En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Guns N’ Roses: La historia de un regreso que parecía imposible
La banda hoy gira por Latinoamérica, pero hubo un momento en que no podían ni verse a la cara.
Guns N' Roses en concierto Foto: Oficial Guns N' Roses
“No en esta vida”, le dijo tajante a la prensa una noche del 2012 el cantante Axl Rose, cuando le preguntaron por la posibilidad de reunirse con los originales de Guns N’ Roses. Para ese momento, habían pasado casi diez años desde la última vez que tocaron todos juntos. Sin embargo, y contra las predicciones de Axl, Bogotá los espera este 11 y 12 de octubre para sus dos fechas con boletería agotada en el Estadio Nemesio Camacho ‘El Campín’.
Pero, hubo un momento en el que el mundo pensó que jamás volvería a ver a todos los de Guns N’ Roses juntos en un mismo escenario. Las peleas que dividieron al grupo y que terminaron con su disolución absoluta en 1996 parecían irreversibles, sobre todo de parte de Slash y Axl.
Tocando las puertas del cielo
Guns N' Roses era la banda que estaba en la cima del mundo y eran unos peladitos
Los Ángeles fue la ciudad que vio nacer a los Guns N’ Roses a mitad de la década de los 80. En ese momento, la banda estaba conformada por Axl Rose, como vocalista principal; Slash, como guitarrista; Izzy Stradlin, como segunda guitarra; Duff McKagan en el bajo, y Steve Adler en la batería. Ellos eran la banda llamada a suplir la necesidad de hard rock que tenía la audiencia de ese entonces y muy pronto se convirtieron en una de las bandas más importantes del mundo. “Guns N' Roses era la banda que estaba en la cima del mundo y eran unos peladitos”, como dice Julio César Escovar, director de Radioacktiva.
Desde su maravilloso debut con 'Appetite for Destruction', álbum que vendió alrededor de 30 millones de copias a nivel global, su carrera parecía solo ir en ascenso y de todas partes del mundo los esperaban para tocar. Colombia no fue la excepción. “(Duff) Mckagan dijo: ‘si vamos a ser la banda número uno del mundo, tenemos que tocar en todo el mundo’ y por eso ellos vinieron acá”, comenta Julio Correal, uno de los organizadores del primer concierto de la banda en Bogotá.
La historia de la noche del 29 de noviembre de 1992 en la que Guns N’ Roses tocó en El Campín ya se ha vuelto leyenda entre los rockeros de la ciudad. 'November Rain' sonaba en el piano de Axl Rose mientras la lluvia se descargaba sobre la audiencia eufórica que no dejaba de cantar, pese al diluvio. Fue una noche que terminó con desmanes afuera del estadio, un general de la policía en el hospital y una requisa por sospecha de posesión de drogas en el Aeropuerto El Dorado, justo antes de que la banda abandonara el país.
Lo que poco sabían los fanáticos era que en ese momento ya había comenzado el declive de Guns N’ Roses.
Slash formó la banda Myles Kennedy & The Conspirators junto a Myles Kennedy, Bren Fitz, Todd Kerns y Frank Sidoris. Foto:Archivo particular
La separación de la banda no se dio por un episodio en particular, sino por un acumulado de cosas que terminaron fracturando la relación entre ellos. La impuntualidad de Axl fue uno de esos problemas. Un par de meses antes, ese mismo año de 1992, Guns N’ Roses había salido de gira por Estados Unidos con Metallica. Era, en ese entonces, el encuentro de dos de las bandas más apetecidas del mundo y prometía ser un espectáculo extraordinario para los fanáticos del 'hard rock' y el 'heavy metal'.
El problema era que la banda había ganado fama por sus salidas tarde al escenario. James Hetfield, guitarrista y vocalista principal de Metallica, conocía muy bien la rutina de Axl y, como no quería que esto interfiriera con su concierto, hizo un trato con la banda y les dijo que Metallica tocaría primero todas las noches. Pero, según cuenta Slash en su autobiografía 'Slash: De Guns N’ Roses a Velvet Revolver', esto no acabó con el problema, pues Axl organizaba fiestas temáticas tras bambalinas cada noche, lo que, inevitablemente, retrasaba el concierto de ‘los Guns’.
