En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
‘Me voy a comer el mundo’ llega a Medellín con un episodio especial
La trotamundos gastronómica Verónica Zumalacárregui habla de su experiencia.
La trotamundos gastronómica Verónica Zumalacárregui Foto: Canal El Gourmet
Verónica Zumalacárregui ha recorrido el planeta para probar sus mejores bocados y tatuarse en el alma un pedazo de las culturas que ha conocido en sus recorridos. La periodista española ha masticado parte de la variedad gastronómica de lugares dispares y exóticos y ha devorado platos como la lengua de reno, la sopa de pezuña de vaca o un pedazo de escorpión.
Pero su espacio no se trata de platos extremos, sino de experiencias en las que también caben las delicias más famosas de los más de 70 países que ha recorrido en su travesía televisiva.
Ahora Zumalacárregui se prepara para encarar la típica bandeja paisa, mientras camina por las coloridas comunas de Medellín y estará lista para deleitarse con unos tamales de Marinilla, entre otros lugares de la región. Todo en un episodio especial de Me voy a comer el mundo en la capital antioqueña que se emitirá el próximo 4 de octubre a las 10:30 p. m. por el canal El Gourmet, con repetición el 7 de octubre, a las 7:30 de la noche.
Verónica conversó con EL TIEMPO de la experiencia y de la magia de Me voy a comer el mundo, que la ha convertido en una de las viajeras y foodies más famosas de la televisión.
“Yo no había estado en Medellín antes, pero soy consciente de que ha habido un cambio de realidad en la ciudad y eso se refleja en el programa, vamos a las comunas y vemos su resurgir, y creo que eso se ve muy bien en el programa”, reflexiona Zumalacárregui, para quien la bendición de viajar, comer y vivir experiencias a miles de kilómetros de casa ha tenido un impacto más allá de lo gastronómico.
“A mí lo que me ha aportado Me voy a comer el mundo es que si antes era una persona sin prejuicios, ahora soy incluso mucho más tolerante. Viajar te abre la mente enormemente y eso es lo que creo que me hace más rica, más rica en experiencias porque tengo a unas realidades tan únicas como ir a la Polinesa sa y estar con una familia cuyo padre es pescador y se sumerge 25 metros buceando en apnea y pescando con arpón, para que luego ese pescado que atrapa nos lo comamos en su casa cocinado por su mujer”, explica.
“Como con los campesinos de La Ceja, en Antioquia: tomar la media mañana con ellos fue de lo más especial que grabé de este capítulo con Colombia”, adelanta. No da más detalles de ese encuentro, quiere que la gente lo vea y se sorprenda.
“Lo que más me gusta es vivir los momentos, acercarme a su perspectiva y no juzgar a la gente”, recalca.
Verónica Zumalacárregui, periodista y presentadora. Foto:Tomada de Instagram @vero_zuma
Para ella el sabor del mundo es como un “menú de degustación en un restaurante fusión donde puedes probar desde los mejores y hasta los peores platos (claro: según el gusto), con el poderoso ingrediente del componente humano, que hace que la vivencia, y el mundo en general, sean al final maravillosos”, explica emocionada esta viajera de 35 años que ha logrado exponer una simpatía muy orgánica frente a las cámaras y quien nunca se ha negado a probar una receta por más extraña o arriesgada que parezca.
Lo del componente humano, ingrediente esencial de esa receta que tiene el programa, lo explica muy bien al recordar el encuentro con los colombianos en el episodio antioqueño.
“Lo que tiene Colombia, y lo que me conecta más con vuestro país, es la calidez de la gente. Yo alucino de cómo es de hospitalaria, de atenta, de cómo se dedican al visitante o al turista de la manera más altruista. Desde el rodaje y hasta mi viaje personal a las islas de Providencia y San Andrés, donde la gente no me conocía, me ayudaron a recomendarme, a llevarme de un lado a otro sin nada a cambio. Fue una experiencia supervaliosa. Mientras que de Medellín hay algo que me encanta y son los contrastes. Me fascina ese contraste entre la naturaleza (la ciudad envuelta entre esas montañas verdes) y que en el interior haya un jaleo y un bullicio y una fiesta maravillosa”.
Zumalacárregui tiene una fanaticada muy devota y en sus redes sociales no se encuentran los consabidos haters. “Es cierto: nunca me dicen nada malo, todo son comentarios positivos y, claro, críticas constructivas. Entonces, cuando cruzo el charco y estoy en Colombia, México, Argentina o Perú, que la gente me reconozca es una señal de que estamos haciendo bien las cosas, no solo yo, sino también mi equipo de rodaje en el objetivo de que los espectadores puedan viajar, probar, aprender y mirar con otros ojos esas realidad que son ajenas a través de Me voy a comer el mundo”, dice.
Cuando vuelve a casa y deja las maletas en la sala, reconoce que siempre busca verduras, le encantan, y también es fanática de recorrer los restaurantes de Madrid y estar atenta del crecimiento del circuito gastronómico de la sabrosa capital española
.
“Me gusta hacer cremas de verdura, pescado al vapor horneado y tengo mil antojos. En mi nevera siempre hay jamón ibérico cuando vuelvo de viaje, pero como mucho verde cuando estoy en casa”, confiesa Verónica Zumalacárregui, que adoró un plato con cacao que se frota en las manos antes de comerlo y que se dejó embrujar por la bandeja paisa y, por supuesto, por las ganas de probar más sabores del mundo.