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La historia detrás del mito del tenebroso monstruo ‘chupacabras’
A través de los años fueron cambiando las descripciones físicas de esta temible criatura.
La primera vez que se vio al animal fue en Puerto Rico. Foto: Pinterest, ilustración de Juan Carlos
Seguramente ha llegado a escuchar sobre la leyenda del ‘chupacabras’, un temible monstruo que le chupaba la sangre al ganado. Es posible que esta historia a muchas personas no las haya dejado dormir y más si viven en zonas rurales con animales. Este mito ha generado un gran terror, sin embargo, existe la duda si en verdad existe esta criatura.
A mediados de los años 90, se anunció por primera vez la existencia del chupacabras en Puerto Rico, al poco tiempo se empezaron a escuchar historias similares en México, el Sudoeste de Estados Unidos e incluso en China. Según el portal ‘National Geographic’ la existencia de este ser también se ha reportado en lugares como: Chile, Rusia, Filipinas, al noreste de Estados Unidos, entre otras.
Durante los años, se han escuchado terribles historias de este ser y sus descripciones físicas varían, pero normalmente se le describe como una criatura pesada, del tamaño de un oso pequeño y con una hilera de espinas, abarcando desde su cuello hasta la base de la cola. Fue bautizado con este nombre, pues normalmente atacaba a animales domésticos en zonas rurales, especialmente cabras, y según cuenta la leyenda, les succionaba toda la sangre del cuerpo.
En otros lugares han descrito esta criatura como un reptil de un metro de longitud, con piel escamosa de color gris verdoso y espinas. Asimismo, han comentado que el chupacabras parece que fuera una extraña raza de un perro salvaje.
Los científicos que han estudiado este caso se han dado cuenta de que la mayoría de las veces han resultado ser coyotes con escabiosis, también llamado sarna, una enfermedad que hace que al animal se le caiga el pelo y se formen costras en la piel.
El origen de esta criatura
Según reseñaron en la ‘BBC’, la primera persona que vio al chupacabras fue Madeylen Tolentino, de Canóvanas, este de Puerto Rico, en 1995. Esta mujer lo describió como un ser terrorífico, parecido a un extraterrestre, que pasó al frente de su ventana.
Otras personas lo describieron como una criatura bípeda, de entre 1,20 y 1,50 metros de alto, con grandes ojos, púas a lo largo de su espalda y largas garras. Además, esta criatura era la responsable de la muerte del ganado, ya que les succionaba toda la sangre a través de perforaciones en el cuello.
Luego de esto, en la isla se reportaron más víctimas y la leyenda se volvió viral, expandiéndose por América Latina y el sur de Estados Unidos.
A principios de la década del 2000, se registró una aparición de un chupacabras diferente. Esta versión no era tan parecía a un extraterrestre y lo describían como un animal sin pelos en la piel, que se desplazaba en cuatro patas, como los perros.
Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica, le comentó al medio ya mencionado, que luego de varias investigaciones y muestras de ADN se dieron cuenta de que esta historia solo era un mito, pues en los resultados descubrieron que los cuerpos pertenecían a perros, coyotes o mapaches.
El entomólogo de la Universidad de Michigan, Barry OConnor, le contó a ‘National Geographic’ que los chupacabras realmente son coyotes sarnosos y explicó por qué atacan al ganado.
“Los animales que sufren esta enfermedad suelen estar muy débiles”, afirmó OConnor. “Si no consiguen sus presas habituales, se acercan al ganado, que es más fácil de cazar”.
En cuanto a la explicación de que chupan sangre como los vampiros, comentó que puede que se trate de una exageración propia de la leyenda o el resultado de una imaginación extremadamente activa de las personas que afirmaron verlo.
Loren Coleman, director del Museo Internacional de Criptozoología de Portland, Estados Unidos, le comentó al mismo medio que cree que la gente imaginó cosas tras ver la película de terror alienígena que se estrenó en Puerto Rico el verano de 1995.
“La fecha en la que se estrenó la película Species (Especie mortal) en Puerto Rico, coincide con las primeras denuncias en el país”, aseguró. “En la película, la actriz Natasha Henstridge tenía pinchos en la espalda, como los de las primeras descripciones de chupacabras en 1995”.
Otra de las teorías es que en Puerto Rico eran en realidad monos Rhesus, que suelen incorporarse usando las patas traseras. “Estos monos estaban siendo objeto de experimentos en Puerto Rico en ese momento, por lo que podría tratarse de un grupo que hubiera huido”, añadió Coleman. “Podría tratarse de algo tan sencillo como esto, o también de algo mucho más interesante, pues en la actualidad se siguen descubriendo nuevas especies de animales”.