Cita: “Parecen haber unos (ACTIVISTAS) más extremos que el propio Trump”. Comentario:
Cuando el verbo haber (con el sentido de ‘existir’) va precedido de otro verbo que le sirve de auxiliar se debe aplicar el mismo criterio que cuando va solo, dejarlo invariable
en singular para las frases en plural, “Parece haber nuevos criterios” (no “parecen”), “Parecía haber más despistados” (no “parecían”), “Parece haber unos más extremos que el propio Trump” (no “parecen”).
Si echamos reversa, podemos recordar lo que hemos repetido en esta columna durante varios años, y es que esta norma se aplica únicamente al verbo haber, “Había tres policías” (no “habían), “Habrá nuevos acercamientos” (no “habrán”), “hubo cuatro propuestas” (no “hubieron”).
También se aplica cuando el verbo haber se tiene a sí mismo como auxiliar, “Ha habido muchas ocasiones” (no “han habido”), “Habrá habido algunos paros” (no “habrán habido”), “Cuando haya habido más aportes (no “cuando hayan habido”).
Algunas personas reducen todo lo que estamos diciendo aquí a la sabia afirmación de que “hubieron” no existe. No es que no exista, es que no se debe usar cuando tiene el sentido de ‘existir’. No se debe decir “Hubieron muchos inscritos”, sino “hubo muchos inscritos”.
Habemos
Entonces, tímidamente estarán preguntándose presidentes, ministros, rectores, docentes, entrevistadores y entrevistados, que conviven con este error, ¿cuándo se usa correctamente el verbo haber en plural? Respuesta: cuando es auxiliar de otro verbo en una frase plural, “habían subido”, “habíamos bajado”, “hubieron de regresar más temprano”.
Por ejemplo, nunca es lícito “han habido” que es una de las locuciones más oídas en juntas, clases, radio y TV. No se dice “Han habido nuevas rutas”, sino “Ha habido nuevas rutas”.
Para corregir “habemos siete” algunas personas aseguran ex cátedra que se debe decir “hay conmigo siete”. ¡Qué rebuscamiento! Se puede perfectamente cambiar de verbo, aunque el matiz semántico sea ligeramente distinto, “Llegamos siete”, “Estamos siete”, “Somos siete”, verbos que no tienen la limitación de la que estamos hablando, que, como ya dijimos, es exclusiva del verbo haber.
Haiga y habemus
Como dato curioso, con el que alguna vez unos traviesos periodistas colombianos rajaron al presidente de la Real Academia Española, la palabra haiga sí está en el Diccionario de la lengua española, pero no como verbo, al estilo ‘Tirofijo’, “Cuando haiga tiempo”, sino como sustantivo, “¡Qué haiga tan feo tiene el vecino!”. Haiga es un ‘automóvil ostentoso’.
Y algo nuevo, incorporado al DLE en diciembre del 2022: Habemus, de la frase latina Habemus papam!, que gritan en Roma cuando sale humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando que ya fue elegido el nuevo papa, sirve para frases jocosas como “Habemos ministrum” o “habemus rectoris”, en latín macarrónico. Lo nuevo es su registro en el DLE. Por favor, no pasen por alto la pequeña diferencia entre habemus (que significa ‘tenemos’ en latín) y habemos (que no existía en latín ni en español).
¿Y todo esto no es una degeneración del idioma? Sí, pero, como decía el payaso, vamos evolucionando de generación en degeneración. ¿Qué son el portugués, el catalán, el italiano, el francés, el español? Respuesta: formas incorrectas del latín. Así fueron consideradas al principio. Hoy son lenguas reconocidas, respetables y sólidas.
Columna El lenguaje en EL TIEMPO. Por Fernando Ávila - experto en redacción y creación literaria. @FERNANDOAV
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