En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

José Hernández, el campesino que alcanzó las estrellas

Se estrenó 'A millones de kilómetros', cinta sobre inmigrante mexicano que llegó a ser astronauta.

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Hay historias reales que superan ampliamente cualquier ficción… la vida de José Hernández es una de esas historias. Sus padres, Julia Moreno y Salvador Hernández, nacieron en Michoacán y cada época de cosecha viajaban a California para trabajar en labores de recolección de frutas y verduras. Esa es la vida de muchos mexicanos que cada año viajan al país vecino para trabajar en el “circuito California”, cosechando frutas y verduras a lo largo de todo el estado. El trabajo de los mexicanos en los Estados Unidos es tan digno como duro.
En uno de esos viajes a cosechar en Estados Unidos nació José, y el pequeño, como cada hijo de una familia migrante, ayudaba con las cosechas. Un día, a los 10 años soñó con algo grande: él quería ser astronauta. Parecía un sueño inalcanzable, pero gracias a una profesora que lo apoyó, a una familia que lo sostuvo y a mucha tenacidad y trabajo, José Hernández se convirtió en el primer campesino en viajar a las estrellas.
Se encontró con muchos obstáculos, pero Hernández se empecinó en lograr su cometido. Estudió ingeniería y fue rechazado 11 veces por la Nasa. La duodécima vez fue la vencida. En el año 2009, con 47 años, Hernández le cumplió el sueño a ese niño de 10 años que, entre cosechas de maíz y fresas, sorprendió a todos diciendo que algún día iba a viajar a las estrellas.
Su historia es digna de una película… y así mismo pensó Prime Video, que hace unos días lanzó A millones de kilómetros, el filme que cuenta la bitácora de Hernández.
Hablamos en exclusiva para Colombia con el ahora exastronauta.

¿Cuál es su sensación cuando ve la película? ¿Cuando se ve desde afuera?

Desde los 10 años, quería ser astronauta, pero por razones egoístas: yo quería ir al espacio y ya.
Bueno, es algo bastante interesante. La veo y siento que no puedo creer que mi vida sea proyectada en la pantalla grande. Cuando yo estaba creciendo, mi meta jamás fue decir: “Espero crecer algún día para que hagan una película de mi vida”. Esa no era mi meta. Yo, desde los 10 años, quería ser astronauta, pero por razones egoístas: yo quería ir al espacio y ya. Pero cuando me seleccionaron, me di cuenta de que los medios se habían interesado mucho en mi historia, en la historia de un campesino que logró llegar a ser astronauta. Y la verdad es que ahí me di cuenta de que me había convertido, de un día para otro, en un modelo por seguir.

¿Y qué decidió hacer con eso?

Pues me tomé ese papel en serio. Cuando me salí de la Nasa empecé a dar conferencias de motivación, escribí unos libros y luego llegó la oportunidad de que se hiciera esta película. Gracias a la película, esta historia les puede llegar a cientos, a miles, a millones de personas. La película se puede ver en 240 países… y eso es muy emocionante.
Cartel promocional de la película de Amazon Studios sobre el astronauta, con la imagen del protagonista, Michael Peña.

Cartel promocional de la película de Amazon Studios sobre el astronauta, con la imagen del protagonista, Michael Peña. Foto:FOTOS: AMAZON STUDIOS

Usted estuvo persiguiendo un sueño durante más de 30 años y un día, finalmente, lo consiguió. ¿Cómo se sintió después? ¿Luego de la felicidad hubo tristeza? Debe ser difícil la vida después de conseguir el gran objetivo…

Yo creo que cuando uno logra una meta tan grande es un momento bisagra. Mi objetivo era un objetivo que empecé a soñar a los 10 años y no fue hasta que tenía la edad de 47, es decir, 37 años después, que ese sueño se realizó. Uno llega al espacio, regresa y dice, bueno, ¿y ahora qué? Mi sensación era que ya había conquistado mi Mount Everest, que ya había llegado a lo más alto y era inevitable preguntarse ¿y qué hago ahora?

Y, entonces, ¿qué pensó?

Creo que lo que me aterrizó bien es que mis hijos estaban en una edad en la que me necesitaban. Entonces esa fue mi siguiente meta: dedicarme a mis cinco hijos y asegurarme de que me entregaran una carrera profesional, en lo que ellos escogieran. La carrera que ellos quieran, pero una carrera. Ese era, siempre ha sido mi requisito. Entonces el reto hoy para mí es sacar la familia adelante, y ¡vaya que el reto es un reto grande! Pero también lo estamos logrando.

Viajemos al pasado, a ese momento mágico en 2009. ¿Qué sintió cuando se asomó a la ventana y, finalmente, vio el espacio?

