Médico endocrinólogo revela lo que le pasa al cuerpo si se deja de comer pan ultraprocesado: ‘Un carbohidrato vacío’

El consumo habitual de pan ultraprocesado, producto común en las dietas modernas, puede tener efectos adversos para la salud, según el endocrinólogo Francisco Rosero. 

En declaraciones recientes, el médico explicó que el pan que se consume actualmente difiere significativamente del pan ancestral, ya que está elaborado con harina altamente refinada y contiene aditivos que afectan el metabolismo y promueven la inflamación. 

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Rosero señala que eliminar este tipo de pan puede traer beneficios notables, como la disminución de la inflamación, la reducción de los antojos y la mejora de la salud cardiovascular. Estos planteamientos están avalados por investigaciones científicas que demuestran una relación entre el consumo de pan blanco y el aumento del riesgo cardiovascular.

Francisco Rosero destaca que el pan ultraprocesado está hecho con harina de trigo “súper refinada”, un carbohidrato simple que se digiere y absorbe rápidamente en el cuerpo, lo que provoca un aumento rápido de los niveles de insulina. Esta respuesta metabólica es problemática porque los picos repetidos de insulina pueden fomentar la inflamación y alteraciones metabólicas.

El endocrinólogo agrega que el pan ultraprocesado no solo carece de valor nutricional, sino que además puede contener aditivos químicos perjudiciales, como el bicarbonamida y el peróxido de benzoilo, usados para blanquear la harina. Estos compuestos, según Rosero, pueden ser negativos para la salud. También se emplean grasas vegetales industriales que promueven la inflamación, así como azúcar añadida, que contribuye a daños metabólicos y a procesos inflamatorios crónicos.

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El especialista califica el pan ultraprocesado como un “carbohidrato basura” o “carbohidrato vacío”, debido a que, aunque aporta calorías, no ofrece nutrientes esenciales ni sensación de saciedad. Esta falta de saciedad lleva a las personas a consumir más cantidad, lo que a su vez genera picos constantes de insulina y un aumento progresivo de la inflamación en el cuerpo.

“Además, a veces también se utilizan grasas vegetales industriales, influyentes en la inflamación, y azúcar, un ingrediente que genera inflamación y daño metabólico”, explicó Rosero, haciendo énfasis en cómo este tipo de alimentación puede afectar negativamente la salud a largo plazo.

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Rosero propone tres motivos principales para eliminar el pan ultraprocesado de la dieta:

El endocrinólogo aclara que el pan de masa madre puede ser una opción mucho más saludable, siempre que no contenga grasas vegetales industriales ni azúcar añadida. A diferencia del pan ultraprocesado, el pan de masa madre conserva mejor sus nutrientes y tiene un proceso de fermentación que puede mejorar la digestibilidad y el impacto glucémico.

“El pan de masa madre sigue siendo pan, y es mejor optar por carbohidratos menos procesados”, aconseja Rosero, quien invita a sus seguidores a experimentar dejando de consumir pan ultraprocesado para observar los beneficios en su salud.

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Las preocupaciones sobre el pan ultraprocesado tienen respaldo en estudios científicos recientes. Un estudio publicado en la base de datos del NCBI (Tayyem et al., 2022, PMC8747956) reportó que consumir más de una porción diaria de pan blanco está asociado con un riesgo tres veces mayor de enfermedad cardiovascular (odds ratio ajustado de 3,06; intervalo de confianza del 95 %: 1,37–6,84), en comparación con quienes consumen menos.

Este incremento en el riesgo se explica porque el pan blanco es un alimento ultraprocesado con un alto índice glucémico y escaso contenido en fibra, vitaminas y minerales, nutrientes que se pierden en el proceso de refinado. Estas características contribuyen al desarrollo de factores de riesgo como dislipidemia, resistencia a la insulina e inflamación, todos asociados a enfermedades cardiovasculares.

En complemento, el estudio publicado en The British Medical Journal por Swaminathan et al. (2021), parte del proyecto PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology), encontró una relación directa entre el consumo elevado de cereales refinados —como pan blanco, croissants y otros productos hechos con harina blanca— y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en diferentes poblaciones.

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El endocrinólogo Francisco Rosero concluye que, aunque el pan es un alimento ancestral, la forma ultraprocesada que se consume hoy en día representa un riesgo para la salud debido a su composición y efectos metabólicos. Por ello, recomienda eliminar o reducir el consumo de pan ultraprocesado y optar por alternativas menos procesadas, como el pan de masa madre sin aditivos dañinos.

Estas recomendaciones, sumadas a la evidencia científica disponible, sugieren que modificar la dieta para evitar estos carbohidratos simples y ultraprocesados puede contribuir a reducir la inflamación, controlar mejor el apetito y proteger la salud cardiovascular a largo plazo.