En 2015, el ritmo del swing y el jazz encabezaron los conteos de música en las radios colombianas y en la lista de ‘más virales’ de Spotify. La canción culpable de aquella reivindicación de los ritmos clásicos de los años 30 era Nuestra canción, el éxito con el que Monsieur Periné conquistó a miles de oyentes y con el que obtuvo un Grammy Latino en la categoría ‘Mejor artista nuevo’.
Actualmente, la banda está conformada por Catalina García y Santiago Prieto. Ambos han mantenido la esencia musical de cuando el proyecto comenzó y le han ido agregando arreglos que solo la experiencia puede proporcionar.
En 2023 publicaron su disco Bolero apocalíptico, que los hizo ganadores del Grammy Latino en la categoría de ‘Mejor álbum de música alternativa’.
Con una carrera fuerte y un estilo distintivo, Monsieur Periné iniciará su gira por Colombia, con fechas en Bogotá (24 de agosto), Bucaramanga (6 de septiembre), Medellín (4 de octubre), Barranquilla (8 de octubre), Pereira (10 de octubre) y Cali (12 de octubre). Hablamos con ellos.
La canción para mí siempre tuvo un aire nostálgico porque es lo que siento cuando hablo de la naturaleza y lo que pasa con ella. No es una celebración porque el daño que sucede en el ecosistema es muy fuerte.
Estrenaron 'Jardín del Paraíso', una canción junto a Bejuco y Julio Reyes sobre la diversidad en Colombia. ¿Fue algo que planearon para la COP16 o fue casualidad que ambas cosas sucedieran al tiempo?
Catalina García: La canción hace parte de una conversación larga que tuve con Maiza Asif. Ella hace parte del World Wildlife Fund (WWF) y yo llevo trabajando con ellos desde hace un par de años en pro de aprender y visibilizar los asuntos complejos que hay con ciertos ecosistemas. Siempre he estado interesada en todo lo que tiene que ver con el agua: los océanos, los ríos. En algún momento Maiza me dijo: “Cata, ya que tú eres de Cali y de la región del Pacífico, ¿por qué no vienes conmigo a visitar a las comunidades de la región y a conocer las mujeres que realizan todos los oficios autóctonos? Aquí también está el manglar y las mujeres piangüeras cantan cuando lo visitan. Sería increíble que lo vieras y conozcas”. Luego de eso anunciaron que eligieron a Cali como sede de la COP16 y volvió la conversación. Sabíamos que era el momento de escribir sobre eso.
¿Cómo fue el proceso de composición?
Catalina García: Escribí la canción en Miami. Estando allá le dije al maestro Julio Reyes: “quiero hacer una canción sobre la biodiversidad en Colombia”. Fui a su estudio y le mostré referencias de Hugo Candelario y otros maestros de la música del Pacífico. La canción para mí siempre tuvo un aire nostálgico porque es lo que siento cuando hablo de la naturaleza y lo que pasa con ella. No es una celebración porque el daño que sucede en el ecosistema es muy fuerte. Estamos viendo cómo se está acabando la vida a nuestro alrededor y nos preguntamos con un poco de frustración, ¿qué podemos hacer? En el estudio yo sentí todo eso y fue una gran inspiración, fue como si hubiera descargado la canción de una nube. Solo teníamos algo sencillo con piano y voz y así llevé la canción a Tumaco. Se la mostramos a Santiago y a Bejuco, a ambos les gustó.
¿Cómo es su relación con la naturaleza?
Catalina García: En el caso de Jardín del Paraíso la escribí pensando en el amor que tengo por los paisajes que he recorrido. Una de las formas de aprender a cuidar la naturaleza es recorriéndola, porque cuando uno va y conoce empieza a sentir que pertenece a ese paisaje. Para mí recorrer el Pacífico es decir, ¡wow, yo nací aquí! Y eso le pasa a cualquier colombiano, visitar y saber que eso que está viendo es su tierra. Es una experiencia general, si vas a Alaska vas a conmoverte y sentir que naciste en este planeta. Y desde la música podemos transmitir el amor y la nostalgia porque nos hace vivir la experiencia desde un lugar más profundo, involucrando los sentimientos y las emociones.
De alguna forma hacen activismo desde la música y eso les puede gustar a algunas personas y a otras no.
Catalina García: El primer reto es lograr hablar con honestidad y para eso el tema del que hablas realmente te tiene que importar. No se puede hacer activismo solo por quedar bien. Me parece fundamental usar esta plataforma, si tanta gente está dispuesta a escucharme voy a hablar de lo que me importa. El activismo no se trata de experticia sino de aprendizaje. La música ayuda a narrar con fuerza lo que nos preocupa.
