Jamming, ¿un caso similar al Fyre Festival en Bahamas?

El aplazamiento del Jamming Festival, que estaba programado para el puente festivo del 19 al 21 de marzo, ha sido uno de los temas de conversación de este viernes en el país. La razón: se trataba de uno de los eventos masivos musicales más importantes del primer semestre del año en Colombia.

(En contexto: Jamming Festival: organizadores confirman aplazamiento del evento)

Unos 94 artistas estaban programados para presentarse en Playa Hawái, en Ibagué. Las pérdidas por el anuncio a menos de 24 horas del comienzo del festival se calculan en millones de pesos. Hotelería, emprendimientos, transportes, hospedaje y logística son los sectores más afectados. 

En redes sociales se ha conocido las historias de personas que invirtieron ahorros y pidieron préstamos para poder estar en la décima edición del evento. También se registró cómo turistas de países como Ecuador, Bolivia, Perú, México y Argentina llegaron en las últimas horas al país, pero terminaron 'varados' ante la noticia dada a conocer por la Alcaldía de Ibagué.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) informó que había estado haciendo vigilancia al evento organizado por Buena Vibra Eventos y que les había dado un plazo de dos días, a partir del pasado martes 16 de marzo, para que les informaran a los consumidores los detalles de las modificaciones en las presentaciones de los artistas y las soluciones para quienes no aceptaran las nuevas condiciones del evento. Y señaló que en caso de incumplir, se podrían estar exponiendo a multas de hasta 2.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

En la noche, esa entidad informó las determinaciones sobre el hecho: abrir investigación istrativa por incumplimientos, ordenar el cese de cualquier promoción sobre el evento para el 2023 y trasladar todas las denuncias recibidas a la Fiscalía General de la Nación.

Además, el supeintendente Andrés Barreto comunicó que se ha "librado de requerimientos a la empresa Operaciones y Servicios Turísticos S. A. S., propietaria de Playa Hawái, donde presuntamente se iba a llevar a cabo el evento, y a la Alcaldía Municipal de Ibagué".

La organización del Jamming publicó un primer comunicado minutos después de que el país conociera la situación del evento. Señalaron que el aplazamiento se debió por causas de "fuerza mayor" y no entregaron más detalles. Horas más tarde, en otro documento publicado en redes sociales, pidieron disculpas al público y explicaron cómo devolverán el dinero de las boletas.

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Lo sucedido este viernes 18 de marzo pasará a la historia como una de las grandes sombras en la industria musical colombiana. El aplazamiento y la suspicacia en torno al evento perjudica la reputación de la marca que había logrado posicionarse en la última década.

Pero este no es el primer evento que se aplaza en el país. De hecho, esta situación es muy normal y pasa en todo el mundo, sobre todo en tiempos de pandemia. En marzo de 2020, por ejemplo, con las primeras restricciones por la emergencia sanitaria, se aplazaron y cancelaron varios eventos, incluido el Jamming Festival, el Festival Estéreo Picnic, la Feria del Libro de Bogotá, el Carnaval de Barranquilla y conciertos como Billie Eilish, Enrique Bunbury, Maroon 5, Rata Blanca, Cristian Castro, Alejandro Sanz, entre otros. 

En redes sociales, s han comentado sobre la relación que existe entre el Jamming Festival y el Fyre Festival. Desde que se conoció el cartel con más de 100 artistas, hace unos meses, varios analistas opinaron que podría repetirse lo que sucedió en el mencionado evento. ¿Cuál es la historia detrás?

El Fyre Festival fue un evento musical que estaba planeado para realizarse durante dos semanas, entre el 28 de abril y el 7 de mayo de 2017, un una isla privada de Bahamas. Muchos lo catalogaban como el 'festival de la década'. Incluso, se aseguraba que podía superar a otros festivales reconocidos como Coachella y Burning Man. 

El anuncio del evento se había hecho unos cinco meses antes. Las boletas se agotaron en cuestión de horas. Medios internacionales reportaron que los precios oscilaban entre los 1.000 y 12.000 dólares, y los paquetes 'todo incluido' llegaban a los 50.000 dólares. Se prometía comida de autor, villas lujosas, influenciadores digitales reconocidos, bebidas alcohólicas costosas, embarcaciones privadas, y hasta se prometía lanzar una nueva plataforma para el 'booking' de artistas. Estaba organizado por el rapero Ja Rule y el estadounidense Billy McFarland.

