A la actriz Ana de Armas no le gusta la calificación por edades que le han adjudicado en Estados Unidos a su última película, "Blonde", sobre la vida de Marilyn Monroe, ya que sólo está recomendada para mayores de 17 años.
"Blonde" recibió una calificación NC-17 de la Motion Picture Association de Estados Unidos a principios de este año debido a "cierto contenido sexual" que incluye el film, según el sitio web de la organización.
Esto significa que la película se recomienda solo para adultos y que nadie menor de 17 años debería entrar en un cine a verla.
En una entrevista con la revista L'Officiel, de la que es portada, la actriz hispano-cubana habla de la personalidad hipersexualizada de Monroe, ya sea como un reflejo de sus propios deseos o de cómo la gente se aprovechaba de ella, algo que el director del film, Andrew Dominik, quiso abordar de frente.
“No entendí por qué sucedió eso”, dice la actriz sobre la calificación. “Puedo hablarte de toda una serie de programas o de películas que son mucho más explícitos, con mucho más contenido sexual que 'Blonde'. Pero para contar esta historia es importante mostrar todos esos momentos en la vida de Marilyn que la hicieron terminar como terminó", "Necesitaba ser explicado. Todos (los del reparto) sabían que teníamos que ir a lugares incómodos. Yo no fui la única", precisó.
Cuando aún ha quedado en el recuerdo la imagen reciente de Ana de Armas convertida en una implacable agente en la cinta de acción 'El hombre gris', ahora la intérprete de origen cubano se mete en la piel de Marilyn Monroe en la nueva producción de Netflix Rubia (Blonde).
Símbolo sexual que escondía un poco una inteligencia feroz, Monroe no solo marcó a generaciones por su belleza, sino que se convirtió en un mito que no estuvo exento de polémicas y de misterios.
Basada en la novela homónima de de Joyce Carol Oates, 'Blonde' reimagina audazmente la vida de uno de los íconos más perdurables de Hollywood, Marilyn Monroe. Desde su infancia volátil como Norma Jeane, pasando por su ascenso al estrellato y sus enredos románticos. Además, desdibuja las líneas de la realidad y la ficción para explorar la división cada vez mayor entre su yo público y privado.
Con información de EFE