Confecámaras reveló en la apertura de su congreso en Cartagena que un total de 46.275 empresas, de una muestra de 299.565, incrementaron su tamaño y pasaron al siguiente nivel en el crecimiento medido por el tamaño de sus activos.
Así lo mostró el estudio de ‘Dinámicas de movilidad y crecimiento de las empresas colombianas’, en el que se señalan las características principales que han contribuido al crecimiento.
A lo largo de ocho años, y sobre la muestra, el 14,1 por ciento de las unidades que en el 2013 eran microempresas lograron un crecimiento suficiente para ser catalogadas como empresas pequeñas, medianas o grandes durante los años siguientes.
Por su parte, el 23,8 por ciento de compañías catalogadas como pequeñas en el 2013 pasaron a ser empresas medianas o grandes, mientras que un 19,4 por ciento de firmas medianas lograron pasar a ser empresas grandes.
En conjunto, las empresas que incrementaron su tamaño a la siguiente categoría representaron el 15 por ciento de la muestra.
“Las empresas colombianas son uno de los activos más importantes del país de cara al crecimiento productivo y económico, así como el bienestar social. Es importante entender sus dinámicas del tejido empresarial que han consolidado un entorno favorable del fortalecimiento de unidades productivas con un alto potencial de creación de valor y empleos”, aseguró Julián Domínguez, presidente ejecutivo de Confecámaras.
Por ejemplo, las empresas que crecieron en este periodo tienen en su estructura jurídica societaria la dedicación a actividades de extracción (34 por ciento), construcción (33 por ciento) y agricultura (27 por ciento); y están en la región Andina y Caribe.
Además, la mayoría de las empresas que incrementan su tamaño lo hacen permanentemente y aquellas que pertenecen a conglomerados empresariales crecen en una proporción superior a las que no pertenecen a ningún grupo empresarial.
También el 60 por ciento de microempresas exportadoras incrementaron su tamaño, frente a 13,4 por ciento de unidades micro no exportadoras.
Cuidar la confianza
Alejandro Werner, director del Georgetown Americas Institute y exdirector para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló que la reforma tributaria en Colombia debe negociarse más para no afectar inversión y empleo.
De acuerdo con el experto, el sistema tributario no debe distorsionar las condiciones económicas para que las empresas tengan las garantías y generen recursos, empleos y puedan aportar a la redistribución de la riqueza.
“No queremos que se limite el crecimiento, la creación de empleos, pues los objetivos redistributivos no se logran con la falta de empleos. Colombia ya ha partido de una base difícil porque se había pausado el impuesto a las empresas, así que debe cuidar los efectos de esos desincentivos a la inversión”, puntualizó.
Sobre la Reforma Tributaria, el experto internacional dejó en claro que, de acuerdo con sus análisis, una reforma para el país debería atacar al menos tres puntos esenciales: “Desde el punto de vista macroeconómico es un tema recaudatorio, cumplir con la con la regla fiscal, pero más allá de eso garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, de la deuda pública, de los equilibrios financieros en Colombia”.
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