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'K-pop', baile y euforia: así se vive un concierto de Ateez en Bogotá
Pese a la ausencia del vocalista, el grupo se lució al cerrar su gira, el pasado 3 de septiembre.
11.000 fans acogieron al grupo coreano en el Coliseo MedPlus Foto: Luisa Vela. El Tiempo
“Break the Wall!”, “Break the wall!” se escuchaba corear a miles de voces al interior del Coliseo MedPlus. Habían pasado 10 minutos desde la hora prevista para que el concierto comenzara y los fanáticos estaban preparadas para iniciar la fiesta. Gritando fragmentos de canciones como 'Bouncy' y 'Guerrilla', empezó el derroche de energía desde antes de que los integrantes de Ateez aparecieran en el escenario.
Esta agrupación tipo 'boy band' (formato de banda de pop para jóvenes) logró con su decimoprimer álbum corto o EP (extended play), 'The World EP.2: Outlaw', entrar a los más vendidos de la lista Billboard en 2023.
Las luces del coliseo se apagaron. Solo los 'lightsticks' (pequeñas varas luminosas) que las asistentes agitaban en el aire iluminaban el espacio. Los gritos aumentaron cuando las pantallas se encendieron con los rostros de los ocho integrantes del grupo: Hongjoong, Seonghwa, Yunho, Yeosang, San, Mingi, Wooyoung y Jongho. Este último, a pesar de ser el cantante principal, no asistiría esa noche debido a una lesión.
La euforia aumentó cuando los reflectores azules y rojos se dirigieron al escenario. Siendo las 8:12 p.m., empezó la última fecha en Latinoamérica de la gira mundial 'The Fellowship: Break the wall', la tercera en la historia de la banda.
La noche del 3 de septiembre, el grupo de la compañía KQ Entertainment convocó una ola de negro, rojo y blanco a la capital. Los asistentes, casi uniformados con los colores que predominaron entre sus atuendos, se vistieron acorde al concepto creativo de Ateez: los piratas del K-pop.
'Atiny': rompiendo el muro
Desde horas de la madrugada, las afueras del Coliseo fueron el escenario para que la fanaticada se preparara para el espectáculo. Cientos de seguidores se agruparon para hacer fila durante más de 15 horas hasta que las puertas se abrieron a las 6 p.m. en graderías y 6:30 p.m. en platea.
Sara Florián, fanática desde cuando la banda hizo su debut en la industria en el 2018, llegó a la fila a las 3 a.m. Aseguró que, a pesar de que hubo problemas de organización en el ingreso a la zona de platea, la calidad de la presentación y el buen comportamiento de los asistentes compensó las fallas.
“Ese momento en el que ves que están ahí sobre el escenario hace que cualquier mal rato que hayas pasado en la fila valga completamente la pena", afirmó.
Durante la espera, los Atiny, como se hacen llamar los seguidores del grupo, aprovecharon para intercambiar fotografías de sus favoritos, practicar las coreografías de las canciones y terminar de afinar los proyectos de los fans -una serie de actos en conjunto que se hace como regalo para los artistas-.
Los proyectos consistieron en una bandera de luces con los colores de Colombia, el uso de un pañuelo o bandera roja durante la canción 'HALA, HALA' y de la silueta de una mariposa amarilla durante 'Turbulence'.
Uno de los proyectos preparados por las fanáticas fue recrear con luces la bandera de Colombia Foto:Laura Nathalia Quintero. El Tiempo
La primera canción de la noche fue 'Halazia', del sencillo 'Spin off: From the Witness'. Con esa entrada, Ateez dió inicio a una noche llena de potencia. Las coreografías sincronizadas, la capacidad física para cantar y bailar sin fatigarse, y una presencia arrolladora en el escenario indujeron a los asistentes a bailar y gritar sus canciones junto a ellos durante tres horas.
Un universo conceptual que habla de "anarquía y rebelión"
Desde su debut, Ateez ha ofrecido la idea de que hablan de rebeldía. “La narrativa es muy antisistema, muy anárquica frente a una industria que es muy homogénea. Buscan romper el sistema con su música”, explicó Laura Avellaneda, quien lleva 7 años siendo fanática del 'k-pop' y es exdirectora de 'K-point', un programa radial enfocado en la cultura coreana.
Durante el concierto, canciones como 'The Ring', 'Win', 'Wonderland', 'Horizon' y 'Thanxxs' ilustraron la propuesta del grupo a través de las coreografías y ritmos, fuertemente influenciados por el 'trap', el 'rap' y el 'triphop'. Banderas que aludían a la anarquía, luces con tonalidades rojas, imágenes de tormentas y visuales que ilustraban a los artistas en el mar o en medio de una ciudad destruida, permitieron que los asistentes se transportaran al universo que la banda ha planteado desde sus inicios.
Sin embargo, los siete jóvenes también lograron conectar con su público a partir de canciones más lentas como 'Dazzling Light' y 'Celebrate', en las que reemplazaron el despliegue de baile y luces por micrófonos fijos, cubiertos de flores y ropa con tonos pastel.
A la mitad de la noche, los artistas invitaron a algunos fanáticos a bailar con a ellos la canción'Bouncy (K-hot chilli peppers)', de su ultimo mini álbum ‘The World EP.2: Outlaw’, estrenado en el mes de junio. Tres 'atinys' de la sección de platea fueron los elegidos para bailar junto a los del grupo el coro de la canción, mientras eran trasmitidos en las pantallas del coliseo.
Los esfuerzos por establecer el 'k-pop' en Colombia
A pesar de que 11.000 fanáticos acogieron al grupo coreano, el recinto del Coliseo MedPlus no se llenó en su totalidad, pues tiene una capacidad para 24.000 personas.
Algunas de las seguidoras presentes en el concierto comentaron en entrevista con EL TIEMPO que no eran fanáticas de la banda específicamente, sino del 'k-pop'. Esperan que, con su presencia en el evento, se logre sentar un precedente para el futuro del género y que el apoyo a esta agrupación motive a las empresas de eventos colombianas a apostar por él.
Hacia las 11:00 de la noche, el evento terminó con pequeños discursos de los siete artistas, quienes agradecieron a los 'atiny' por su energía, y aseguraron sentirse honrados por terminar su gira en Bogotá.
Hongjoon, líder de la agrupación, concluyó diciendo: “Hoy me he dado cuenta de que el otro lado del mundo está muy agradecido y feliz y me gustaría agradecerles. Lamentablemente, Jhongo no nos acompaña, pero en la próxima vez prometo que vamos a estar con él”.
Después de 20 canciones, los asistentes vitorearon por última vez al grupo. Sin embargo, antes de que las luces se apagaran, sorprendieron a los fanáticos con una última canción. Esta vez, sin coreografía ni un gran montaje escénico, cantaron 'The Real' en conjunto con los asistentes. Papeles de varios colores cayeron desde el techo del recinto y los artistas se retiraron dejando un mar de gritos a sus espaldas.
Minutos después, y a pesar de que las luces ya habían vuelto a encenderse, la noche finalizó con cientos de voces coreando “¡Break the wall! Break the wall!”, lo que hizo retumbar nuevamente el interior del Coliseo.