El pasado martes 31 de agosto se presentó en el Teatro Mayor el percusionista bogotano Samuel Torres con su proyecto Alegría ante un público que vuelve gradualmente a los auditorios.
El repertorio, que está incluido en una grabación del 2018, se podría definir como una mezcla de música erudita con la tradición musical afrocaribeña en contexto latin jazz. En su estilo se percibe influencia de grupos de jazz fusión como los Yellow Jackets, donde el manejo de la armonía es más denso de lo acostumbrado, apoyado siempre por una base rítmica estable.
El combo lo conforman seis vientos, dos percusiones, bajo y piano, una instrumentación que se acerca al concepto de Big Band pero con el protagonismo inusual de las congas. En el grupo, que está radicado en Nueva York, se destaca la importancia de los solistas en la propuesta musical de Torres.
El trompetista Michael Rodríguez se lució en varias oportunidades con su sonido de concertista clásico. Alex Norris también protagonizó un solo de trompeta más ‘callejero’ pero igual de contundente.
El venezolano Luis Perdomo sostiene la maquinaria con unos tumbaos de piano sólidos que le dan identidad al combo, su introducción en la canción Preludio de un abrazo me impactó profundamente. Por el alto volumen en mezcla, los solos de las congas quedaron a veces sobredimensionados, afectando el equilibrio sonoro del conjunto.
Sin embargo, Samuel Torres logró un efecto profundo en los oyentes con un pasaje magistral de kalimba africana, un instrumento exótico que refresca la audición y renueva el interés del espectador.
En su set de percusión, también incluye djembé, log drums y otros juguetes que aportan un contraste al timbre predominante del cuero. Se podría concluir que el perfil de Samuel
Torres es único, porque es raro encontrar un conguero capaz de escribir obras sinfónicas como Regreso, un concierto para congas y orquesta, que se ganó el
Grammy latino en la categoría álbum clásico en el 2019.
No olvidemos que Samuel se graduó en composición de la Universidad Javeriana. Este trabajo, realizado junto al director Ricardo Jaramillo y la Nueva Filarmonía, y el repertorio del proyecto Alegría, demuestra que las posibilidades que ofrece la música son inagotables y que tiene mérito construir nuevas sonoridades a partir de lo nativo.
Óscar Acevedo
Músico y crítico musical