Revisión tecnomecánica: ¿Cuál es el origen de la medida y su importancia?

Para 2023 hay algunos cambios presupuestales que debe tener en cuenta.

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La revisión tecnomecánica (RTM) es una obligación ciudadana que tiene como finalidad salvaguardar la vida y preservar la conservación del medio ambiente a través del cuidado permanente del estado de los automotores en el país: motos, buses, automóviles y todo aquel vehículo motorizado que preste servicio público de manera terrestre.

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Para ello, existen Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) en todo el país que certifican a su vehículo como apto para andar por las vías de todo el territorio nacional. En estos puntos se realizan pruebas las cuales verifican el desempeño óptimo de luces, frenos, suspensión, dirección, emisión de gases, llantas, entre otras, que le avisarán de un posible deterioro en el automotor con el fin de evitar un accidente.

El señalado agresor fue capturado. Foto:iStock

Estos parámetros están regidos bajo estatutos internacionales que determinan cuál sería el perfecto funcionamiento de los medios de transporte terrestre, según el modelo y la marca. Así mismo, se intenta corroborar que los vehículos, además de poderlo transportar, sean seguros con los ocupantes y los transeúntes.

“No realizar la revisión tecnicomecánica y de emisiones contaminantes en los plazos, o cuando aún portando los certificados correspondientes no cuenta con las condiciones tecnicomecánicas y de emisiones contaminantes, el vehículo será inmovilizado”, según dice la infracción C-35 del Código Nacional de Tránsito.

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Las personas que no cumplan con esta obligación deberán pagar una multa de 15 salarios mínimos, que corresponden a 580 mil pesos. Sin embargo, si usted realiza el curso pedagógico entre los primero cinco días hábiles de la infracción tendrá un descuento y deberá facturar $290.000 pesos; ahora bien, si lo hace en los primeros 20 días podrá que pagar el 75% de la infracción, es decir, $435.000 pesos.

Cambios que tendrá la medida en 2023

Para el nuevo año los conductores de todos los tipos de transporte automotor de Colombia deberán alistar su bolsillo para hacerle frente al aumento del precio de la RTM acorde al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que, en otras palabras, se tasó acorde a la inflación del país que hubo el año anterior.

Así las cosas, el aumento será del 13,12 %, según cifras publicadas por el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), dejando el precio base en los CDA de 258.084 pesos para vehículos particulares, 175.892 pesos para motocicletas y 389.394 pesos para vehículos pesados; también dependerá de la ciudad y antigüedad del vehículo en que se realiza el trámite.

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Ahora bien, como informó este periódico el pasado 18 de enero, una nueva polémica azota el sector de transporte en el país por la expedición de la Ley 2283 de 2023, la cual obliga a los Centros de Diagnóstico a otorgar, sin cargo extra, un seguro de daños materiales a vehículos particulares a quienes realicen su revisión técnico mecánica.

Este seguro deberá tener un valor asegurado mínimo de 15 salarios mínimos legales mensuales vigentes (Smlmv) para vehículos de servicio particular y 7 Smlmv para motocicletas y similares.

¿Es machista el diseño de los automóviles? Foto:iStock

Orígen de la RTM

Según el libro “LA INSPECCIÓN TÉCNICA VEHICULAR EN COLOMBIA”, citado en un texto de la Asosiación de Centros de Diagnóstico Automotor, el país antes de la década del 70 no tenía una regulación nacional que le hiciera seguimiento al mantenimiento de los vehículos.

Para servicios públicos y motos, debe realizarse este trámite por primera vez a los dos años de haber sido expedida la matrícula

El decreto 1344 de 1970 fue el pionero en este tipo de obligaciones: “Se requería que para expedir la licencia de tránsito a un vehículo nuevo, la autoridad de tránsito debía ordenar la revisión del vehículo por técnicos designados como peritos para llevar a cabo esa revisión que buscaba establecer las condiciones de seguridad e higiene de los vehículos”, expresa el texto.

“Era responsabilidad de los Organismos de Tránsito del país quienes lo hacían directamente o a través de centros de servicio automotriz autorizados y, posteriormente, de centros de diagnóstico automotor que comenzaron a utilizar equipos especializados para llevar a cabo la inspección”, acota el texto.

Desde entonces se iniciaron una seguidilla de regulaciones que le dieron vida a lo que hoy está constituido en el Ministerio de Transporte. La tecnomecánica se da entonces como normatividad regida por el Decreto 019 de 2012 y las resoluciones 3500 de 2005 y 2200 de 2006 de los ministerios de Medio Ambiente y Transporte, haciendo de esta revisión obligatoria para poder circular en el país.

Desde ese año, la obligación debe realizarse, para transporte particular, después de los primeros seis años de haber comprado el vehículo (nuevo), luego deberá hacerla anualmente. Para servicios públicos y motos, debe realizarse este trámite por primera vez a los dos años de haber sido expedida la matrícula, y luego anualmente, según los estipulado en el decreto 019 del 2012 (Ley Anti-trámites).