Las revelaciones de Esteman: su nuevo álbum es un baile por la intimidad, el erotismo, el deseo y el amor

Esteban Mateus resuelve un rompecabezas artístico durante cada proceso musical. Las letras de sus canciones, si bien no todas responden a un suceso de su vida, son viscerales y cuentan una historia profunda; sus ritmos pueden ser psicodélicos y contener estilos musicales de los 70 recordando a los Bee Gees o David Bowie, y, debido a que estudió Artes en la Universidad de los Andes, planea coreografías despampanantes que tienen un papel protagónico en sus videos musicales y conciertos. Cada pieza debe ir bien ubicada, debe estar preñada de sentido y relacionarse entre ellas, para que de esta forma Esteban dé vida al registro artístico de Esteman.

El próximo 29 de junio el bogotano se presentará en el Bogotá Pride Fest e interpretará las canciones de su más reciente álbum, ‘Secretos’. El disco cuenta con 12 canciones, entre otras, ‘Noches de Verano’, con Villano Antillano; ‘Pornosostalgia’, una bachata; ‘Cartagena’, una electrónica candente y erótica, y ‘Reina Leona’, un tema acerca del empoderamiento que se ha convertido en uno de sus mayores éxitos.

Cuando Facebook era la red social del momento, Esteman lanzó ‘No te metas a mi Facebook’ y posicionó su nombre artístico ante millones de personas. Actualmente, el video tiene más de tres millones de visitas en YouTube. En el 2012 lanzó su primer álbum, titulado ‘1er Acto’. Canciones como ‘Fuimos amor’, de su disco ‘Amor libre’ (2019), son paradójicas: por un lado, tienen la capacidad de hacer mover el cuerpo a ritmo retro, y, por el otro, su letra narra una historia deprimente. En el 2016, tuvo sus dos primeras nominaciones a los premios Grammy Latino, en las categorías de mejor nuevo artista y mejor álbum alternativo.

Cada álbum de Esteman es un fragmento de su intimidad. Con ‘Secretos’, el artista expone su deseo en incursionar en otros géneros y hablar acerca de todo aquello que necesita expresar: el deseo y el erotismo; el empoderamiento de nuestra identidad, y el amor que siente por su esposo, Jorge Caballero. La gira 'Secretos empezó en abril en Lima (Perú) y llegará a países como España, México, Costa Rica, Guatemala y Colombia.

Hablan mucho de esa parte de ser una persona libre; que le gusta salir de su zona de confort y mover un poco la tierra. En ese sentido, es un álbum sobre esas caras diferentes de la noche. Y yo soy una persona muy nocturna. Me encanta la noche a través de lo que vivo. Por un lado, desde la celebración, como salir a bailar y del lado creativo, o también desde el lado muy personal de encontrar en la noche un espacio de tranquilidad. Estos doce secretos hablan de esas caras y etapas de la noche abrazada por el erotismo, el vacío emocional, el goce y la salud mental. Y yo creo que eso me define mucho a nivel personal, ya que me gusta hablar de estos temas y romper esquemas. Pero todo a través de la pista de baile, porque es un álbum que está hecho para bailar. Aunque también tiene unas cuantas canciones que son como esos momentos de respiro.

Ha sido increíble. Es un espectáculo que está armado a través de lo que me define como artista y que he querido integrar en el escenario: hay un cuerpo de 6 bailarines que me rodean; jugamos muchísimo con los visuales, en donde a veces me multiplico en las pantallas, y obviamente siempre hay un juego especial con la luz, que estará relacionada con cómo se cuenta la canción.

Yo siempre he hablado que, para mí, el cuerpo es una herramienta. No soy un artista que está detrás de una guitarra tocando, sino que me gusta mucho usar el cuerpo. Esta es la manera como cuento las historias. También es un show donde hay mucha cercanía con el público y me doy la oportunidad de bajar, o salir en la mitad del público. En general, todo depende del escenario en donde nos estemos presentando.

Para mí el tema de ser una voz masculina, independientemente de mi orientación, pero que esté pudiendo llevar todos estos recursos, me parece que también es de cierta forma abrir esa conversación. Siempre vemos a las chicas, sobre todo en el mundo del pop, impecables, haciendo shows únicos. Y a los hombres con cinco chicas a su alrededor semidesnudas.

Yo creo que la gente, de cualquier identidad de género, puede conectar porque hay una cosa ahí de celebración a lo que somos cada uno con nuestra individualidad. Y eso para mí es lo que se vive en un show de Esteman.

Tiene que ver mucho con la carrera que estudié, porque si bien yo canto y bailo desde niño, cuando estudié Artes en la Universidad de los Andes había un énfasis que se llamaba medios electrónicos y artes del tiempo. Ahí nace Esteman, como un personaje, como un alter ego que creé. Era un proyecto que unía toda la parte corporal del performance con la parte artística y la música. En mis primeras canciones, de alguna forma, siempre me usaba a mí mismo y creé este alter ego que era como un personaje camaleónico que cada vez se transformaba en un ser diferente. Eso me llevó mucho a ser consciente de la parte estética, visual y creativa... de lo importante de tener un concepto. Siempre pensaba en cómo iba a sonar eso en vivo, y cómo se iba a ver en un video clip y cómo tenía que ser yo desde lo que tenía que llevar puesto. Incluso hasta la manera en cómo iba a contar la historia, porque para mí todo tiene que estar relacionado. Es un poco lo que uno aprende cuando estudio arte.

