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¿Sabía que las papas fueron prohibidas en Francia de 1748 a 1772? Le contamos la razón
Los ses del siglo XVIII estaban convencidos de que las papas causaban lepra.
La prohibición la levantó el científico Antoine Auguste Parmentier, pero el desagrado duró mucho más. Foto: Imagen generada con IA
Francia es el país soñado de muchas personas. Es conocido por ofrecer a sus habitantes una gran calidad de vida, y por ser el perfecto ambiente para el romance y el amor. Además, ha sido una de las potencias más importantes en la historia de la humanidad.
Sin embargo, cada país tiene datos curiosos en su historia, que no aparecen en los libros de historia, pues no fueron muy significativos para su desarrollo, pero que no por eso dejan de ser interesantes. En el caso de Francia, un dato curioso es que durante 24 años estuvo prohibido el cultivo de papas dentro de su territorio.
Resulta que los ses de la época estaban convencidos de que las papas causaban lepra, y aunque no está clara la razón de esta relación, se cree que era por su aspecto café, deforme y sucio. Por ende, el parlamento francés prohibió su cultivo en el año 1748.
La ausencia de las papas, no obstante, terminó en 1772, 24 años después de su prohibición original, cuando el científico y agrónomo Antoine Auguste Parmentier convenció al parlamento francés de que los tubérculos no transmitían la enfermedad, y de que, por el contrario, eran una buena fuente de nutrientes.
Según el portal de ‘Hamburguesas Garfield’s’, Parmentier fue prisionero de guerra en Prusia durante la Guerra de los Siete Años, y en su cautiverio, una de sus principales raciones alimenticias eran papas. Así, se dio cuenta de que el juicio de los ses acerca de las papas estaba errado.
Pero el levantamiento de la prohibición no fue suficiente para devolverle a las papas su dignidad en Francia. Parmentier hizo todo tipo de campañas para popularizarlas de nuevo, entre las que destacan cenas con Maria Antonieta, el rey Luis XVI, Antoine Lavoisier, Benjamin Franklin, entre otras de las figuras más importantes de la época, pero nada servía, el pueblo se rehusaba a aceptarlas.
No fue sino hasta 1785, 15 años después de que fueran permitidas de nuevo, que una hambruna azotó al país, obligando a los ses a comer papas para sobrevivir, y popularizándolas de nuevo.
Para 1795, las papas eran de nuevo una sensación entre los ses, quienes incluso habían encontrado nuevas formas de prepararlas, como cortarlas en tiras y ponerlas a freír, técnica que hoy se conoce como ‘papas a la sa’. Cabe aclarar, no obstante, que múltiples registros históricos sugieren que los belgas ya habían descubierto esta preparación mucho antes.