Un turista oriundo de Bucaramanga denunció que mientras disfrutaba con su familia de un día de playa en Bahía Concha, en Santa Marta, le fueron hurtados siete millones de pesos de su cartera.
El hombre dijo estar convencido que quien le robó el dinero fue uno de los meseros que los atendía.
Me dijeron que me quedara quieto porque en esa zona habían muchos paracos
El foráneo calificó su experiencia en este balneario como “una pesadilla”. Su afirmación la argumenta en que no solo lo robaron, sino que también lo amenazaron y se burlaron de lo que le sucedió.
El denunciante responde al nombre de José Miguel Gutiérrez Pinzón, quien junto a otros seis familiares y niños, decidió elegir a Santa Marta para vacacionar.
“La estábamos pasando muy bien. Ya llevábamos varios días en la ciudad recorriendo diferentes playas y lugares turísticos, hasta que decidimos llegar a un balneario del parque Tayrona que nos recomendaron”, cuenta Gutiérrez.
Según el visitante, su primera inconformidad se generó al llegar al lugar y conocer que no podía ingresar con su perro.
Como solución le ofrecieron pagar 60 mil pesos por un servicio de guardería canina que no estaba reglamentado.
Aún así aceptaron pagar por el cuidado del de su mascota y procedieron a alquilar una carpa y solicitar la atención de uno de los restaurantes.
Todo iba bien hasta que decidieron meterse al agua y dejar sus pertenencias en la carpa. Señala José Miguel que de lo lejos vio cómo uno de los meseros se acercó hasta sus pertenencias y luego de permanecer allí por unos minutos se marchó.
La actitud de esta persona no generó ninguna sospecha entre la familia bumanguesa que solo se dio cuenta de lo que había sucedido cuando fueron a pagar los almuerzos que consumieron.
“Revisé la cartera y de inmediato supe que nos habían robado toda la plata. No dejaron nada”, detalla el bañista.
Enseguida decidió ir hasta donde el del restaurante y contar lo que había pasado, pero no recibió la respuesta que esperaba.
“Lejos de ayudarme, dijo que eso no era posible y que cada persona debía hacerse responsable de sus pertenencias”, detalló el bumangues.
En medio de su molestia e indignación, el turista le advirtió que denunciaría al restaurante y su personal ante los entes judiciales.
Ante esta actitud, le dijeron que “me quedara quieto porque en esa zona habían muchos paracos”.
A pesar de lo que él definió como una amenaza, José Gutiérrez decidió acudir a la Policía que también le indicó que no se podía hacer nada porque no habían pruebas de lo que expresaba.
En medio de su indignación, el visitante quiso dar a conocer su caso ante los medios de comunicación para hacer un llamado a los es del parque Tayrona para que intervenga y evite que este tipo de situaciones vuelvan a presentarse.
Manifestó igualmente que aunque tenía planeado quedarse unos días más en Santa Marta, por esta situación adelantó su viaje con su familia de regreso a Bucaramanga.
Por Roger Urieles
Para EL TIEMPO Santa Marta
@rogeruv