Luego de aproximadamente 5 años de ser el CEO de Viva Air, Félix Antelo presentó su renuncia y se retiró argumentando problemas de salud, en medio de la difícil situación financiera que atraviesa esta aerolínea de bajo costo.
A raíz de esto, la compañía tuvo que dejar en tierra cinco de sus aviones por orden del dueño de estos, en medio de negociaciones que se adelantan para llegar a acuerdos por las acreencias.
Además, se vio en la necesidad de suspender 17 vuelos semanales que salían de Cali hacia Cartagena, Santa Marta y San Andrés, desde comienzos de este mes. Esta reducción en la oferta desde Cali se está reemplazando con conexiones a través de Medellín y Bogotá.
Viva Air ha manifestado en diferentes oportunidades que su "única salvación" para seguir operando en el país es que la Aeronáutica Civil apruebe la integración empresarial con Avianca, una operación que se viene estudiando desde agosto de 2022.
La decisión definitiva de la Aerocivil se conocería hacia mediados de marzo, después de que el pasado 18 de enero se dejara sin efecto, por "una irregularidad sustancial" en el trámite del proceso, el primer fallo que determinó que no era viable esta integración por los riesgos que representa para la competencia en el sector.
La respuesta que emita esta autoridad se conocerá luego del aval que se dio la semana pasada para que otras aerolíneas como Copa Airlines, Ultra Air y JetSmart puedan opinar sobre la integración de Avianca y Viva Air en la calidad de terceros interesados.
Además, se pidió la participación de la Superintendencia de Transporte para que, como entidad que ejerce control y vigilancia, pueda aportar elementos de utilidad para el análisis de la operación entre estas dos aerolíneas.
Las otras opciones de Viva Air
Cualquier negociación con Latam, JetSmart u otro tercero tomaría un tiempo considerable sin que exista aún certeza de que se pueda acordar una transacción
El pasado 10 de febrero Viva Air anunció que entrará a un proceso de recuperación empresarial que tomará tres meses con el fin de reestructurar sus deudas a través de una negociación con sus acreedores principales para seguir operando bajo condiciones sostenibles.
La crisis que enfrenta la compañía se debe a una combinación de los efectos del covid-19, la devaluación del peso colombiano frente al dólar y un alto costo del combustible de avión.
Sin embargo, Castlesouth Limited –accionista controlante– manifestó que cualquier negociación con Latam, JetSmart u otro tercero tomaría un tiempo considerable sin que exista aún certeza de que se pueda acordar una transacción.
Incluso, si se lograra llegar a un acuerdo, este estaría sujeto a un periodo de espera adicional para obtener las autorizaciones regulatorias aplicables. Pero, según Castlesouth Limited, este es un tiempo que Viva no tiene para mantenerse en el mercado.
De llegarse a aprobar esta alianza, Latam propone que esté condicionada a que Viva devuelva el 100 por ciento de los slots (permisos de aterrizajes y despegues) que tiene del aeropuerto El Dorado para que se puedan repartir entre las demás aerolíneas, según la regulación existente en Colombia, con el fin de darles oportunidades de crecimiento.
Pero la propuesta de Wingo no solo incluye la devolución de "un número significativo de slots en franjas horarias de alta demanda" en El Dorado, sino también slots y posiciones de parqueo en otros aeropuertos congestionados como el José María Córdova de Medellín y el Rafael Núñez de Cartagena.
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