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El problema se dio cuando, días antes del evento, personas que llegaron a donde se iba a realizar el festival compartieron a través de redes sociales cuál era la realidad: el lugar era un lote de tierra sin construir muy cerca de un resort de lujo; el alojamiento exclusivo era en carpas y la comida era sándwiches con lechuga y queso.

Blink-182 fue una de las primeras bandas en cancelar su asistencia a través de su cuenta de Twitter, algo similar a lo que ocurrió con Black Eyed Peas en el Jamming Festival de este año. Entre la lista de agrupaciones prometidas estaban Major Lazer, Disclosure y Tyga.

Los organizadores del evento emitieron un comunicado en el que informaron que por "circunstancias ajenas, la infraestructura no estaba preparada" y aplazaron el evento sin darle una fecha a los que habían adquirido las boletas. También, las autoridades de Bahamas salieron a disculparse por lo sucedido.

Algo que trascendió y que volvió a este caso en un hito negativo en la producción de espectáculos fue la estrategia de mercadeo detrás. Famosos y supermodelos, como Bella Hadid, Hailey Baldwin, Emily Ratajkowsi, Rose Bertram y Kendall Jenner promocionaron el evento en sus redes sociales. Según el diario El País, los contratos con estas personas habrían superado los 2.000 euros. 

Las pérdidas económicas por este evento que nunca sucedió fueron millonarias. Tras lo sucedido, a los organizadores les llegó una demanda colectiva por unos 100 millones de dólares en mayo de 2017.

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Según 'BBC Mundo', que cita al fiscal que llevó el caso, a McFarland, de 25 años en ese momento, se le acusó de haber presentado datos falsos a inversionistas para "convencerlos de que inyectaran 1.200 millones de dólares en un emprendimiento". Y agrega: "McFarland mintió sobre los ingresos de su empresa en 2016 y falsificó información sobre sus fondos personales".

A McFarland lo inhabilitaron judicialmente para participar en empresas con cotización en bolsa y lo condenaron a seis años de cárcel, luego de haberse declarado culpable por fraude.

Este hecho fue documentado por las plataformas Hulu y Netflix. El rapero Ja Rule salió mejor librado. Un juez del distrito sur de Nueva York (EE. UU.) emitió una decisión en la que dijo que no se pudo probar que el cantante promocionó de forma directa la compra de boletas para el festival. En el último año se conoció que aprovechó la situación para vender NFT con imágenes de lo sucedido por más de 120.000 dólares.

¿Una coincidencia? Lo que sucedió con la décima edición del Jamming Festival aún no tiene una luz clara con respuestas que puedan justificar el aplazamiento. Si bien, no se prometían 'lujos', ni hubo promoción de influenciadores o celebridades como el Fyre Festival de 2017, sí estaba en juego un cartel de un centenar de artistas, entre nacionales e internacionales, y una oferta transversal de servicios, como había ocurrido en años anteriores. Los organizadores aducen que todo se causó por la cancelación de las agrupaciones, pero ahí surgen más preguntas: ¿qué pasó con los contratos y los anticipos? ¿Por qué todo se convirtió en un efecto dominó y varios decidieron no asistir cuando el planeta está en reactivación tras dos años de pandemia? ¿Qué fue lo que ocasionó el freno rotundo cuando, como se asegura en el comunicado, había un montaje del más del 90 por ciento?

Las pérdidas por la no realización del evento se calculan en al menos 20.000 millones de pesos, según estimaciones de empresarios. Al menos 12.000 camas estaban reservadas en Ibagué, aseguran desde el sector hotelero. Comerciantes, vendedores de comidas y proveedores tenían todo preparado. 

Si bien las autoridades anunciaron las primeras determinaciones sobre el asunto, se espera que en los próximos días se conozca de qué forma se pueden hacer las reparaciones por los perjuicios ocasionados y los resultados de las investigaciones sobre lo que sucedió. No obstante, para varios expertos, esto no podría tener una solución en el corto plazo.

DAVID ALEJANDRO LÓPEZ BERMÚDEZ*

EL TIEMPO

En redes: @lopez03david

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