En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
Un festival en honor de 'El Pollo Vallenato', Luis Enrique Martínez
En su centenario -y a 50 años de su triunfo en Valledupar-, el Festival Vallenato le rinde tributo.
Luis Enrique Martínez, rey vallenato 1973. Foto: Archivo EL TIEMPO
Ha pasado medio siglo desde aquel abril en el que Luis Enrique Martínez Argote (1923-1995) llegó por tercera vez a participar en el Festival de la Leyenda Vallenata, ilusionado con ganar una corona que le había sido esquiva dos veces. Quizás lo hacía para corregir la ironía, porque al fin y al cabo, fue él quien le puso el orden a la estructura de la canción vallenata, con sus introducciones, sus acompañamientos melódicos y el uso de los bajos del acordeón que, antes de él, los demás acordeoneros ignoraban.
En la noche del 30 de abril de 1973, Luis Enrique Martínez –a quien llamaban ‘El Pollo Vallenato’– subió a la tarima Francisco el Hombre, donde en esa época se hacía la final del Festival. Interpretó El cantor de Fonseca, Alcirita, El jardinero y la puya Francisco el Hombre.
El jurado, compuesto por sus cinco antecesores en el podio –Alejo Durán, Colacho Mendoza, Calixto Ochoa, Alberto Pacheco y Miguel López– no pudo más que otorgarle el título de rey vallenato.
Era lo justo. Luis Enrique Martínez Argote, nacido hace cien años, había trazado el camino que han seguido generaciones de acordeoneros y que seguirán los que están por nacer. Expertos en este folclor, como Jaime Pérez Parodi, se refieren a él como “El rector de los acordeoneros”, porque convirtió su música en el paradigma, en el que ninguno puede desconocer si pretende tocar vallenato
Martínez había nacido en El Hatico, en Fonseca (La Guajira); su padre, Santander Martínez, reparaba techos, pero era acordeonero aficionado. En las fiestas llevaba al hijo a que lo acompañara con maracas. Luis Enrique habría seguido los mismos pasos, de ser un aficionado, de no haberse encontrado con las poderosas influencias de Pacho Rada y Abel Antonio Villa.
Al primero lo conoció cuando se fue a vivir con su madre a Fundación y su influencia musical lo marcó. El segundo fue quien le aconsejó dedicarse de lleno a la música, vivir de su talento en el acordeón, el verso y la composición. En eso le hizo caso, pero le llevó la contraria en algo que fue fundamental en su historia:
Afiche del Festival de la Leyenda Vallenata 2023. Foto:Festival de la Leyenda Vallenata
Cuando un día le preguntó por qué no usaba los bajos del acordeón, Villa le respondió: “Esos no se usan”. Pero, Luis Enrique, convencido de que todos los elementos del instrumento estaban allí por algo, decidió usarlos.
Ese uso de los bajos, así como su estructuración del deber ser de una canción vallenata, le dieron el paso a la historia, como maestro de este folclor. “Comenzó a hacer melodías con los bajos; antes de él, eso no se hacía –diría de él el investigador y folclorista Julio Oñate Martínez–. Él empezó a hacer introducciones antes de interpretar la letra de una canción”.
Luis Enrique Martínez era hábil en todo. Desde muy joven lo llamaban ‘El Pollo Vallenato’, por su habilidad en la piqueria –el duelo de versos–, con acordeón en mano, en un símil con el pollo que sale al ruedo a vencer o morir en las peleas de gallos.
Él definió cómo tocar el paseo, el merengue y la puya, los aires vallenatos con los que -cincuenta años después de su coronación en el Festival que se desarrolla esta semana– compiten hoy los acordeoneros que sueñan con ser rey vallenato.
Martínez hizo su primera grabación, con Juan Madrid, en 1948. Madrid era un conocido de antes; de él dicen que le enseñó a cantar.
“Luis Enrique Martínez surge nacionalmente, en los inicios de los años 50, junto con Alejandro Durán, Ramoncito Román y Abel Antonio Villa”, explicaba Consuelo Araujonoguera, ‘La Cacica’, en su libro Vallenatología. “Luis Enrique -añadía-, mediante sus grabaciones, se impone rotundamente con la creación de nuevos pases musicales, haciendo arreglos, exprimiendo la totalidad de los tonos, sin dejar nota muerta o silenciosa dentro del instrumento, todo lo cual, más tarde y como consecuencia de la acogida que estas innovaciones tendrían entre aficionados y seguidores de la música vallenata, generará el estilo impresionista”.
Al describirlo como ‘impresionista o moderna’, ‘La Cacica’ quería ilustrar la dimensión, el antes y después que marcó. Con él comienza el vallenato moderno. Antes había “aires vallenatos ejecutados monorrítmica y uniformemente, sin mayores cambios ni alteraciones”, que Araujonoguera describía como “expresionista o tradicional”.
Al describirlo como ‘impresionista o moderna’, ‘La Cacica’ quería ilustrar la dimensión, el antes y después que marcó. Con él comienza el vallenato moderno. Antes había “aires vallenatos ejecutados monorrítmica y uniformemente, sin mayores cambios ni alteraciones”, que Araujonoguera describía como “expresionista o tradicional”.
En 1951, el ingenio de Martínez lo llevó a dejar su huella en los arreglos de la primera grabación de La cumbia cienaguera, compuesta por Esteban Montaño.
Así que cuando obtuvo la corona de rey vallenato, en 1973, ya había construido su legado.
Como anécdota, se cuenta que Martínez le atribuía no haber triunfado antes a la presencia de Rafael Escalona, con quien tenía diferencias, entre los jurados del Festival. Y pareció confirmarlo al ganar justo cuando el gran compositor vallenato y uno de los fundadores del encuentro, no estuvo presente en la final de ese año, cuando venció en la contienda.
Ahora, el Festival de la Leyenda Vallenata se hace en su honor y los 61 acordeoneros que aspiran al título de rey 2023 llegan a las competencias del festival con más de una veintena de canciones del repertorio de este legendario maestro del acordeón preparadas.
Los cinco mejores, los que lleguen a la final, tendrán que interpretar –entre sus cuatro aires– una canción suya definida por balota, en un sorteo que se hará en vivo ante el público del Parque de la Leyenda.
Entre estas canciones, se cuentan clásicos como El pollo vallenato, Jardín de Fundación, Alcirita, Qué dolor, El gallo jabao y La carta.
Así, en la noche del 30 de abril ganará el título de Rey Vallenato el que mejor interprete en el acordeón, los aires que Martínez, con su genio e innovación de entonces, ayudó a definir.