Yo creo diferentes cosas: en los tiempos, porque afortunadamente he tenido varios meses de estar tocando mucho. Pero a veces es muy difícil dividirse y estar en plena gira y dedicarle tiempo a poder estar en el estudio tranquilamente y terminar las cosas. Yo soy una persona muy perfeccionista y me gusta dedicarle tiempo y con calma en el estudio y tomar decisiones. Pero cuando estás viajando de un lado a otro es más difícil.

Otro es que yo creo que con cada álbum yo trato de salir de mi zona de confort. En este disco hay como un acercamiento al erotismo y al deseo que aún no había podido experimentar. Siempre he sido muy cuidadoso con las letras y muy romántico también. Y pues obviamente mucho con el mundo del desamor... Pero para mí ese acercamiento al deseo siempre era como de una manera muy cuidadosa. En este álbum me ha dado la posibilidad de hacerlo, obviamente, a mí manera. El reto más grande era cómo hacerlo sin perder mi esencia y llevarlo a mi mundo. Hoy en día vivimos rodeados del morbo alrededor de la música y de lo que vende el reguetón. Pero hay una forma de decirlo, porque yo siento que puedes acercarte a esos temas de muchas maneras, pero el reto más grande era cómo hacerlo a mí manera.

Increíble. Digamos que ha sido de los duetos más retadores, en el sentido de que venimos de una escena musical muy diferente. Pero creo que fue precisamente eso lo que hizo que la canción fuera tan potente. Yo le mandé primero ‘Reina Leona’ y luego ‘Noches de verano’. Yo la pensaba a ella como a una Reina leona absoluta, no obstante, le llamó la atención la otra, porque sentía que no había hecho nada por el estilo. Ella tiene una relación muy especial con Madrid y la canción habla de noches de verano en Madrid. Básicamente le dije hazlo como tú lo harías. Yo necesitaba ensuciar la canción en el buen sentido de la palabra, quería que la canción tuviera un clímax y ese sería su pedazo. Para mí ella también es una persona que tiene un discurso muy potente. Es una de las voces que también iro de la comunidad LGTBIQ+.

Desde mi infancia, los ritmos tropicales siempre me han gustado porque es la manera como empecé a bailar y como adquirí ese goce por el ritmo en general. Y yo recuerdo mucho las canciones y las bachatas de Juan Luis Guerra, por ejemplo. El gran reto era cómo llevarlo a mi sonido y salió esta canción, que habla mucho del deseo y de la nostalgia de una persona que te genera adicción absoluta, pero que tiene una relación muy dañina y enfermiza. El ritmo de la bachata da mucho para jugar con el coqueteo y el erotismo de una manera juguetona.

Eso es lo más lindo. Esa es la razón por la cual hago música, y es algo que fui entendiendo con el tiempo. Es como una canción que en el momento que la sacas se vuelve de la gente. Y hace parte de sus vidas ya sea para dedicarla. Eso pasa mucho en ‘Un día en París’, que constantemente en los conciertos hay pedidas de mano y es un momento hermoso. En Guadalajara, México, hubo nueve pedidas de mano. Se vuelve un lugar donde la gente encuentra ese espacio para celebrar su amor con la persona que lo rodea.

Para mí, los conciertos son como el lugar de encuentro, un ritual donde la gente se sieente muy libre. Ves que es un evento en donde pueden ser ellos mismos. Te encuentras con familias completas de niños, con los papás y personas diversas de la comunidad LGTBIQ+. Porque existe este estereotipo de que como yo soy un artista abiertamente gay, entonces solo hago música para los gays, pero la música es música.

Yo creo que siempre hay algo que me pregunto cuando voy a cantar una canción o hacer algo en el escenario, o cuando voy a tomar una decisión sobre mi vida artística y es: ¿Cómo esto me representa? Porque si bien uno puede llegar a ser una voz para la comunidad, yo no soy el que sé para a dar una charla, porque no es mi fuerte. Para eso hago mis canciones, desde mi realidad o desde las cosas que yo veo. Por ejemplo, con la canción Reina Leona o en Milagrosa, que son canciones inspiradas en las chicas trans.

Ay, yo no sé. Es que los Grammys son tan impredecibles, en general. Yo siento que el álbum con el que estuve nominado al Grammy no era mi mejor álbum. Para mí,  es mil veces mejor los que vinieron después. Hasta ahora el premio más grande es ver cómo la gente recibe la música. Antes me importaban más los Grammy, hoy en día no tanto. Pero con los brazos abiertos recibiría una nominación y me quedo feliz con una nominación. Y si uno se llega a ganar el Grammy, ni se diga. El Grammy más grande que puedo tener es ver cómo la gente recibe la música y lo que vivo en los conciertos, que es donde se ve todo.

LINDA DONADO RUDAS - ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO 

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