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Colombia derrumbó a Brasil 2-1 en una noche mágica de Luis Díaz
La Selección se impuso en Barranquilla en partido de la fecha 5 de la eliminatoria.
Fue Luis Díaz, el que más lo había intentado, el que más lo merecía, el iluminado que tenía el gol atragantado, el que quería liberarlo y gritarlo hacia las tribunas, donde su papá acompañó su coro, su emoción y sus lágrimas. Fue Luis Díaz el que hizo la gesta, el que anotó dos goles, dos cabezazos certeros, para que su papá y Colombia gocen y griten libertad, y griten victoria, dos goles para vencer a Brasil 2-1 en la eliminatoria, por fin.
Luis Díaz estaba motivado. Y cómo no, si su papá, Manuel, recién liberado tras su secuestro, estaba en la tribuna, libre, sufriendo con una derrota que no era justa, una derrota que no se merecía Colombia, pero ahí estaba Luis, con su cabeza de oro para cambiar la historia, para hacer la hazaña, para ser el héroe.
Colombia había sufrido mucho el partido. Lo sufrió desde el arranque, porque se encontró con una Brasil demoledora que a los 3 minutos ya le ganaba. Fue un comienzo de pánico para la Selección. Un corrientazo de nervios paralizó a esos 11 jugadores que quedaron como electrocutados por un rival que no era cualquier rival, era un monstruo de mil cabezas que arrancó el partido como si quisiera devorarse a Colombia a mordiscos.
El reloj recién pasaba los 3 minutos, recién el público calentaba las gargantas y alistaba las oraciones, cuando apareció esa ráfaga: Vinicius soplando como huracán, tocando, recibiendo, una tempestad, pared con Martinelli que sacó el puntillazo final y la pelota fue directo a un ángulo. Camilo Vargas se arrojó a ver si sus dedos hacían el milagro, pero no, la pelota fue a la red, 0-1, y fue cuando Colombia levantó la cabeza para mirar y darse cuenta de que al frente no había un Brasil común, lo que había era una bestia motivada.
Barranquilla 16 noviembre 2023. Encuentro entre Colombia y Brasil por las eliminartorias de la FIFA.
foto Vanexa Romero Foto:Vanexa Romero / El Tiempo
Colombia supo que no iba a ser sencillo empatar ni ganar. No iba a ser esta Brasil la versión más frágil de Brasil, aunque no tuviera a Neymar. Sin embargo, Colombia se puso de pie, sacó su espada afilada para ir a cortar esas cabezas monstruosas una a una, empezó a elaborar su fútbol, se acercó Carrascal con un remate, James lo hizo con un disparo, Luis Díaz apareció con su chispa de relámpago, con uno, dos, tres intentos, uno de ellos tras una maratónica cabalgata que no terminó en gol, pero que demostró que sí se podía, que él podía.
Con el pasar de los minutos Brasil reguló sus fuerzas. Dejó de ser el Brasil bestial que anotó ese gol tempranero, para ser un equipo más normal, que daba espacios, un equipo al que se le podía empatar y ganar. A los 26 minutos cayó uno de sus jugadores más bravos. Vinicius se fue lesionado. Brasil perdía un arma letal. Faltaba que Colombia desenfundara con decisión.
Barranquilla 16 noviembre 2023. Encuentro entre Colombia y Brasil por las eliminartorias de la FIFA.
foto Vanexa Romero Foto:Vanexa Romero / El Tiempo
En el segundo tiempo Colombia cambió para intentar atacar más. Díaz, que parece nutrirse de su propio cansancio, no desfalleció nunca. Quería gol, quería festejo, tenía sus motivos. Tuvo dos buenos remates que prolongaron su espera, hasta que llegó su hora: primero, un centro de Borja y un cabezazo para empatar el juego a los 75 minutos. Y su papá no lo podía creer, lloraba de emoción, pero quizá no imaginaba que la gesta no estaba completa. Cuatro minutos después, como un guerrero iluminado, Díaz recibió un centro de James y cabeceó otra vez, abajo, letal, para poner el segundo gol, el de su desahogo completo, el que hizo la gesta redonda, el que festejó con la euforia y la certeza de tener a su papá cerquita y de haber vencido a Brasil.
Reviva los goles del partido
El gol de Brasil, al minuto 4 de juego, de Martinelli.
Qué jugada de Martinelli para su gol ante Colombia…