Este 29 de septiembre, a través de la plataforma Zoom (desde las 10 de la mañana), Interpat, Afidro y Charles River Associates, realizarán la presentación del estudio ‘Los beneficios económicos de fortalecer el entorno para la innovación en Colombia’.
El evento contará con la participación de Yaneth Giha, presidente ejecutiva de Afidro; Andrew Jenner, director general de Interpat; Tim Wilsdon, vicepresidente de Charles River Associates (CRA); Juan Pablo García, subdirector de Ciencia, Tecnología e Innovación del DNP, y Carlos Felipe Escobar, director de Innos.
Los encargados de revelar los hallazgos de esta investigación serán Tim Wilsdon y Andrew Jenner, quienes al respecto explican que el CRA e Interpat han desarrollado un marco para evaluar el ecosistema de innovación de un país en las ciencias de la vida, con base en áreas como el entorno de políticas, recursos para innovación y actividades innovadoras y económicas.
“Queríamos aplicar esta metodología a Colombia para que podamos identificar buenas prácticas que impulsen un progreso significativo y oportunidades de mejora para fortalecer el potencial innovador”, asegura el Vicepresidente de Charles River Associates.
Y añade que han comprobado que los países que cuentan con una estrategia de innovación predecible y coherente a largo plazo –en los que la educación es elevada y existen oportunidades para que las personas apliquen su aprendizaje a nivel nacional, al tiempo que construyen redes globales– constituyen componentes clave del éxito, al tiempo que señalan que los mercados abiertos también desempeñan un papel importante cuando los inversores e innovadores locales e internacionales reciben un trato equitativo y justo.
A esto suma que los sistemas legales, regulatorios y de propiedad intelectual predecibles, equilibrados y efectivos, que incentivan la innovación, forman un entorno crítico que facilita la colaboración para que tanto las partes locales interesadas como las globales puedan trabajar juntas para impulsar el beneficio social, el crecimiento económico nacional y la competitividad global.
Igualmente, Wilsdon indica que desde hace varios años se han publicado otros estudios de países como Argentina, Brasil y México, pero que este año quisieron hacer una inmersión profunda en Colombia.
Acerca de los principales resultados de esta investigación, Andrew Jenner manifiesta que Colombia se beneficiaría de un plan a largo plazo que fomente la colaboración entre el mundo académico y el sector privado para fortalecer el ecosistema de innovación del país.
“Iniciativas a corto plazo como ‘Colombia Científica’, el ‘Pacto por la Innovación’ y el ‘Pacto por el crecimiento y la creación de empleo en el sector farmacéutico’ han comenzado a abordar este tema, pero se necesitan más iniciativas a medio y largo plazo. Podría haber oportunidades para que el Gobierno, a través del Ministerio de Ciencia o el Departamento Nacional de Planeación, por ejemplo, desarrolle y participe en estrategias que apoyen una mayor colaboración entre el mundo académico y la industria”, precisa el Director General de Interpat.
Capacidad y potencial en Colombia
Para estos expertos internacionales, nuestro país tiene muchos de los factores fundamentales y que son necesarios para tener éxito en el fomento de la innovación biofarmacéutica: un sistema universitario y educativo fuerte, un alto nivel de logro educativo y universidades sólidas, además de que ha priorizado la innovación con políticas que se están desarrollando para garantizar un ecosistema innovador consistente, una base estable para el sistema de salud y varios clústeres regionales de innovación.
Con respecto a las debilidades en materia de innovación que se pudieron identificar en el país, sostienen que a pesar de la capacidad para emprender actividades innovadoras, el nivel de inversión pública y privada en investigación y desarrollo (I + D) es bajo, aparte de que evidencian pocas alianzas y colaboraciones entre los sectores público y privado.
Así mismo, consideran que Colombia tiene amplias disparidades regionales y socioeconómicas en el a la atención médica, lo que disminuye la oportunidad de emprender actividades innovadoras, y no aprovecha adecuadamente su potencial para los ensayos clínicos.
Para ellos, existen debilidades en la coordinación entre los actores relacionados con el régimen de propiedad intelectual, que ha generado incertidumbre. Estas brechas, según dicen, puede llegar a restringir la actividad innovadora en el país, especialmente en términos de menor investigación básica, actividad de ensayos clínicos y aplicación de patentes.
Por eso, anotan que es necesario que exista un compromiso a largo plazo para fortalecer el régimen de propiedad intelectual. Especialmente, creen que el Gobierno debería mejorar la comunicación entre el Invima, como autoridad reguladora, la Superintendencia de Industria y Comercio, lo cual resultaría muy beneficioso.
“Una mejor comunicación entre el Invima y la Oficina de Patentes podría fomentar el desarrollo y la implementación de sólidos mecanismos de vinculación de patentes”, enfatiza Tim Wilsdon.
Mientras que para Andrew Jenner otro tema que, aunque no tiene que ver con la propiedad intelectual en sentido estricto pero que impacta directamente en el ecosistema de innovación, es la ambigüedad en la aplicación de la protección de datos, que crea incertidumbre para la industria innovadora.
“Es necesario reconocer los beneficios de un entorno sólido para la innovación y esto conduciría a una correcta interpretación de la legislación en materia de protección de datos por parte de los institutos públicos, organismos reguladores y gubernamentales, lo que llevaría a Colombia a beneficiarse de una mayor actividad e inversión innovadoras”, puntualiza el Director General de Interpat.