con la esperanza de que no volverá a pasar.
“Eso fue una experiencia muy difícil, pero pese al dolor creemos que hicimos todo lo que fue posible. Ahora este es uno de los volcanes más cuidados del mundo, porque nadie quiere que algo así se repita”, señaló Omar Gómez Mejía, quien para entonces se desempeñaba como director de la Defensa Civil en Caldas.
El SGC conmemora los 37 años de la erupción del Volcán Nevado del Ruiz.
De manera especial rinde tributo a las personas que perdieron la vida en la desaparecida Armero y en Villamaría y Chinchiná, solidaridad con los allegados de quienes ya no están y los sobrevivientes. pic.twitter.com/ofgIfb0JGv
Aunque el complejo volcánico del Ruiz es ahora un sitio turístico, abierto al público hasta determinados lugares, no deja de ser aún una amenaza para las veredas y 19 municipios que están en su área de influencia. Al momento, el volcán sigue en actividad de nivel amarillo, presenta inestabilidades y expulsión de gases y cenizas constantes.
Para el momento de la tragedia, el volcán nevado era vigilado, aunque no con los equipos modernos que tiene hoy. Se contaba con solo una estación de monitoreo instalada 120 días antes del desastre, por lo que la información de ese gigante no se tenía en tiempo real y cada mañana había que visitar la zona en busca de los datos del día anterior.
Foto:EL TIEMPO
Hoy todo es diferente, lo que le permite a la gente vivir tranquila: con respeto, pero sin miedo.
El Servicio Geológico Colombiano, a través del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, hace un seguimiento y monitoreo permanente a la actividad del Complejo Volcánico a través de modernos equipos telemétricos (medición a distancia) y multiparamétricos para identificar cualquier alteración en los niveles y estar en capacidad de emitir alertas tempranas.
No podemos predecir cuándo ocurrirá la erupción volcánica, lo que podemos hacer con nuestros equipos -que lo monitorean las 24 horas- es un pronóstico general que traducimos en niveles de actividad
“No podemos predecir el día, la hora ni el mes de cuándo ocurrirá la erupción volcánica, lo que podemos hacer con nuestros equipos -que lo monitorean en tiempo real las 24 horas- es un pronóstico general que traducimos en niveles de actividad. Debemos siempre estar preparados porque cuando ocurra una erupción lo podremos saber, pero podría ser tarde especialmente las zonas más cercana al volcán; por eso cuando se cambie a un nivel naranja, por ejemplo, se deben empezar a tomar medidas como la evacuación”, señaló la directora del Observatorio Vulcanológico Gloria Patricia Cortés.
Como lo explica Cortés, el plan de gestión de riesgo de cada municipio, vereda o asentamiento es diferente y, por ello estar siempre alertas será vital para evitar que una tragedia similar se repita. “Debemos aplicar ese refrán que dice 'soldado avisado no muere en guerra'; eso marcará toda la diferencia", apuntó.
EL TIEMPO Foto:EL TIEMPO
Desde Manizales, donde está ubicado el Observatorio, se coordinan varias actividades que buscan seguir mejorando los sistemas de alerta temprana, no solo para ese municipio sino también para sus vecinos.
La zona rural sería la más afectada en una erupción volcánica, por ello nuestros organismos de socorro cubren las diferentes jurisdicciones y varias veces al año hacen censos de la población
“La zona rural sería la que se vería afectada en el caso de una erupción volcánica, por ello nuestros organismos de socorro cubren las diferentes jurisdicciones y varias veces al año realizan los censos de la población. También hemos desarrollado proyectos con la Universidad Nacional para el sistema de alertas tempranas que será instalado en el río Chinchiná y nos hemos vinculado con el Servicio Geológico y la Cruz Roja en el proyecto volcán Nevado del Ruiz fase uno, donde se realizó la instalación de un sistema alerta temprana en el kilómetro 41 para que las familias puedan evacuar rápidamente en el momento en que se decrete una alerta roja”, mencionó la jefe de la Unidad de Gestión del Riesgo, Alexa Morales.
El alistamiento permanente de los organismos de socorro, las cámaras, los profesionales especializados permiten que los habitantes cercanos al Ruiz duerman tranquilos, mientras su ceniza y el olor a azufre que llega a las calles algunos días les recuerda que sigue ahí, dormido, pero no extinto.