Por estos días en Valledupar, sede de los Juegos Bolivarianos, Íngrit Valencia luce tranquila y concentrada. No está pegada al celular, escribiendo o llamando a su casa del barrio Hacienda la Reforma, en Ibagué, preocupada como mujer de hogar. “Hubo un cambio positivo en mi vida desde el año pasado”, anuncia sonriente la medallista de bronce del boxeo en Río de Janeiro 2016 y subcampeona mundial en Estambul, logro alcanzado apenas el 20 de mayo pasado.
Valencia disputará el oro de la categoría de los 51 kilogramos después de su victoria 5-0 sobre la guatemalteca Ailyn James, que le dio por el momento la medalla de plata. El gran cambio en su vida es que ahora, a diferencia del resto de la Selección Colombia, que lo hace en Bogotá, entrena en Ibagué, al lado de su pareja y timonel, Raúl Ortiz.
¿Por qué esa decisión?
Somos una pareja, pero también somos profesionales. Él como entrenador, yo como atleta y lo decidimos así. Quería estar cerca de mi hijo y en Bogotá me quedaba muy difícil. Propuse entrenar en Ibagué, para dedicarnos a mi deporte, como si estuviera concentrada. Estoy en la casa con mi hijo y hago lo que me gusta, que es boxear.
¿Desde cuándo esa decisión?
Después de los Juegos Olímpicos de Tokio (fue quinta). Tomé esa decisión porque me hace falta Jhojan Estiven. Él es un niño de 16 años. Me he perdido mucho y quiero estar más pendiente suyo. Es un joven que puede estar en un camino que puede desviarse si no está cerca de su mamá. Tomé esa decisión y me apoyó la Federación Colombiana de Boxeo y el Ministerio del Deporte.
La vemos más suelta en el ring, más creativa...
Raúl, con el paso del tiempo, ha venido aprendiendo mucho. Creo que ha perfeccionado muchas cosas en el trabajo que hacemos. Me conoce, conoce a las rivales y está muy enterado del boxeo femenino internacional. Esto ha hecho que él aprenda más y perfeccione mi boxeo. Yo siempre digo que trabajamos en calidad, no en cantidad. Esto nos ha ayudado para crecer: él como entrenador y yo como deportista.
¿Piensa en París 2024?
Sí. A pesar de que me dicen que soy vieja (33 años), creo que estoy pasando por el mejor momento de mi carrera deportiva. Me siento contenta y con mucha vigorosidad para seguir trabajando y dar lo mejor de mí para Colombia.
¿Qué hizo del 20 de mayo a hoy?
Bajamos las cargas de trabajo. No descansé o, mejor dicho, tuve un descanso activo: golpeé el saco, la guanteleta, sin intensidad fuerte. Repasamos las cosas. Es que hicimos cinco combates fuertes en el mundial.
Ganó plata en los Juegos de Trujillo 2013 y oro en Santa Marta 2017. ¿Qué opina de su rival en la final, la dominicana Miguelina Martínez?
Miguelina es una gran boxeadora. Respeto su boxeo. Será una pelea muy técnica y que gane la mejor. Quiero que este título se quede en Colombia.
¿Le llama la atención el boxeo profesional?
Me interesaría conocer esa rama. Es un honor y orgullo para una medallista olímpica y amateur pisar el boxeo profesional. Pero en mi peso no se escuchan muchas ofertas y la gente no se interesa mucho, pero si hay una propuesta lo pensaría, porque me gustaría hacerlo.
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