En los últimos años, el concepto de género no binario ha ganado visibilidad en la conversación pública sobre identidad de género y diversidad sexual.
Para entender plenamente este término, es importante comprender los conceptos de sexo y género, y cómo difieren entre sí. Le contamos.
Mientras el sexo se refiere a las características biológicas y anatómicas de una persona, como los cromosomas, las hormonas y los órganos reproductivos, el género es una construcción social y cultural que incluye roles, comportamientos, expresiones y características atribuidas a las personas en función de su sexo asignado.
En ese sentido, la identidad de género se refiere a la forma en que una persona se identifica y se siente en términos de su género interno, que puede o no coincidir con el sexo asignado al nacer.
Es importante destacar que la identidad de género es una experiencia personal y subjetiva, y no necesariamente se ajusta a las normas tradicionales de género establecidas por la sociedad.
Así las cosas, el término "no binario" se refiere a una identidad de género que no se ajusta a las categorías binarias tradicionales de hombre y mujer.
De acuerdo con la organización Stonewall, las personas no binarias pueden identificarse como una combinación de ambos géneros, como ninguno de ellos, como un género diferente o como ninguno en absoluto.
Son personas cuya identidad va más allá de las expectativas y normas de género establecidas por la sociedad, y que eligen vivir su género de una manera que se sienta auténtica.
Las personas no binarias pueden tener diversas características y formas de expresión de género.
Según las personas y organizaciones de este colectivo activista, algunas pueden elegir no utilizar ninguna etiqueta o prefieren términos como género fluido, 'queer' o no conformista. Otras pueden expresar su género a través de su apariencia, estilo de ropa, forma de hablar o comportamiento, desafiando las normas tradicionales y explorando una amplia gama de posibilidades de expresión de género.
Lenguaje inclusivo: el uso de 'elle'
El lenguaje también desempeña un papel importante en la experiencia de las personas no binarias.
Algunas de ellas pueden preferir pronombres neutros como "elle" o "elles", en lugar de los pronombres binarios 'él' o 'ella'. El uso de pronombres y lenguaje inclusivo es una manera importante de respetar y validar la identidad de género de las personas no binarias, según Gender Diversity.
Sin embargo, lo más correcto para referirse a una persona no binaria no es asumir ni su género ni sus pronombres, sino preguntarlos y apegarse a su respuesta si lo que se quiere es validarla.
De acuerdo con la organización para la defensa y visibilidad de la comunidad diversa It Gets Better, "para referirnos a personas no binarias, además de utilizar el pronombre "elle", también deben utilizarse las terminaciones (llamadas desinencias) neutras de sustantivos y adjetivos, de manera que para los sustantivos sería, por ejemplo, "niñe", "compañeres" y "novie", acompañados del artículo "le" y "les"".
En ese sentido, afirma que es importante saber que estos pronombres pueden cambiar con el tiempo o espacios, y eso no hace menos válido su uso.
El reconocimiento y la aceptación de las identidades de género no binarias ha sido un tema relevante en la lucha por los derechos de la población LGBTIQ+.
De hecho, organizaciones de derechos humanos, como Colombia Diversa, han abogado por la inclusión y el respeto de las personas no binarias en la sociedad, promoviendo la importancia de reconocer y validar la identidad de género de cada persona, independientemente de si se ajusta o no a las normas tradicionales de este tema.
Además, desde hace varios años han abogado por la necesidad de contar con políticas y leyes que protejan los derechos de las personas no binarias, incluyendo el a la identificación legal con el género que elijan, la protección contra la discriminación basada en la identidad de género y la promoción de la igualdad de derechos y oportunidades.
Es importante destacar que las personas no binarias enfrentan desafíos específicos, como la discriminación, el estigma y la falta de comprensión en muchos contextos sociales.
A menudo se enfrentan a la invalidación de su identidad de género, la exclusión de espacios y servicios, y la falta de representación en políticas y leyes.
Es fundamental abordar estas barreras y trabajar hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad de género.
ANDRÉS FELIPE LEÓN MAFFIOLD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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