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'Esta huelga es peor que la pandemia': dicen empresarios de Hollywood
Negocios que ofrecen servicios para el cine y series viven una profunda crisis por el paro.
Fran Drescher al frente del Sindicato de Actores de Hollywood. Foto: Etienne Laurent. EFE. EPA
Los dueños de los negocios vinculados a la industria del entretenimiento en Estados Unidos se han visto afectados por las huelgas de Hollywood, que para ellos están siendo peor que la pandemia.
“Estamos en modo de supervivencia”, dice en una entrevista Adrianna Cruz-Ocampo, dueña del negocio de enmarcado U-Frame-It, ubicado en el barrio de North Hollywood de Los Ángeles, una de las zonas más afectadas por el parón debido a la gran cantidad de tiendas que proveen de servicios a las producciones.
Han pasado 14 semanas desde que el Sindicato de Guionistas (WGA) irrumpió con una huelga, y tres desde que el Sindicato de Actores (SAG-Aftra) se uniera al movimiento, sin que se haya logrado llegar a un acuerdo con los estudios que representa la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) para la realización de un convenio colectivo.
Entre las peticiones que ambas uniones demandan está la regulación de la inteligencia artificial (IA), mejoras en las condiciones laborales, así como transparencia de parte de las plataformas con respecto a cómo se calculan los importes de los derechos residuales.
El cálculo aproximado de pérdidas económicas para el país aún ronda los 4.000 millones de dólares, pero la cantidad puede aumentar si el conflicto no se resuelve para finales de agosto.
El cálculo aproximado de pérdidas económicas para el país aún ronda los 4.000 millones de dólares, pero la cantidad puede aumentar si el conflicto no se resuelve para finales de agosto, según confirma el jefe de estrategia global del Instituto Milken de California, Kevin Klowden.
Si bien los de los gremios comienzan a sentir las consecuencias del paro, existen fondos de fundaciones asociadas con los sindicatos que pueden apoyarlos económicamente. Pero los comercios afectados no cuentan con ningún tipo de apoyo. Su patrimonio está desprotegido, algunos ven amenazada su permanencia y los más desfavorecidos ya tuvieron que cerrar sus puertas. La tienda de utilería History for Hire, de Pam Elyea, que ha dado vida a escenarios de películas como La La Land o, más recientemente, Oppenheimer, ha tenido que despedir a la mitad de su personal y ha apagado las luces de su bodega como uno de los últimos recursos para ahorrar en gastos y poder sobrevivir a la crisis.
Una doble huelga no se ve en Hollywood desde 1960. Foto:AFP
La casa de flores Sandy Rose Floral, de Corri Levelle, que se dedica totalmente a producciones de cine y televisión, mantiene petunias, girasoles y lavandas artificiales intactas en cajas y conserva a tres de los nueve trabajadores que diariamente mantenían desordenado su local realizando pedidos. Mientras, Cruz-Ocampo y su familia hacen esfuerzos para diversificar su clientela, pese a que el 85 por ciento de sus proyectos cotidianos estaban relacionados con la industria del entretenimiento.
“La vida nos ha cambiado y lo que lo ha hecho tan difícil es que al fin nos estábamos acomodando después de la pandemia y ahora tenemos una huelga que ha golpeado nuestros negocios de nuevo, cuyas preguntas son más difíciles de responder”, comenta Elyea, quien comenzó su negocio junto a su esposo hace casi 40 años.
La vida nos ha cambiado y lo que lo ha hecho tan difícil es que al fin nos estábamos acomodando después de la pandemia y ahora tenemos una huelga que ha golpeado nuestros negocios de nuevo
Ahorrar en electricidad, recortar personal y diversificar su clientela no ha sido suficiente. Algunos alquileres de los locales alcanzan los 45.000 dólares mensuales, mientras que los negocios a duras penas consiguen generar el 15 por ciento de sus ingresos normales.
“Durante la pandemia había un sentimiento de que todos estaban en el mismo barco, había apoyos del gobierno federal o estatal y préstamos de protección de sueldo. Ahora estos problemas son muy específicos”, menciona Klowden. Además, durante el confinamiento por coronavirus las producciones estaban planeando un regreso paulatino a las actividades y eso brindaba esperanza a los propietarios.
La desaparición de negocios a causa de la huelga no solamente supone pérdidas económicas, sino culturales y de memoria histórica que podrían tener repercusiones en la industria.