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Selección Colombia, un equipo de segundos tiempos... (Meluk le cuenta)
Colombia tenía que ganar y lo hizo. El 1-0 sirve pero no se pueden fallar los goles que se fallaron.
Dicen que las segundas partes nunca son buenas. Sin embargo, la Selección Colombia al mando de Néstor Lorenzo es –y ha sido– un equipo de segundos tiempos”.
Esa frase está entre comillas porque es un autoplagio. Sí. Así empecé mi columna del pasado 24 de marzo, cuando comenté y analicé el amistoso 2-2 contra Corea del Sur. Y lo hice porque no era la primera vez que Colombia ‘resucitaba’ de un primer tiempo entre cavernas de oscuridad. Antes le había pasado contra Guatemala. También le ocurrió contra México. Y anoche le pasó otra vez, contra Venezuela en la victoria 1-0 en la apertura de la eliminatoria suramericana para el Mundial 2026.
¿Qué les dirá Lorenzo en el camerino a los jugadores? ¿Les rezará un conjuro para exorcizar el mal juego y ahuyentar las torpezas? ¿Se convierte en un ‘Lobo de Wall Street’ que abre los brazos, da una arenga emocional y emocionante a los gritos y motiva a sus futbolistas que salen a comerse el mundo y se devoraran al rival?
En fútbol, es evidente que le mete la mano a la nómina, cambia unas fichas y acomoda otras.
Selección Colombia. Foto:EFE
Colombia y Lorenzo nos repitieron la película: un primer tiempo malo, oscuro, en el que Venezuela, que esperaba cerrada con doble muro de cuatro jugadores y contragolpeaba, creó las mejores opciones de anotar.
¿Qué pasó en la primera etapa? Con la misma formación que le ganó a Alemania 0-2 en el último amistoso, la salida y la tenencia de la pelota estaban en poder de Mina y Lucumí, los centrales que son voluntariosos, pero ninguno tiene un guayo de Beckenbauer; y la apuesta ofensiva era el juego de bandas, que se atascó. Ni Díaz y Machado por la izquierda, ni Cuadrado y Muñoz por la derecha tuvieron claridad y se estorbaron incluso. Y el juego por dentro fue inexistente: Uribe, Arias y Borré eran fantasmas. Venezuela jugaba cómoda. ¡Qué enredada la tenía Colombia!
Para el segundo tiempo, Lorenzo mandó al campo a Carrascal y sacó a Cuadrado. Un detalle que no es menor: Carrascal primero que James y sobre Quintero, y a pesar de haberse sido el último en llegar a la concentración por su demora de dos días por retrasos aéreos. Al buen entendedor...
Partido entre Colombia y Venezuela, en Barranquilla. Foto:EFE
Y en la primera jugada del segundo tiempo, Carrascal, uno que sí piensa y sabe de salidas de juego, mandó a Arias un balón largo a la derecha, que fue a su zona natural (la que ocupaba Cuadrado), y tiró un centro exacto que cabeceó limpio Borré. ¡25 segundos, y listo!
Otra vez en el segundo tiempo, y rapidito, se hizo la magia, se obró el milagro, se exorcizó el mal juego y se ahuyentó la mala pata.
La Selección Colombia se va arriba con gol de Borré. Foto:Vanexa Romero. EL TIEMPO
Y con el marcador en contra, pues Venezuela soltó su amarras, porque no tenía de otra, y ya con espacios Colombia pudo meterle tres o cuatro y más cuando entraron James (recibió la cinta de capitán), por Arias, y Durán, por Borré.
Colombia tenía que ganar y lo hizo. El 1-0 sirve, ni más faltaba, pero no se pueden fallar los goles que se fallaron. Ojo con eso.
Fue una victoria natural, esperada y, por lo tanto, imprescindible en la cuentas. Bien se sabe que vencer a Venezuela, colera entre coleras, no clasifica al Mundial, pero perder contra ella y de local puede marcar la eliminación.
Dicen que las segundas partes no son buenas, pero Lorenzo y Colombia no creen en eso...