Satisfecho de su trabajo y con muchos proyectos en su puerta, el actor mexicano
Édgar Vivar aseguró que ha tenido que trabajar el doble para demostrar su versatilidad en la actuación luego de grandes papeles como
El Señor Barriga o
Ñoño en
El Chavo del 8 (1971-1980).
"El mayor reto ha sido convencer a los productores de que podía hacer cosas diferentes, como los programas se seguían transmitiendo en televisión, me estaba haciendo competencia a mí mismo y lo sigo haciendo", contó Vivar.
Esta fue la primera prueba que el actor tuvo que atravesar y desde entonces entendió lo fundamental que era aprender a reinventarse. "Reinventarnos, no queda de otra", dice Vivar, quien se mantiene activo a sus 75 años y en medio de una pandemia con al menos cinco películas en puerta, participaciones en eventos internacionales de forma virtual o actuaciones especiales en series televisivas.
La más reciente de ellas es la segunda temporada de Mi querida herencia, una serie a la que llegó como invitado especial y que gracias a su carisma y el cariño del público hacia él fue extendida su participación para la segunda entrega y ya se prepara para la tercera.
"Elías Solorio me invitó de una manera cordial de forma aleatoria y el personaje se fue incrustando un poco en todo este universo y ahora parece ser que vamos para la tercera temporada. Me da mucho gusto, más que nada ver que la aceptación del público", asevera Vivar.
La segunda temporada de la serie protagonizada por Paul Stanley y Roxana Castellanos llega a su fin este 21 de diciembre por el Canal de las Estrellas y eso hace que el actor se sienta ansioso de saber cómo evolucionará su personaje. "No es precisamente un juez, es un notario, primero era frío y distante pero parece que empezó a tomar ya partido en la historia, para mi ha sido divertido ir descubriéndolo, estoy a la espera de lo que escribe el autor", dice.
La comedia en televisión
El actor fue parte fundamental del auge de la comedia de la televisión en los años 70 al estar en programas como El Chavo del 8, donde interpretaba a Ñoño y al Señor Barriga o al Botija en Chespirito.
"Es una parte importante definitiva y dorada de mi carrera, los amo, los venero (a los personajes) y ahí están pero es una parte nada más. Por respeto a mí, al público y a Roberto ya no he hecho nada porque el tiempo no perdona", comenta el actor quien se ha rehusado ha revivir a dichos personajes en la actuación.
Sin embargo, su visión sobre la comedia ha evolucionado al igual que los tiempos. En estos momentos de crítica severa sobre lo que es correcto o no hacer en este ámbito, el actor reconoce lo bueno y lo malo de sus primera etapa en la comedia y, a su vez, hace una dura crítica a la actualidad.
"Yo estoy consciente de que algunas de las formas de comedia que se hacían antes ahora en esta época no son políticamente correctas, como hacer bullying a una persona por su apariencia física y que antes era un motivo de hilaridad, pero por otro lado ahora se utiliza un lenguaje que en mi época estaba circunscrito en las letrinas, la letra 'ch' suena no solo para decir el Chapulín Colorado", dice entre risas.
Por ahora, Vivar será parte de series como El junior: El mirrey de todos los capos, la tercera temporada de Mi querida herencia, así como cinco películas más.
Además, el actor asegura que ha dedicado su tiempo libre para escribir un libro de memorias que no planea publicar y que de forma muy oportuna menciona que esa será "la querida herencia" que le deje a su familia cuando ya no esté.
"Lo hice para mí, va a ser mi herencia para mi familia si ellos deciden publicarlo cuando ya no esté será su decisión, he tenido una vida profesional muy linda", termina.
EFE
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