A diario, muchas personas buscan diferentes métodos para bajar de peso, como implementar una dieta especial o ejercitarse. Sin embargo, la técnica de Brenda Finn, quien dejó a un lado las redes sociales para perder unos cuantos kilos, probablemente no se había tenido en cuenta antes.
Finn, de 33 años, trabaja como fabricante de velas en Londres (Reino Unido).
La mujer aseguró, para el medio 'South West News Service', que, aunque "siempre había sido un poco gordita", desde 2016 comenzó a subir mucho de peso, alcanzando las 217 libras (98 kilogramos), en agosto de 2020.
Y no solo eso, pues en esa misma época fue diagnosticada con alopesia, es decir, se le empezó a caer el cabello.
Fue difícil despedirme de mis redes sociales, pero fue la mejor decisión que tomé
"Recuerdo que me miré al espejo y pensé 'oh, mier..., ¿cómo me he vuelto tan grande?'" , dijo Finn a 'SWNS'.
Fue en ese momento que decidió hacer un gran cambio en su vida y comenzó a hacer ejercicio en casa. No obstante, se dio cuenta de que necesitaba cambiar su dieta y, para ello, tenía que borrar su cuenta en Facebook y las demás redes sociales.
“Ese fue un punto culminante para mí, fue difícil despedirme de mis redes sociales, pero fue la mejor decisión que tomé”, aseguró Finn.
¿Por qué tomó esta decisión?
Según la mujer, la cantidad de comida que veía a diario en Facebook e Instagram no la dejaba concentrarse en perder peso.
“Al desplazarme hacia abajo en mi 'feed', veía un sinfín de pasteles, helados, bebidas azucaradas y pizzas. Era un mensaje subliminal constante que me decía que fuera a tomar un refrigerio", manifestó Finn.
"Cuando me di cuenta de que Facebook e Instagram eran distractores en mi proceso, me desconecté de todo", agregó.
Según el relato de Finn, desde que dejó la redes sociales empezó a ver los resultados.
“Había luchado para perder incluso un par de libras antes, pero tan pronto como abandoné las redes sociales, vi que el peso disminuía”, dijo.
El primer gran cambio que notó ocurrió en mayo de este año, cuando se miro al espejo y "realmente reconocí la pérdida de peso y lo que había logrado, y se sintió increíble".
Finn, hasta el momento, ha perdido 80 libras (36 kilos), y espera perder un poco más de peso los próximos meses.
“No puedo creer lo bien que me siento, estoy más en forma, como una dieta saludable y me siento mucho más viva. (...)”, dijo Finn, sobre su cambio de estilo de vida.
"Esto ha cambiado totalmente mi forma de pensar hacia la comida, el ejercicio y mi cuerpo. Ahora, me despierto todos los días y me siento tan ligera y viva; nunca antes me había dado cuenta de que me sentía pesada, pero mirando hacia atrás, me siento como una persona diferente", agregó.
Más noticias
ELTIEMPO.COM