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El caso del hombre que recibió un tiro en la cabeza y despertó viendo el mundo al revés
A pesar de que veía el mundo, pudo vivir su vida normal y murió a finales de los 90.
La historia del 'Paciente M' inspiró teorías sobre el cerebro humano. Foto: neurologia.com / iStock
Un soldado sobreviviente a la Guerra Civil española pasó a la historia como el ‘Paciente M’, pues después de un accidente en batalla quedó viendo el mundo “al revés”. Este joven excombatiente es uno de los casos más excepcionales y sorprendente de una lesión cerebral.
Según el estudio ‘Redescubriendo al paciente M: Justo Gonzalo Rodríguez-Leal y su teoría de la dinámica cerebral’, el ‘Paciente M’ nació en el municipio español de Ciudad Real y cuando tenía 25 años luchó en el bando republicano en la Guerra. Un día recibió un disparo en la cabeza en un campo de batalla de Levante, Valencia, en mayo de 1938.
El joven ingresó al Hospital Militar de Salud Godella de Valencia, el cual era controlado por militares y era donde trabajaba como médico de guerra el neurólogo Justo Gonzalo Rodríguez Leal, quien analizó y estudio el caso de este paciente.
Después de dos semanas despertó del coma que le produjo el accidente. Sin embargo, sorprendió a los médicos, pues afirmaba que veía el mundo al revés, pues las personas y los objetos parecían estar en el lado opuesto al que realmente estaban. Además, tenía unos graves daños en su oído y en el sentido del tacto.
El excombatiente también aseguraba que no veía nada en el ojo izquierdo y solo un débil destello en el derecho. Sin embargo, podía leer las letras y números tanto al derecho como al revés, sin que su cerebro diferenciara entre ambos.
El joven recibió un disparo en la cabeza en un campo de batalla de Levante, Valencia, en mayo de 1938. Foto:iStock
Esto lo llevaba a confundirse en las situaciones cotidianas, por ejemplo, veía a unos hombres trabajando boca abajo en un andamio. Del mismo modo, el joven era capaz de leer la hora en un reloj de pulsera desde cualquier ángulo, así como ver los colores separados de sus objetos y unos se le triplicaban.
Como salió a la luz el caso del ‘Paciente M’
El neurólogo Justo Gonzalo Rodríguez Leal. Foto:wikipedia.org
El caso de este soldado fue redescubierto gracias a la hija del doctor Justo Gonzalo Rodríguez Leal, Isabel Gonzalo Fonrodona. Ella, quien es física y profesora, encontró los archivos de su padre, los cuales incluían cientos de documentos y fotografías sobre el caso.
Incluso, Isabel tuvo la oportunidad de conocer al ‘Paciente M’ en sus visitas a la casa de su familia, le informó a ‘El País’. Asimismo, recordó como este comprobaba la hora mirando su reloj desde cualquier dirección.
Las nuevas teorías del cerebro que se descubrieron con el ‘Paciente M’
Antes se pensaba que el cerebro estaba formado por regiones distintas separadas por límites abruptos que apenas se superponían. Sin embargo, con el ‘Paciente M’ se puso en entredicho esta idea, además inspiró teorías sobre el cerebro humano.
Luego de que el soldado de 25 años ingresó al hospital, se evidenció con pruebas que la bala había destruido parcialmente las capas externas de su cerebro hacia la parte posterior izquierda. Él sorprendió a los médicos al recuperar su salud sin necesidad de cirugías o cuidados especiales.
Durante la década de 1930, los científicos debatían si el cerebro se tenía que ver como un todo o si se trazaban límites rígidos entre las distintas regiones cerebrales. En ese entonces, el Dr. Gonzalo, basándose en el caso del ‘Paciente M’, propuso una hipótesis intermedia: la teoría de la dinámica cerebral, según la cual el órgano funciona con diferentes gradientes, como pequeñas cajas.
En 1930, los científicos debatían si el cerebro se tenía que ver como un todo o si se trazaban límites rígidos entre las distintas regiones cerebrales. Foto:iStock
“Cuando se alteraba una caja, supuestamente había un déficit concreto. Para el doctor Gonzalo, las teorías modulares no podían explicar las cuestiones que surgían con el paciente M, así que empezó a crear su teoría de la dinámica cerebral, rompiendo con la visión hegemónica sobre el funcionamiento del cerebro”, le explicó el neuropsicólogo Alberto Garcia Molina, del Instituto Guttmann, al diario ‘El País’.
Por otra parte, en doctor Gonzalo sugirió que los efectos del daño cerebral dependen del tamaño y la posición de la lesión. Asimismo, demostró que las lesiones no destruyen las funciones específicas, sino que afectan a una gran variedad de funciones, como pasó con el soldado.
Además, su trabajo permitió identificar tres síndromes cerebrales: el central, el paracentral y marginal, que se caracterizan por alteraciones en múltiples sentidos, efectos no uniformes y afectación de vías cerebral de sentidos específicos, respectivamente.
El doctor Gonzalo sugirió que los efectos del daño cerebral dependen del tamaño y la posición de la lesión. Foto:iStock
Lastimosamente, estos hallazgos no tuvieron la importancia que deberían. Sin embargo, con el redescubrimiento del caso del ‘Paciente M’ por parte de la hija de Gonzalo ha permitido la publicación del estudio citado al comienzo del artículo.
En esta publicación destaca la importancia de los casos individuales en la comprensión de la función cerebral y como estas pueden proporcionar una valiosa fuente de evidencia científica.
Se sabe que el ‘Paciente M’ fue capaz de vivir su vida sin ningún problema, a pesar de que veía el mundo al revés, y murió a finales de la década de 1990.