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Sergio Moya: 'La celosa es Juanita, la dueña de la casa'

El juglar y reconocido compositor de 'La celosa' y 'El contrabandista' contó su historia en BOCAS

Sergio Moya es nacionalmente conocido por ser el compositor de La celosa y El contrabandista.

Sergio Moya es nacionalmente conocido por ser el compositor de La celosa y El contrabandista. Foto: Eduardo Balcázar

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Esta conversación con Sergio Moya Molina –nacido en Valledupar en 1941 y nacionalmente conocido por ser el compositor de La celosa y El contrabandista– hace parte de un grupo de 25 entrevistas a los juglares vallenatos de Colombia que son el eje de Leyenda viva, el alma de un pueblo, un documental con mucho acordeón que acaba de estrenarse en las salas de cine del país.
La edición #119 de la Revista BOCAS está en circulación desde el domingo 31 de julio de 2022.

La edición #119 de la Revista BOCAS está en circulación desde el domingo 31 de julio de 2022. Foto:Eduardo Balcázar

Sergio Moya Molina es una leyenda en el mundo vallenato. En el interior del país, su música es conocida principalmente por un tema que hace ya casi treinta años grabó Carlos Vives en Clásicos de la Provincia y que la puso en boca de todos: La celosa.
“Cuando salga de mi casa y me demore por la calle no te preocupes, Juanita, / porque tú muy bien lo sabes que me gusta la parranda y tengo muchas amistades”. Una de las más cantadas, discutidas y simpáticas canciones vallenatas que se hayan escrito hasta nuestros días. Una obra tan pintoresca como maestra que, por cuenta del machismo, nunca estuvo exenta de polémica.
Moya nació en Valledupar el 27 de abril de 1941. Comenzó en la música como cantante de boleros, baladas y rancheras. Sin embargo, el sonido del acordeón era su destino. Escribió, entre otros éxitos, Tú verás, Fortuna y desdicha, Amiga y mujer, La incorregible, La competencia, El conquistador, Cosas bonitas y El contrabandista (también grabada por Carlos Vives).
Esta entrevista con el maestro Moya Molina hace parte de un grupo de 25 conversaciones con los juglares vallenatos de Colombia que quedaron registradas en Leyenda viva, el alma de un pueblo, un documental con mucho acordeón –y mucho corazón– que acaba de estrenarse en las salas de cine del país.
En unos días se estrenará una película que recorre los vientos del vallenato y toda la historia que estos han atravesado de la mano de grandes juglares.

En unos días se estrenará una película que recorre los vientos del vallenato y toda la historia que estos han atravesado de la mano de grandes juglares. Foto:Youtube - EL TIEMPO

Maestro, ¿qué es el vallenato?
Es una expresión musical de la región que la hemos convertido en nuestra música nacional. Una música donde nosotros expresamos nuestras costumbres, nuestro acontecer diario. La manera de expresar, cantando, nuestros aconteceres diarios. Esa es la mejor definición.
¿Cómo encontró usted el género del vallenato?
Estás diciendo bien, que yo lo encontré. Cuando yo nací, ya estaba la música vallenata. Nací precisamente acá en Valledupar, rodeado de esta música. Ya estaba regada en toda la región. En una forma todavía muy incipiente, porque había todavía muy pocos juglares, como surgieron después. Pero estaban pocos, los de la base, como Emiliano Zuleta, estaba Chico Bolaños, había un señor muy popular acá que se llamaba Chiche Guerra, estaba Samuel Martínez, de La Loma. Eso era, cuando yo nací, los juglares más populares de la época, Abel Antonio Villa, Lorenzo Morales, Emiliano Zuleta, los de la base de la piqueria. Claro que yo vine a percibir eso cuando ya tenía cimientos. Cuando tenía ocho, diez años en adelante fue cuando vine a percatarme de eso. Ahí me di cuenta en qué ambiente estaba viviendo. Entonces se asomaron ya las composiciones, transformarme en compositor, que fueron formalmente a partir de doce, quince años, por ahí.
¿Y el conjunto era como lo conocemos hoy?
El conjunto no era como el conjunto de hoy, era un conjunto de tres personas nada más: caja, guacharaca y acordeón, y había algunas fiestas en donde empleaban también las maracas, y un redoblante. Aquí llegaba esa modalidad de música vallenata y en esa época le llamaban colita, que la usaban únicamente para las fiestas donde había baile y eso. A ese tipo de fiestas las llamaban colitas, vamos a la colita de los tales…
Sergio Moya en BOCAS

Sergio Moya en BOCAS Foto:Eduardo Balcázar

¿Y ahí comenzó a componer?
Ahí ya. Cuando pasé los quince años en adelante comencé a hacer algunas coplas o versos que les decimos aquí, en algunas fiestas donde yo asistía. “Llamen a Sergio Moya Molina, llamen al hijo de Sergina para que haga unos versos aquí”, decían. Así de pequeño empecé a componer, haciendo coplas en las parrandas; así empecé a improvisar yo en las coplas o los versos.
¿Todo era improvisado?
Yo no sabía que era compositor, simplemente se me ocurría hacer un verso al acontecimiento del momento. Pero la verdad es que la figura del compositor, como es ahora, eso no existía en esa época. Inclusive, creo que a cualquiera podía ocurrírsele hacer un verso en una parranda, sin ser compositor; eso hacía yo. Lo que pasa es que lo mío fue creciendo y creciendo, fue constante, hasta que me convertí en compositor de canciones, que fue cuando ya me titularon compositor, cuando ya pasé de los veinte años, que ya parrandeaba.
¿Cuántas composiciones tiene?
Yo soy contador público y resulta que no he llevado contabilidad de mis canciones [risas]. Pero creo que pasan de cien, ese es el cálculo que tengo, grosso modo. Algunas hasta ya las he perdido, se me han olvidado, son canciones que no las canto nunca, en ninguna parte, se le van olvidando a uno.
¿Qué decían sus papás sobre el hijo que empezaba a componer?
Yo me crié con mi mamá. Seguramente la cuestión del canto la heredé de ella, que cantaba música vallenata, rancheras, boleros, que eran muy frecuentes en esa época de los cincuenta. Ella cantaba los boleros de la Sonora Matancera, Celia Cruz, Los Panchos, el Trío La Rosa. Con esa música me fui familiarizando y yo cuando muchacho empecé a cantar esas cosas. Del lado de mi papá, él era decimero. Acá hay una modalidad de coplas que les llaman décimas, unas estrofas de diez versos. En esta región era muy común las décimas, pero eso ya se acabó por aquí; la veo que la cultivan mucho por el Atlántico, por Bolívar, hay unos decimeros. En esa época hacían una especie de piquerias en décimas. Iban a una fiesta e invitaban a tres o cuatro decimeros para que hicieran una especie de piqueria ahí. Eso lo presencié cuando era niño.
Lo mío fue creciendo y creciendo, fue constante, hasta que me convertí en compositor de canciones, que fue cuando ya me titularon compositor, cuando ya pasé de los veinte años, que ya parrandeaba
Hay una influencia grande en usted entonces por las baladas, los boleros, las rancheras.
Rancheras sí cantaba bastante. Y los boleros. Me buscaban mucho para cantar serenatas que, en esa época, el vallenato no era bien visto en serenata, era como una música corroncha. Entonces íbamos a poner una serenata y cantábamos boleros y rancheras.
¿Cuándo cambió eso?
En la época de los cincuenta, llegando a los sesenta. Ya eso se fue transformando y fue cogiendo la música vallenata más importancia. Sobre todo cuando nació el Festival, por allá en el 68, fue cuando el vallenato se plantó en Colombia, y quizá en el mundo, como la música que manda en cuanta parranda hay.
La cacería, ¿esa fue su primera canción?
Fue una de las primeras. Y me salió en ese aire de puya porque en esa época yo tenía un amigo que fue el ganador del cuarto Festival de la Leyenda Vallenata, Alberto Pacheco, que se alojó aquí en mi casa la primera vez que vino aquí a Valledupar. Él se estaba preparando para el Cuarto Festival de la Leyenda Vallenata y lo alojé aquí en mi casa. Y precisamente ganó interpretando esa puya, La cacería. Eso me sirvió para que me conociera la gente. “Yo salí de cacería con mi escopeta terciada” [canta]. La temática la tomé de mi papá, era una décima de mi papá.
¿Y su papá alcanzó a verla editada?
No. Desafortunadamente no, porque él murió precisamente en esa época en que nacía el Festival Vallenato; estaban apenas comenzando los festivales.
Cuénteme sobre el Trío de Oro.
El Trío de Oro es uno de los acontecimientos más importantes que ha habido en mi vida y quizá en la vida de cada uno de los tres compositores que lo conformamos: Hernando Marín, Máximo Movil y yo. Yo fui invitado a un festival de Fonseca, un Festival del Retorno, uno de los primeros, no sé si el cuarto o el quinto. Cuando me subí a la tarima alcancé a ver un muchacho que se subió también detrás de mí. Pero había un portero en las escaleras que no lo dejaba entrar y lo vi discutiendo porque no lo dejaba subir. Les dije: “¿Por qué no dejan entrar al muchacho ese?”. Yo le hice señas para que lo dejaran pasar. Lo primero que hizo fue darme un abrazo tan fuerte que casi me rompe las costillas y me dijo: “Usted es Sergio Moya Molina; usted no sabe las ganas que yo tenía de conocerlo”. Así nos conocimos nosotros. Y entonces él me presentó a Máximo Movil. No eran muy buenos amigos todavía, apenas estaban conociéndose. Qué casualidad que casi el mismo día nos conocimos, y hubo una química entre los tres. En esa época que nos conocimos fue que hicimos las mejores canciones, porque se creó una especie de competencia muy cordial. Cuando el uno hacía una canción, el otro quería hacer otra mejor. Surgieron entonces las parrandas de José Parodi.
Sergio Moya en BOCAS

Sergio Moya en BOCAS Foto:Eduardo Balcázar

¿Y entonces viajaban por la región?
Nos hicimos tan populares que no había parranda en la región donde no quisieran tenernos a nosotros. En esa época llegó la fiebre esa de los marimberos y esos fueron los que más nos acapararon a nosotros entonces. Cuanta parranda tuvieran los marimberos esos de Fonseca para allá, Riohacha y todo eso, uno de ellos era Lucky Cotes, y nosotros fuimos los principales compositores de los marimberos esos. Después de nosotros surgieron en esa época Romualdo Brito, Adaníes Díaz, Roberto Calderón, que nació donde José Parodi como compositor, un muchachito tímido. Un día llegó y dijo: “Yo tengo unas cancioncitas aquí para ver si las puedo tocar”, y dijimos: “Dejen tocar al muchacho”, y empezó Roberto y vimos un compositor de calidad. El que nace como compositor desde el comienzo ve uno si va a ser bueno o malo. Y Roberto desde el comienzo vimos que tenía mucha madera. Así fue como empezó El Trío de Oro, y que nos separó la muerte, infortunadamente.
Cuénteme sobre los trofeos que tiene adentro. ¿Cuál es el más reciente?
El más reciente creo que es uno que me dieron aquí el año pasado en el Festival Vallenato. El Rey de Reyes. Ese es el más reciente. Me dieron el segundo lugar.
¿Y cuál es el premio más significativo?
Quizás ese. O cuando gané el concurso de la canción inédita aquí en Valledupar, el primer puesto.
¿Esa fue con Recuerdos de viejos tiempos?
Con esa gané [canta]: “Ay, mi valle, lindo valle, pa´ qué te volviste grande, si cuando eras un pueblito tu ambiente era más bonito”. Yo no me acordaba de esa canción ya, se me había olvidado. Esas canciones que no acostumbro a cantarlas en las parrandas, a uno se le olvidan; uno tiene más presente lo que está cantando en las parrandas frecuentemente y esa canción no es de parranda, rara vez me la piden.
Creo que siempre le preguntan por la historia de La celosa…
La celosa es Juanita, la dueña de aquí de la casa. La señora que viste ahora. Juanita ya no es así tan celosa como en esa época, esa fiebre le va pasando a ella y a uno también [risas]. A uno también se le va apagando eso, ¿cierto? [risas]. Entonces esa canción la hice a raíz de lo inquieto que era yo en esa época con tantas mujeres y lo asediado que era por las mujeres y los celos de ella, muy lógicos, ¿no? Ninguna mujer quiere que le estén vapuleando a su marido así, ¿cierto? Hasta razón tenía ella, y yo que le sellara con risa esas cosas entonces a ella no le gustaba [risas]. Entonces de ahí surgió La celosa, porque ella me cantaleteaba mucho con eso y me formaba a veces unos problemas que me molestaban mucho, pero yo sabía que tenía razón ella, pero eso me dio base para componer la canción de La celosa. Y me dio muy buenos resultados porque ella se moderó un poco y además la canción nos dio muy buenos dividendos, tanto económicos como de relaciones públicas y amistades, y me hizo muy popular esa canción, sirvió para eso, eso arregló la cuestión del hogar y muchas cosas también. La celosa dio la base para empezar a hacer esta casa y todo [risas]. O sea, que para algo sirvió el tema. Es la que más me piden, sí. Después de La celosa hice una que se llama Las disgustadas, porque algunas amiguitas de las que tenía yo por ahí empezaron a protestarme por lo que yo cantaba en la canción La celosa [canta]: “Yo nunca imaginé que una de mis canciones me fuera a ocasionar molestias amorosas. Mis amigas quedaron inconformes por lo que le compuse a la celosa”. Eso es real, es que estamos cantando una realidad ahí. Esa la grabó Jorge Oñate con Emilianito Zuleta.
¿Y cómo es la historia de la que siguió después de La celosa con el tema El M-19?
También haciendo énfasis en el tema de los celos de la mujer. Metiéndole miedo, que el M-19 me había dicho: “Le vamos a quitar esa mujer para quitársela de encima”. Yo le dije a ella que había llamado al M-19. [Canta]: “Hace poco que recibí una carta que me mandó el M-19, y me dicen en forma de amenaza que están reclutando a las mujeres. Y me dicen en forma de amenaza que están reclutando a las mujeres. Eso para mí no es un problema, si lo que me causa es alegría, ojalá que vinieran por la mía para ver si así salgo de pena. Me parece que el M-19 se quiere llevar a mi morena, ojalá sea verdad que se la lleven para que se acaben mis problemas. Ellos buscan mujeres valerosas, que quieran meterse a guerrilleras, por eso prefieren las celosas, que son atrevidas y peleoneras” [risas). Y en el último verso, ya para cerrar dice: “Mi mujer, que era tan celosa y guapa, de pronto se ha puesto muy amable. Desde que me mandaron esa carta la veo cariñosa y adorable. Las noticias del M-19 parece que ya la corrigieron. Le voy a pedir a los guerrilleros, si sigue así, que me la dejen”. Buscando darle la vuelta para que la mujer se quedara [risas].
Poster Película Leyenda Viva (2022) Un viaje musical de la mano de algunos de los grandes compositores de la región vallenata ¿Qué es el Vallenato? ¿Dónde nació? ¿Qué es la trifonía vallenata? ¿Qué eran los llamados juglares? ¿Cómo es el rol de la mujer en el vallenato? ¿Es cierto que Cien años de soledad es un vallenato? ¿Cuál es el futuro del vallenato?

Poster Película Leyenda Viva (2022) Un viaje musical de la mano de algunos de los grandes compositores de la región vallenata ¿Qué es el Vallenato? ¿Dónde nació? ¿Qué es la trifonía vallenata? ¿Qué eran los llamados juglares? ¿Cómo es el rol de la mujer en el vallenato? ¿Es cierto que Cien años de soledad es un vallenato? ¿Cuál es el futuro del vallenato? Foto:Leyenda Viva

