La muerte de al menos seis personas durante un tiroteo en un desfile de Día de la Independencia en Highland Park -ciudad cercana a Chicago-, en Illinois, encendió una vez más la alerta en Estados Unidos ante el preocupante incremento de los incidentes de tiroteos.
El principal sospechoso es un hombre identificado como Robert Crimo, quien, según las autoridades, estaba perfilado por tener antecedentes violentos. Este lunes, Crimo habría abierto fuego con un arma de grueso calibre contra la multitud que se congregaba para celebrar una de las festividades más importantes de Estados Unidos.
Según datos de la organización sin ánimo de lucro Gun Violence Archive, recopilados por el diario The Washington Post, en 2022 ha habido al menos 232 tiroteos en este país en los primeros cinco meses del año.
En otras palabras, no ha pasado un día de la semana en los que no haya habido incidentes de tiroteo, según registra ese medio. En 2021, en el mismo periodo, se produjeron 240 tiroteos masivos, entendidos como un cruce de disparos en los que mueren al menos cuatro personas (sin contar el o los atacantes).
Por su parte, el incidente ocurrido el pasado 4 de julio, al igual que los acontecimientos del 14 de mayo -cuando un joven de 18 años mató a 18 personas en un supermercado en Buffalo- y del 24 de mayo -en el cual murieron 21 personas en la escuela primara Robb, en Uvalde-, se enmarca en la categoría que el FBI define como ‘active shooter incident’.
Un ‘active shooter’ (pistolero activo) es un individuo activamente decidido a matar o intentar matar personas en una zona concurrida o con alta afluencia de personas.
De acuerdo con esa oficina, un 'active shooter' (pistolero activo) es un individuo activamente decidido a matar o intentar matar personas en una zona concurrida o con alta afluencia de personas. Por lo general, estas personas usan una o más armas.
La Unidad de Datos de EL TIEMPO consultó las cifras oficiales del FBI sobre dichos incidentes, los cuales muestran una realidad preocupante: desde el comienzo de este siglo, 2021 fue el año en el que más ataques de este tipo se han producido en Estados Unidos. Y, como si fuera poco, desde 2019 se evidencia una fuerte tendencia al alza.
En total, desde el año 2000 hasta 2021, se reportaron 434 incidentes de ‘active shooters’ en EE. UU., que le costaron la vida a 1.203 personas en total y dejaron heridas a 2.055, según el FBI. Los atacantes son en su gran mayoría de sexo masculino: de los 448 pistoleros identificados, 427 eran hombres y 17 eran mujeres. Cuatro aparecen como ‘no especificado’ en el informe de la oficina de investigación estadounidense.
En cuanto a su destino final, tres de cada cuatro asesinos de este tipo termina en prisión o se suicida. Según las cifras del FBI, entre 2000 y 2021, 204 atacantes (es decir el 45 % del total) fueron atrapados por las autoridades, mientras que 137 (el 30 %) se suicidaron. Hubo 85 que murieron a manos de las autoridades y tan solo 11 lograron escapar. En 10 casos, los ciudadanos mataron al atacante. Finalmente, en una ocasión el delincuente murió por accidente de tránsito.
Para 2021 se produjeron 61 ataques de estos pistoleros en 30 estados, de los cuales el FBI clasifica como masacres, pues murieron tres o más personas (sin contar al atacante).
Las cifras del año pasado representan un aumento del 52,5% frente al 2020, cuando se registraron 40 ataques.
En 2021, por dichos ataques, murieron 103 personas y 140 resultaron heridas. Esto representa un alarmante incremento del 171 % en el número de personas fallecidas frente al año inmediatamente anterior, en el que se registraron 38 víctimas mortales.
Pistoleros jóvenes
El incidente en 2021 con el mayor número de muertes ocurrió en una tienda de abarrotes llamada King Soopers, ubicada en Boulder, Colorado. Allí, 10 personas fueron asesinadas por un joven de 21 años llamado Ahmad Alissa, quien fue herido y posteriormente capturado por las autoridades.
Robert E. Crimo III, el sospechoso de ser el autor de la más reciente masacre, en Illinois, tiene 22 años. Según lo que se conoce hasta el momento, la policía lo describió como “peligroso”. Se identificaba como ‘Awake the rapper’ y en sus redes sociales solía publicar contenido violento.
La edad de Alissa y Crimo, además de los atacantes de los incidentes de mayo pasado en el supermercado en Buffalo y la primaria en Uvalde, muestran coincidencia con el perfil general de los ‘active shooters’ identificados desde el 2000 hasta el 2021: hombres jóvenes menores de 40 años.
Según los informes del FBI, de los 61 pistoleros que protagonizaron incidentes en 2021, solo una era mujer. Además, el 52 % de los atacantes tenía entre 19 y 34 años. En general, la mayoría terminaron capturados (30) o se suicidaron (11). Tan solo uno logró escapar.
UNIDAD DE DATOS EL TIEMPO
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