Santiago Prieto: Todo lo que hagamos o dejemos de hacer es un acto político. Cualquier imagen o canción publicada por un artista tiene un sistema de valores. Nosotros somos conscientes de eso y sin ser panfletarios podemos mostrar cosas que a nosotros nos parecen valiosas de cuidar, como la naturaleza. Suena como algo básico, pero estamos en medio de un sistema materialista y todo está construido de una forma en la que es más fácil estar dormido, o viendo series y comiendo hamburguesas sin pensar en el origen de los alimentos que consumen y las conexiones que tienen con la vida.
El formato de 'big band' en Monsieur Periné nació porque nos invitaron al Festival Estéreo Pícnic de este año a hacer un concierto sorpresa. Era algo que siempre.
Están a punto de iniciar su gira por Colombia y en Bogotá, Cali y Medellín tendrán un formato de 'big band'.
Santiago Prieto: El formato de big band en Monsieur Periné nació porque nos invitaron al Festival Estéreo Pícnic de este año a hacer un concierto sorpresa. Era algo que siempre habíamos querido hacer porque desde el inicio de nuestra carrera estuvimos interesados por el swing, un estilo del jazz que se vivió en los 30 y que llegó a Colombia en los años 40. Lucho Bermúdez lo adoptó muy bien, Pacho Galán también. Eso empezó a convivir con la música nacional, con el pasillo y el bambuco que nos llamaban la atención porque eran muy festivos y poderosos. El big band nos permite evocar esas cosas y quisimos regalarles ese espectáculo a algunas ciudades de la gira porque no somos muy fanáticos de que todo sea una lista de reproducción y chao. Siempre queremos que nuestra música en vivo suene espectacular y nos lleve a bailar. Además, la banda está integrada casi al cien por ciento por mujeres y eso es brutal, es muy bacano porque casi siempre los músicos de las orquestas son hombres y también hay mujeres berracas.
No pudieron llevar ese formato a toda Colombia, ¿por qué?
Santiago Prieto: Es un asunto estructural, en algunas ciudades no están los teatros disponibles ni reunimos al público que se necesita para costear el formato.
Catalina García: Eso lo hablábamos con Manuel Medrano, con Juan Pablo Vega, Juan Galeano y otros colegas de la escena musical colombiana: está muy difícil vender boletas en Colombia. Sobre todo para los artistas nacionales. No sé si tiene que ver con un asunto de la economía, o hay demasiada oferta o a la gente ya no le interesa la música en vivo. Creo que también pasa que la gente dice, “yo no pago un concierto de estos manes porque en unos meses tocan gratis en Rock al Parque”. También dicen: “igual, a estos artistas ya los vi hace dos años”. Está la actitud de, como son de Colombia, los puedo ver fácil. En Colombia se trabaja demasiado, hay música muy buena. Sin embargo, muchos artistas deben irse a otros países a pegar y luego sí volver acá. Le pasó a Morat, le pasó a Diamante Eléctrico y eso hace todo más difícil.
Está muy difícil vender boletas en Colombia. Sobre todo para los artistas nacionales. No sé si tiene que ver con un asunto de la economía, o hay demasiada oferta o a la gente ya no le interesa la música en vivo.
¿Por eso tuvieron que hacer algunos cambios de recinto para algunas ciudades?
Catalina García: Sí, por eso, y porque nos escribían mucho para decirnos, “oye, mi hija tiene 7 años y quiere ir pero no puede”, porque claro, estábamos tocando en bares. Entonces quisimos cambiar de espacios para que la gente de todas las edades pueda ir. Nosotros tenemos un público gigante de personas entre los 12 y los 17 años, también nos escuchan muchos niños. Eso es divino, verlos en los conciertos todos chiquitos bailando. Nos encanta que sea un espectáculo family friendly.
¿Cuáles son las canciones que más les emociona tocar?
Santiago Prieto: Mi libertad es chévere, tiene un momento muy chamánico. Con Tarde brutal hay un momento muy roquero y también me gusta La muerte, porque todo se prende muy cabrón.
Catalina García: A mí me gusta Bailar contigo. Es el momento en el que yo me bajo a cantar con el público y eso es algo incomparable. Es de esas canciones que han perdurado mucho en el tiempo y por más que pase el tiempo y las hayamos cantado mil veces, la gente aún se emociona con ellas y eso nos emociona a nosotros.
AUTOR: LOREN SOFÍA BUITRAGO
Para EL TIEMPO