¿Y cómo es la historia de Fortuna y desdicha?
La historia de Fortuna y desdicha es como una reflexión que hago de lo que pensaba la gente de las parrandas, de cómo disfrutaba la gente en las parrandas con el canto mío y eso; entonces yo hago una reflexión sobre eso. Hablo de la fortuna que es lo que es divertirse uno como yo lo hacía, en la parranda y con los amigos, y lo infortunado que es porque tienen algún sufrimiento, porque pierden algún amor o pierden algún amigo o cualquier cosa que se pierda, sentimentalmente lo afecta a uno, y eso lo llamé el infortunio, eso es lo que habla la canción, de la desdicha. Fortuna y desdicha, hablo de las dos cosas, hago una comparación de las dos cosas. Cómo es feliz uno y cómo se sufre cuando se tiene un infortunio. Esa es un poquito después de La celosa, del año 75 o 76 por ahí, finales de la década del setenta. Es una reflexión que hago yo, poniendo la diferencia que hay entre ser afortunado y ser desdichado, o sea, tener un problema en la vida y también gozar de un triunfo y esas cosas; que todos tenemos momentos buenos y momentos malos, un parangón. La canción, sin tener que explicar tanto, describe lo que yo quiero expresar en la idea, Fortuna y desdicha [Canta]: “Qué fortuna la del hombre enamorado cuando vive apasionado de un amor correspondido; es dichoso entre amigos y parrandas, tiene música en el alma y alegría en el corazón. Vive momentos de gran emoción que no se pueden echar al olvido porque se quedan del alma prendidos y el sentimiento se vuelve canción. Qué desdicha la del hombre enamorado cuando ha sido despreciado del amor que ha perseguido”. Así es.
¿Cuál de sus canciones es la que más le gusta?
De las canciones mías es esa, precisamente, pero si queremos hablar de las canciones nuevas es, por ejemplo, El tiempo.
Que está recién grabada por Silvestre Dangond.
Sí. Muy buena grabación que hizo Silvestre. Esa canción prácticamente no tiene historia, porque yo se la hice a un acontecimiento que es el tiempo, de cómo vive uno el tiempo, y la huella que ha hecho el tiempo en mi vida, a eso me refiero yo. Cómo he vivido yo mi tiempo, entonces yo hablo de que el tiempo a veces le niega a uno oportunidades. Hay cosas que uno hace, hay cosas que uno deja de hacer porque no tiene tiempo. Entonces, en cierta forma, el tiempo a veces es un enemigo de uno, porque no le da espacio para hacer lo que uno quiere, entonces es cuando yo digo que el tiempo se ha convertido en mi peor enemigo, porque me está quitando las cosas queridas.
Me interesa saber ¿cómo llegó Silvestre a esa canción?
Bueno, aquí nosotros los compositores popularizamos las canciones primero en parrandas. A cuantas parrandas nos invitan, nosotros cantamos las últimas canciones que tenemos y las que más nos gustan, y a veces hay gente con grabadoras ahí, que las van difundiendo, y no sé de qué manera llegó a oídos de Silvestre que yo tenía una canción titulada El tiempo, que la canté en tal parte. Y cuando me vino a ver aquí, me dijo: “Compadre, que vengo a ver qué tiene usted por ahí”. Le dije: “Canciones es lo que tengo”, y saqué un poco de canciones que tenía, y me dijo: “No, no, específicamente vine a buscar la canción El tiempo”. Le dije: “Compadre, esa es de las últimas”. “Bueno, esa es la que quiero yo”. Entonces la cantamos ahí entre los dos, ya él como que se sabía algunos versos, y se la llevó. [Canta]: “El tiempo se ha convertido en mi peor enemigo, porque me está quitando las cosas queridas. Se lleva la juventud de mis años floridos y al fin se va llevando hasta mi propia vida. Ya me quitó la niñez de mis hijos y hoy no puedo verlos jugando en el patio. La juventud de mis viejos queridos, hoy solo han quedado plasmados en retratos. También se fueron algunos amigos que andaban conmigo cuando era muchacho. También se fueron algunos amigos que andaban conmigo cuando era muchacho”. ¡Eso era!
¿Cómo quiere ser recordado?
Con mucha alegría y con esa emoción que les impongo yo a mis canciones; no quiero que haya tristezas. Como el hombre alegre que soy yo. De pronto un poco sentimental las canciones, pero un sentimiento más bien de alegría, no es un sentimiento de dolor el que yo expreso. Sentimental, pero expresando un sentimiento alegre, así quiero que me recuerden. Muy pocas veces yo estoy triste o abatido; yo no tengo esa figura de que amanezca de mal humor o muy triste. Soy un hombre alegre y cualquier problema que yo tengo, lo minimizo, siempre me parece que voy a solucionar todo. Yo nunca veo un problema grande que no tenga solución, ese soy yo, ese es el sentir mío.
Gracias por leer. 
Edición #119 Julio - Agosto 2022

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