¿Cómo saber si estoy comiendo más azúcar de la que debería? Así puede detectar el exceso de dulce en su salud

Es normal que en el transcurso del día las personas tengan un antojo de comer algo dulce, aunque esta practica parezca inofensiva en algunas ocasiones se llega a comer exceso de azúcar, algo que podría afectar gravemente la salud.  Por la razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió limitar el consumo de azúcar a 25 g diarios, sin embargo, esto es difícil de medir debido al "azúcar oculto" en muchos productos. 

El azúcar, junto con la sal, es una de las pocas sustancias químicas puras en la dieta, aportando solo calorías vacías y de rápida absorción, lo que impide la sensación de saciedad y fomenta la ingesta excesiva, según el portal 'Mejor con Salud'. 

Según el portal especializado 'Mejor con Salud', estos son los principales indicadores de que esta comiendo azúcar en exceso. 

Consumir azúcar puede generar un rápido aumento de energía seguido de un descenso abrupto, similar a los efectos de las drogas estimulantes. Según el Fred Hutchinson Cancer Research Center, esto se debe a que el azúcar provoca un aumento rápido en los niveles de glucosa en sangre, seguido de una caída igualmente rápida. Para combatir este cansancio, muchas personas recurren a bebidas azucaradas, creando un ciclo de dependencia.

Consumir azúcar puede mejorar temporalmente el estado de ánimo, pero su ausencia genera irritabilidad. Según el University College de Londres, esto se debe a que el azúcar afecta los niveles de dopamina en el cerebro, una hormona relacionada con la felicidad. Al ingerir azúcar, los niveles de dopamina aumentan, mejorando el estado de ánimo. Sin embargo, cuando el azúcar se metaboliza y los niveles de glucosa disminuyen, el estado de ánimo decae, causando irritabilidad y cambios de humor.

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Pensar constantemente en alimentos azucarados puede indicar dependencia. La Universidad de California sugiere que esto se debe a la necesidad biológica de glucosa, que es esencial para la energía cerebral. El cerebro, al recibir grandes cantidades de glucosa, envía señales para consumir más, prolongando una relación de dependencia.

La insulina, necesaria para digerir azúcar, puede causar sequedad y descamación en personas sensibles. La Universidad Autónoma de Nuevo León indica que un aumento en los niveles de insulina puede provocar inflamación y desequilibrios hormonales, que afectan negativamente la piel. En casos severos, el consumo excesivo de azúcar puede llevar a problemas de insulina y potencialmente a diabetes. 

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El cuerpo metaboliza el exceso de azúcar como grasa debido a la insuficiencia de insulina del páncreas. La insulina es responsable de ayudar a las células a absorber glucosa, pero cuando hay un exceso de azúcar, el páncreas no puede producir suficiente insulina para procesarla. Esto lleva a que el hígado convierta el exceso de glucosa en grasa, contribuyendo al aumento de peso. 

DANIELA LARRARTE ASAAD

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO