En programa radial uno de los istas dice “todo el mundo”, y otro le protesta, “no todo el mundo”, a lo que el primero concede, “bueno, no todo el mundo”.
Comentario: El primer ista usa una hipérbole, figura literaria y retórica que acude a la exageración, para hacer más viva la expresión de la idea. Las hipérboles las usamos a diario: “mil y mil” (gracias), “te llamé un millón de veces” (te llamé varias veces), “todo el mundo” (la generalidad de las personas).
El segundo ista usa un lenguaje asertivo, muy de moda ahora, en el que hay que dar los datos precisos, “te llamé cuatro veces”, “no todo el mundo, sino siete personas”.
En el lenguaje asertivo no se puede decir “elefante blanco”, sino estrictamente “carretera de 7 kilómetros que no lleva a ningún destino” o “acueducto terminado que nunca entró en funcionamiento”, ni “choque de trenes”, sino “enfrentamiento entre las altas cortes”, ni “ruido de sables”, sino “conato de golpe de estado militar”.
En el lenguaje asertivo no se “hace el amor”, ni se “toma el pelo”, ni se “mama gallo”, ni se “tiene filo” (hambre), ni mucho menos se “raja” alguien (reprueba). Se pierde toda esa riqueza léxica, producto del ingenio popular, y consecuentemente se empobrece la comunicación. ¡Vivan las figuras retóricas que hacen más amable la vida! ¡Todo el mundo lo sabe!
Aprendiente
Pregunta la lectora Marta García: En la nota sobre reciente reporte de la Unesco acerca de la educación, veo dos veces la palabra “aprendiente”. ¿No es mejor usar las voces tradicionales “alumno”, “estudiante”?
Respuesta: También es válida, además de “alumno” y “estudiante”, la palabra “aprendiente”, participio presente al verbo aprender, como “amante”, “cantante”, “dirigente” lo son de amar, cantar, dirigir. Está en el Diccionario de la lengua española, DLE, 2014, con lema propio, en letra azul.
Yerna
Pregunta el lector Isidro Álvarez: ¿Es correcto referirse a la esposa del hijo como “yerna”? He oído que en algunas partes dicen “nuera”, pero donde yo vivo se dice “yerna”.
Respuesta: Es correcto. Así como al esposo de la hija se le dice “yerno”, a la esposa del hijo se le puede decir “yerna”. Está en el DLE, con lema propio, en letra azul. El registro dice que tal uso se da en Bolivia, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Colombia. El Diccionario de americanismos, 2010, agrega que también se usa “yerna” en Chile y Bolivia. Por cierto, “nuera” no viene de la locución “no era”, sino de la palabra latina nurus, ‘hija política’.
Por culpa de
Cita: “Tocó muchas puertas, pero ninguna se le abrió de la manera que lo esperaba, esto gracias a que no tenía neutralizado su acento paisa”.
Mejor: “… esto por culpa de su acento paisa no neutralizado”, pues “gracias a” es para algo bueno, “entró a Caracol gracias a su simpatía y belleza”, y no para algo malo, como se alude aquí al acento paisa no neutralizado.
Achucharrado
Pregunta la lectora Milena Rojas: ¿Es correcto hablar de los carros achucharrados del club El Nogal como lo hace en su remembranza el columnista Armando Silva?
Respuesta: Sí es correcto. Los carros quedaron “achicharrados”, del verbo achicharrar, ‘quemados’, pero también quedaron “achucharrados”, del verbo achucharrar, ‘aplastados’, ‘estrujados’.
FERNANDO ÁVILA*
*Experto en redacción y creación literaria
@fernandoav
Más noticias en EL TIEMPO