En línea con la tendencia global y conscientes de la necesidad de hacer parte de esta transformación urgente, desde hace más de siete años, Motorysa viene trabajando en su visión de futuro hacia la movilidad sostenible, que más allá de una perspectiva se trata de un propósito de todos con el país, partiendo del compromiso general que se debe tener frente al cuidado del medio ambiente y la protección del planeta.
Así esta compañía –responsable con sus accionistas, con sus empleados y con las generaciones del futuro– se ha trazado una meta ambiciosa y es la de convertirse en uno de los principales jugadores del sector automotor en el plan de electrificación de la movilidad en Colombia (promovida por el Gobierno Nacional), aportando todo el conocimiento de BYD, la marca fabricante de vehículos eléctricos reconocida mundialmente por sus avances tecnológicos y que, desde el año pasado, es su representante en Colombia.
Acerca de los objetivos de la organización en lo que tiene que ver con sostenibilidad, Marco Pastrana, gerente División Motorysa, sostiene que desde el año 2019 la empresa está cambiando su foco para convertirse en una empresa BIC (Sociedad Comercial de Beneficio e Interés Colectivo), al igual que obtener la certificación de Empresa B.
Estos, según él, son avances importantes hacia la sostenibilidad, vista desde una perspectiva de unir su objeto social con medidas que generen impacto positivo en sus empleados, clientes y grupos de interés. Dentro de estas iniciativas, lógicamente se encuentra la visión de movilidad eléctrica, de cero emisiones.
Acerca de cómo se alinean estas iniciativas con las metas del plan de transformación eléctrica que se está adelantando en Colombia, explica que dentro del Plan Nacional de Movilidad Eléctrica presentado por el Gobierno Nacional en el 2019, junto con las leyes y decretos relacionados con los incentivos para la movilidad limpia hacia el año 2030 y subsiguientes, tienen unas metas trazadas.
“Motorysa, como jugador privado y como comercializador de vehículos eléctricos, tiene una visión de estabilidad jurídica en este aspecto, lo que también nos permite poder planear con las casas matrices las inversiones y modelos necesarios para posicionar a BYD y sus otras marcas en estas iniciativas”, precisa Pastrana.
Desafíos en movilidad eléctrica
Para el directivo, en lo que se refiere a los retos de la compañía para lograr convertirse en uno de los principales jugadores del sector automotor en el plan de electrificación de la movilidad en el país, hay uno sencillo, pero de gran responsabilidad: lograr traer al mercado nacional lo último en tecnología, lanzamientos, investigación y desarrollo, modelos dentro de lo disponible en movilidad eléctrica.
“En el año 2020, año de pandemia, recesión, etcétera, Motorysa introduce la marca BYD, integra ocho versiones totalmente eléctricas en su portafolio y abre concesionarios, entre otros”, subraya Pastrana.
Y añade que BYD es un gigante tecnológico con mucha experiencia en la fabricación propia e interna de baterías para celulares, computadores, plantas eléctricas, automóviles, camiones, buses y trenes ligeros. Es decir, el ciclo completo del proceso de fabricación, comercialización, segundos usos de baterías estacionarias, energía solar y disposición (reciclaje) es parte de la misma compañía.
De otro lado, en lo que hace relación a los planes de expansión de Motorysa para llevar a otras regiones del país todo su conocimiento en movilidad eléctrica a través de BYD, el directivo asegura que para inicios de este 2021 se cuenta con cuatro vitrinas / talleres, en cuatro capitales, y que esperan terminar el año con cuatro vitrinas nuevas, que estarán en seis o siete ciudades en el territorio nacional. “Es en esas ciudades donde se concentra el 99 por ciento de las ventas de vehículos eléctricos”, puntualiza Marco Pastrana.
Así pues, Motorysa viene trabajando de manera articulada con todos los actores del sector automotor y de la cadena de suministro (Gobierno, Gremio, empresas generadoras de energía, entre otros), en ese plan de transformación eléctrica del Gobierno, el cual está impulsando la transición a alternativas de transporte de energías limpias y sostenibles.