“Metallica ganaba lo mismo que nosotros cada noche, pero mientras ellos se ‘embolsillaban’ todo, nosotros perdíamos el 80 % tanto en multas por tiempo extra que nos cobraban por salir tarde a escena y por las estúpidas fiestas temáticas”, afirma Slash en su libro.
Otra de las peleas más grandes que hubo se dio debido a una colaboración de Slash con Michael Jackson para su álbum 'Dangerous'. Según contó en ese momento a la prensa el exmanager de la banda, Doug Goldstein, la decisión de Slash afectó a Axl pues él había sido abusado por su padre cuando era niño y creía en las acusaciones contra Jackson. Todo esto y más fue creando un ambiente tenso dentro del grupo que llevó a su inevitable disolución. “Fue una novela de rock and roll en la que todos tuvieron parte de razón y de culpa”, concluye Escovar. Slash fue el último en irse, en 1996, pero muchos fanáticos no perdían la esperanza de que algún día se reencontraran.
Fue un fracaso total, nadie fue y el espectáculo fue decadente
Axl Rose intentó seguir con el proyecto él solo y en 2008 lanzó el álbum Chinese Democracy, el primero sin el resto de la banda, pero su éxito comercial, sobre todo comparado con el de álbumes anteriores de la banda, fue bastante precario. Aun así, eso no lo detuvo e hizo una nueva gira del disco que también tuvo parada en 2010 en Colombia, en el Parque Jaime Duque, a las afueras de Bogotá.
Para muchos, ese concierto fue una gran decepción. “La gente salió muy insatisfecha”, afirma Fernando Pava, otro de los organizadores del concierto en el 92 y uno de los promotores de la banda en la ciudad. Julio Correal concuerda con Pava: “Fue un fracaso total, nadie fue y el espectáculo fue decadente”, afirmó después de contar que esa vez había llevado camisetas de Guns N’ Roses para vender afuera del concierto y se las devolvieron todas.
Fue una época complicada en la que nadie tenía fe en que la banda fuera a volver. Sobre todo porque un año antes de ese concierto, en 2009, Axl Rose dio una de las declaraciones más duras a la prensa sobre Slash: “En pocas palabras, lo considero personalmente un cáncer y lo mejor es quitarlo, evitarlo, y cuanto menos escuche cualquiera de él o de sus iradores, mejor”, dijo el cantante. En ese momento, muchos fanáticos enterraron cualquier posibilidad de volverlos a ver.
Curiosamente, solo bastó una llamada de Axl Rose a Slash para que todo quedara en el pasado. En 2015, los dos se sentaron a hablar sobre la posibilidad de volver a reunir a la banda y el año siguiente lo hicieron realidad. El mítico regreso de la banda ocurrió el primero de abril de 2016, en un bar de Los Ángeles llamado Troubadour, el mismo lugar en el que tocaron en vivo por primera vez en 1985.
Con a tan solo 500 personas y sin entradas para la prensa, la agrupación que fue sensación durante los 80 y principio de los 90 anunció su regreso a los escenarios. A partir de allí, el mundo volvió a escuchar todos sus éxitos en el ‘Not in This Lifetime Tour’, en honor a ese episodio de Axl con la prensa. Incluso la gira tuvo una parada en Colombia en el Estadio Atanasio Girardot en Medellín el 23 de noviembre de 2016.
La pandemia no dejó que se presentaran en el Festival Estéreo Picnic en 2020, como estaba planeado, pero esta vez sí viene el regreso que los bogotanos se merecían. Para Julio Correal, volver a verlos aquí es la culminación de una historia que la banda empezó a escribir 30 años atrás. “Creo que cuando oigamos Sweet Child O’ Mine y Knocking on Heaven’s Door en el Estadio ‘El Campín’ ya por fin se nos cierra ese ciclo”, afirmó.