En algún lugar de la selva colombiana, en el departamento de Putumayo, un niño toca un violín y se aleja de la guerra, de los grupos ilegales o de la vida azarosa que le puede ofrecer la criminalidad. La anécdota la cuenta con orgullo Natalia García, presidenta de la Fundación Siemens, la cual impulsa el reconocido programa Banco de Instrumentos.
Es un programa que, tras cumplir tres años, llega a los cafés para aumentar el número de donaciones y poder así superar la cifra de 6.000 instrumentos entregados a niños de Colombia, principalmente flautas, violines y violonchelos. La meta es llegar a los 20.000 en un par de años.
Inicialmente, el Banco de Instrumentos estará en 30 tiendas de la marca Café Quindío, donde los consumidores de la bebida podrán hacer sus donaciones -a partir de $10.000- a través de medios electrónicos. “Es una combinación muy colombiana: música y café”, dice Natalia.
La idea, dice Reinaldo García, SEO de Siemens Colombia, es evitar que más menores empuñen las armas y tengan oportunidades de vida distintas y enriquecedoras. De hecho, Ana María Rojas, violinista del Cuarteto Primavera y de la Filarmónica de Medellín, aseguró que a ella y a su hermana Clara, la música les cambió la vida.
Ana y Clara hicieron parte del programa de red de escuelas públicas de Medellín lo que les permitió sobresalir entre los jóvenes de la comuna.
Las tiendas de café donde se podrán hacer las donaciones están ubicadas en Cartagena, Bogotá, Manizales, Tunja, Armenia y Pereira, asegura Laura Moreno, gerente de operaciones de Café Quindío.
La alianza entre la Fundación Siemens y el Café Quindío, la cual permitirá estos recaudos para el Banco de Instrumentos, se oficializó durante un concierto con el Cuarteto Primavera en la tienda que esta marca de bebidas calientes tiene en Usaquén.
En el acto se interpretaron obras como la Danza Húngara de Brahms, el Divertimiento en Fa Mayor de Mozart, Libertango de Astor Piazzola, Bambuquísimo de León Cardona, Mi Buenaventura de Petronio Álvarez y una tanda de villancicos.