Gracias a la película, esta historia les puede llegar a cientos, a miles, a millones de personas.
Las palabras no le hacen justicia a lo que uno siente. Pero te puedo describir la primera vez que vi nuestra Tierra. Acabábamos de llegar al espacio y estábamos en órbita dándole vuelta al mundo. Le dábamos la vuelta al mundo una vez cada 90 minutos. Y en la primera vuelta me mantuve en el asiento como ingeniero de vuelo, me tocaba estar con los pilotos preparando la nave convertida de un cohete a una nave espacial. Y entonces, cuando terminamos de dar esa vuelta y estábamos volando, orbitando sobre Norteamérica, me quité el cinturón, empecé a flotar, me empujé contra la pared y fui a la ventana, haciendo mi mejor personificación de Supermán (risas).

¡¿Y entonces?!

Llegué a la ventana y solo puedo decirte: una maravilla nuestro planeta. Una belleza. Y acá viene la parte más linda, pude identificar Canadá, Estados Unidos y México. Pero lo que se me hizo tan hermoso es que no podía distinguir dónde terminaba Canadá e iniciaba Estados Unidos, dónde terminaba Estados Unidos e iniciaba México. Y ahí pensé: ¡wow! Tuve que salir de este mundo para llegar a la conclusión de que las fronteras son un concepto creado por el ser humano, diseñado para separarnos. Y qué triste porque desde mi perspectiva, desde allá arriba, somos solo una raza, la raza humana. Y me gustaría que los líderes del mundo pudieran tener este momento de reflexión porque te aseguro que, si lo entendieran, no estaríamos teniendo los problemas que tenemos en Ucrania, en Rusia, Corea del Norte y del Sur, Taiwán y China. Ese fue un momento muy, muy bonito para mí… fue un momento de reflexión.
¿Qué aprendió en el entrenamiento de la Nasa que le ha servido para su vida?
Aprendí a conocerme a mí mismo y a tener fe en mis capacidades. Muchas veces crecemos en un ambiente donde se espera muy poco de nosotros. No tienen confianza en uno y ver y escuchar eso tantas veces hace que uno empiece a comprar ese concepto. Y no es así. Y entonces lo que yo aprendí es que uno es fuerte y uno tiene la capacidad, no más hay que esforzarse y ponerse las pilas y hacer el trabajo.

¿Cuántas veces se cansó y dijo: “Quiero dejar esto”, aunque no lo haya hecho?

Bastante veces, pero ¿sabes lo que hago cuando me pasa eso? Me dejo llevar por esa idea hasta que se enfríen las cosas y luego ya recapacito y digo: “A ver, ¿cómo que te vas a abandonar?”. Entonces ya como que mi propio ego se pone en medio y entonces digo: “¡Lo hago porque lo voy a hacer!”.

Para usted, ¿qué no podía faltar en la película que acaba de estrenarse?

No podía faltar la receta de mi padre. Por otro lado, era muy importante la visita de Miss Yang, porque esa visita cambió completamente la trayectoria de una familia. Y luego, necesitaba que se mostrara el momento en el que, ya después del sexto rechazo, yo estaba tirando la toalla. Porque ahí llegó la pregunta que me hizo mi esposa y que fue fundamental, porque yo nunca lo había pensado así. Ella me preguntó ¿qué tenían los demás, los que habían llegado al espacio, que yo no tuviera? Y, entonces, eso me hizo reflexionar y ponerme a investigar qué es lo que los demás tenían. Ahí fue cuando entendí que tenía que ser piloto, que debía certificarme en buceo y que estaba obligado a aprender otro idioma. Esas son las tres partes fundamentales que, para mí, tenían que estar en la película.

¿Hubiera hecho algo de otra manera?

No. No me arrepiento de nada. Hubiera hecho todo tal cual lo hice. No hubiera hecho nada diferente porque todo tenía su propósito. Todo era parte del plan. El primer proyecto que trabajé fue la elección que me tocó hacer entre tres proyectos. Yo escogí el proyecto donde estábamos mandando cosas al espacio. Yo escogí el trabajo de ir a Rusia porque sabía que entonces ya podía justificar poner un maestro de ruso y aprender ruso mientras estuviera viajando a Rusia. Entonces, todo estaba, como decía el Chapulín Colorado, fríamente calculado (risas).

STS-128: misión para estudiar la microgravedad

José Hernández fue miembro de la tripulación del transbordador Discovery. Es el tercer astronauta de origen latinoamericano en ir al espacio, después de Arnaldo Tamayo Méndez (Cuba) y Rodolfo Neri (México). La misión en la que participó se llamó STS-128 y se lanzó el 28 de agosto de 2009. Fue una misión a la Estación Espacial Internacional. El Discovery llevaba un módulo logístico multipropósito que contenía una colección de experimentos para estudiar la física y la química de la microgravedad. Durante la misión se llevaron a cabo tres caminatas espaciales. Hernández estuvo 14 días.
ÚRSULA LEVY
Para EL TIEMPO
@Uschilevy

Más noticias A Fondo

Sigue toda la información de Cultura en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales