Conmovedora historia de la primera vez que una joven fue a teatro

Desde las 4:00 de la tarde, Sandra Moreno anhelaba que se abrieran las puertas del teatro, las manos le sudaban, se reía junto a sus amigas y hacía la fila como se lo ordenaban.

Esta joven tiene 23 años, nació en Acandí, Chocó, y era la primera vez que iba a un teatro. Durante dos horas y media revivió su infancia  con el clásico musical moderno de 'La Bella y la Bestia', una producción de la compañía Misi, en acompañamiento con EL TIEMPO Casa Editorial y el Teatro Colsubsidio, de Bogotá.

Sandra subió las escaleras que tenían un tapete rojo mientras seguía a las personas. Se sentó en el segundo piso, estaba lista para la función.

Allí vio la actuación de Felipe Salazar, el protagonista de la pieza por su actuación como la Bestia; Juliana Reyes, quien hace el papel de Bella y estuvo a cargo del diseño de vestuario e imagen de los personajes, y a otros 100 artistas.

Uno de los personajes que más le gustó a Sandra fue la taza de té, interpretada por un pequeño niño. Durante el musical, Sandra aplaudía y miraba asombrada a cada actor. “Ver cómo se movían las escaleras fue muy chévere, estoy impresionada”, cuenta entre risas.

Sandra fue una de los 70 jóvenes que estuvieron en esta función social gracias al Banco de Bogotá y USAID - ACDI/VOCA quienes los llevaron para que vieran los grandes logros que se pueden obtener a través del esfuerzo y de poner en práctica los talentos.

“Queríamos que estos jóvenes conocieran los talentos que tienen los otros chicos y vieran cómo pueden transformar su vida a través de las habilidades, capacidades y de creer en uno mismo”, explicó Fady Villegas Cure, subdirector para la juventud de la Secretaría Distrital de Integración Social.

Hace un mes, Sandra ingresó al proyecto Empleo para la Reconciliación del programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA a estudiar un programa técnico en ‘ center’. Tiene clases de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. de lunes a sábado.

Este proyecto se creó en 2017 y está articulado entre el sector privado, público y la cooperación internacional para mejorar las oportunidades laborales de los jóvenes vulnerables en Bogotá, principalmente en las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Los Mártires. Incluyeron población afrodescendientes, indígenas, víctimas del conflicto armado y LGBTI. Actualmente hay 320 estudiantes que se graduarán de programas técnicos como auxiliar istrativo, auxiliar de cocina, logística, mercadeo y ventas y ‘ center’ con el objetivo de que se vinculen laboralmente en distintas empresas.

“La idea de este programa es que los jóvenes tengan un empleo formal y se mantengan en él”, asegura Paola Paternina, integrante de la gerencia de oportunidades económicas del programa Empleo para la Reconciliación.

Sandra cuenta que estudiar es una oportunidad que le podrá cambiar su futuro. “Me ha parecido una experiencia muy buena porque los profesores nos dan muy buenas clases y nos preguntan si nos sentimos bien”.

La Secretaría de Integración Social abrirá una convocatoria en marzo para que más personas y empresas interesadas puedan participar en programas que fomenten la formación profesional de jóvenes de la capital.

“Para este año la Alcaldía destinó $1.500 millones de pesos para seguir fortaleciendo las líneas de empleo juvenil en Bogotá”. Este año, esperan recibir a 800 jóvenes vulnerables e integrarlos al programa con una oferta de programas técnicos más amplios.

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