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Explicativo
¿Cuáles son los riesgos de mostrar a los niños en redes sociales? Psicóloga hace alertas a padres: 'Su autoestima podría estar condicionado'
En diálogo con EL TIEMPO, experta detalló cómo la exposición temprana en internet puede afectar la regulación emocional de los menores.
Hay un debate amplio en redes sociales sobre la exposición de los niños. Foto: iStock
Cada vez es más frecuente ver a figuras públicas que optan por no exponer a sus hijos en redes sociales. Artistas como Greeicy Rendón y Mike Bahía, por ejemplo, han sido enfáticos en proteger la imagen de su hijo Kai, evitando mostrar su rostro en publicaciones. De igual manera, Evaluna Montaner y Camilohan sido muy cuidadosos con la exposición de sus hijas Índigo y Amaranto.
Estas acciones han generado un debate amplio en redes sociales, pues hay quienes las aplauden como quienes las critican. En un mundo cada vez más digitalizado, la exposición ha dejado de ser una excepción para convertirse, muchas veces, en la norma.
De hecho, hay niños denominados 'influencers' que no solo son expuestos, sino que participan de manera activa en el internet.
Y lejos de conocer las razones específicas de cada padre —quienes tienen toda la autoridad para decidir sobre la crianza de sus hijos—, lo cierto es que existe una creciente preocupación por la salud mental, la privacidad y el desarrollo emocional de los menores que son expuestos constantemente en redes sociales.
Hay una creciente preocupación por la salud mental. Foto:Istock.com
Para entender el tema, EL TIEMPO habló con Olga Lucía Yepes, especialista en psicología clínica y desarrollo infantil, quien explicó los riesgos que tiene la exposición de niños y adolescentes.
Según la experta, “existen varios estudios de diversas fuentes científicas como en la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría (Pediatrics), que exponen que más del 90 % de los niños tienen presencia en internet antes de los 2 años, expuestos por sus padres, donde se incluyen fotos y videos”.
Un análisis que fue publicado en el Journal of Children and Media señaló que “los niños empiezan a participar de forma activa en la creación de contenido entre los 4 y 7 años. Y según la revista Media and Communication, se encontró que el 40 % de los niños en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá entre los 6 y 11 años ya han publicado contenido en plataformas como YouTube o TikTok”.
Más del 90 % de los niños tienen presencia en internet antes de los 2 años. Foto:iStock
Esto no solo evidencia una exposición temprana, sino también una participación activa en los medios digitales. Sin embargo, expertos en psicología infantil advierten que cuando los niños crecen bajo la mirada pública, incluso sin comprenderlo o consentirlo, pueden enfrentar consecuencias que van desde la pérdida de intimidad hasta la construcción de una identidad condicionada por la validación externa.
¿Qué impacto puede tener la exposición constante en redes sociales sobre la salud emocional de un niño?
Frente a este tema, Yepes señaló a este diario que “lo primero que debe tenerse en cuenta es que la exposición a medios digitales suele iniciarse durante la infancia o la adolescencia, etapas en las que el cerebro aún se encuentra en pleno desarrollo”, explicó la experta.
En particular, se podrían ver afectadas regiones clave como la corteza prefrontal, la cual “está implicada en el control de impulsos, la regulación emocional y las funciones ejecutivas, que aún no han alcanzado su madurez funcional”.
Cuando hay una exposición temprana podrían verse afectadas regiones clave del cerebro. Foto:i
Durante la adolescencia, la sobreestimulación es un factor clave a tener en cuenta, pues el menor no está “completamente preparado para procesar de manera saludable la presión social, la exposición pública ni las dinámicas de recompensa inmediata propias de las redes sociales como son los 'likes', visualizaciones o comentarios”.
La experta explicó que “al tener una retroalimentación constante genera una liberación sostenida de dopamina, el neurotransmisor asociado al placer y la motivación que a mediano plazo puede llevarlo a depender de la gratificación inmediata, no solo en el entorno digital, sino también en su vida cotidiana”.
La autorregulación emocional, lo cual incrementa el riesgo de problemas como ansiedad, irritabilidad o conductas impulsivas.
En el caso de los denominados niños ‘influencer’, quienes son los que participan activamente’ en el mundo digital, la psicóloga señaló a EL TIEMPO que “muchas veces inician este tipo de actividades durante la primera infancia o en momentos en que su desarrollo cerebral se encuentra en etapas muy sensibles, con el objetivo que puedan ser visibles, ser reconocidos a nivel social y obtener una retribución económica”.
El niño 'influencer' no tiene regulación laboral. Foto:iStock
La diferencia de esta exposición con la mediática tradicional (televisión o cine) es que en esta última hay límites claros entre quién es el niño y el personaje, la exposición tiene un horario determinado, hay un inicio y un final y la naturaleza de la audiencia es mucho más pasiva al no interactuar directamente con quienes lo ven.
Por el contrario, “el niño 'influencer' no tiene regulación laboral, se graba en un entorno informal como su casa, por lo que, los límites entre lo privado y lo público son difusos, exponiendo sus emociones y muchas veces momentos de vulnerabilidad, lo que lo hace más propenso a críticas en tiempo real”.
En este caso, existe la posibilidad de que la autoestima del menor esté “condicionando, incluso, distorsionando al estar expuestos de forma temprana y frecuentemente a la gratificación inmediata por medio de vistas 'likes', o seguidores”, dijo la experta.
Y agregó que la exposición mediática “hace que su autoestima se desarrolle con relación a una valoración externa y lejana de su autoconcepto real al no construirse desde sus propias habilidades, aptitudes y logros”.
Exposición mediática “hace que su autoestima se desarrolle con relación a una valoración externa". Foto:iStock
¿Cómo lograr el equilibrio? Aquí una guía para los padres
Si bien la experta ha emitido varias advertencias, no hay que satanizar este tema. Es importante entender que los padres pueden encontrar un equilibrio. Para ello, es fundamental:
Conocer cómo funciona el cerebro de sus hijos.
Entender los riesgos que implican estas prácticas en su desarrollo psicoemocional y así fomentar un desarrollo equilibrado, limitando la exposición a plataformas digitales.
Promover el juego al aire libre, las relaciones sociales cara a cara y respetar sus espacios de intimidad.
Establecer límites claros, con horarios específicos para estas actividades.
Supervisar siempre el contenido que consumen o producen.
Reconocer que esta exposición puede afectar la construcción de su autoestima e identidad.
Identificar signos de alarma emocional que indiquen una posible afectación.
Los niños deben tener límites y tener salidas al aire libre. Foto:iStock
“Cuando se apoya de forma sana, se escucha y acompaña al niño más que forzarlo a realizar cierto contenido, hay una supervisión con límites más que tener en cuenta los beneficios propios del adulto; se garantiza la privacidad de su vulnerabilidad y no se expone cada aspecto de la vida del niño”, aclaró a EL TIEMPO Olga Lucía Yepes.