En febrero se celebra al periodismo porque un día 9 se creó el primer periódico. Por eso es un tiempo para celebrar con premios e invitar a que nos autocritiquemos.
LA CELEBRACIÓN. El Círculo de Periodistas de Bogotá recordó a los que se fueron dejándonos de herencia la pasión y el rigor periodístico.
Ahí se destacan dos maestros:
Germán Castro y sus grandes reportajes, libros y enviados especiales televisivos. El otro grande es el pensador, ironista, columnista y dibujante Antonio Caballero. Dos periodistas marca Colombia.
Ya en los premios está el del
Mérito Periodístico para un periodista de toda la vida, lleva 28 años, y ahora es el director de este periódico,
Andrés Mompotes. ¡iración total!
Los otros ganadores fueron en prensa, Juan Felipe Zuleta (El Colombiano); en radio Norberto Vallejo (Caracol); en televisión RTVC (Stephanie Valencia, Jorge Enrique Patiño y Arturo Almanza); en medios digitales Vanessa Quintero y David Ortega (El Espectador); en pódcast Félix Riaño (Caracol); en periodismo universitario ganó la Universidad del Norte (Sophía Cortés, Gabriela Arraut y Rodrigo Falquez); la fotografía fue para Santiago Saldarriaga (EL TIEMPO); en caricatura ganó Zuleta (El Espectador); libro periodístico fue para Gustavo Tatis Guerra (Intermedio).
A todos, felicitaciones. Si ganaron, son los mejores.
Suena muy raro que en televisión RCN, Caracol, CM&, Noticias Uno, City no ganen. Y ahí surge una reflexión si es que se premia el periodismo lento y no se tiene en cuenta al periodismo del día a día, el que cuenta a diario la vida.
AUTOCRÍTICA. Debemos repensarnos. La gente ya no cree en los periodistas ni en los medios. Y no es culpa del internet, tampoco de las fake news. Tal vez sí sea que Facebook y Google deciden lo que es información y lo que la gente debe saber.
También es cierto que los gobernantes y políticos ahora no dan la cara, todo lo dicen (sobre todo mentir) por Twitter. Y es que en Twitter es donde habitan los periodistas y políticos en su club de la pelea.
Antes pasaba algo y se iba a la televisión o la radio, ahora se va a Twitter. Lo paradójico es que los periodistas informan lo que se dice en Twitter y dicen más verdades ahí que en sus medios.
Debemos repensarnos. La gente ya no cree en los periodistas ni en los medios
Hacemos periodismo militante con los amos e indolente con la ciudadanía. Las agendas están muy cercanas a los poderosos. Adoramos a los políticos y sus cinismos, mientras estamos lejanos de los ciudadanos y sus necesidades: el hambre, la educación pública, el medioambiente, la salud...
No estamos comprendiendo qué es lo que mueve la conversación de la sociedad. Deberíamos militar contra el acoso sexual, el machismo, la violencia contra la mujer, por ejemplo.
Los feminismos y el medio ambiente no son especiales de un día, sino los focos para hablar de economía, cultura, justicia, sociedad.
El otro asunto es que estamos haciendo periodismo muy feo en formatos, escritura y modos de narrar. Ya no hacemos artefactos bellos, ni necesarios.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
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