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¿Qué hacen y para qué sirven los sensores o microprocesadores en un carro?
En un carro de gama media puede haber unos 3.000 microprocesadores, y solo en el motor unos 70.
El sistema electrónico del automóvil se encarga de avisar a través de los llamados ‘testigos’ encendiendo la alerta en el tablero. Foto: Archivo EL TIEMPO
Hasta hace unos 30 años un automóvil tenía en promedio unos cinco sensores. Hoy esa cifra puede llegar a los tres 3.000, y solo en el motor hay unos 70. Estos ‘vigilan’ desde el inflado de las llantas, el nivel del aceite, el funcionamiento de la máquina, y hasta velan por la seguridad y confort de los ocupantes de un vehículo.
Básicamente son transmisores que informan al computador del funcionamiento de los diferentes componentes del vehículo. Esa información -sea física o química, como los grados de temperatura, la cantidad de gases de escape, o las revoluciones del motor- la convierten en datos que se envían al computador.
Esos datos recibidos, el computador los mide por su intensidad, frecuencia, intensidad o duración, con una alta precisión. Según la lectura de estos parámetros, se contrastan de acuerdo al reglaje o set up establecido originalmente.
Esa información se genera cuando el motor está en marcha y son almacenados para luego detectar si hay algún cambio significativo en el reglaje. Si es así, el sistema electrónico del automóvil se encarga de avisar a través de los llamados ‘testigos’ encendiendo la alerta en el tablero.
Esto permite tomar las medidas oportunas para prevenir o contrarrestar una falla, gracias a los actuadores, que son un complemento de los sensores. Es decir, los primeros alertan y los segundos corrigen, como en el caso del sensor de la temperatura refrigerante, que varía los tiempos de apertura de los inyectores en función de los grados a los que esté expuesto el motor.
Otro ejemplo más sencillo de entender es el de los sensores de lluvia, estos ‘alertan’ cuando caen las primeras gotas de agua al parabrisas y de inmediato el actuador ejecuta la orden de accionar las plumillas.
Los carros modernos tienen al menos unos 70 microprocesadores en sus motores. Foto:Archivo particular
Los sensores advierten las fallas y emiten alertas sonoras o visuales al conductor. Foto:Archivo EL TIEMPO
Clasificación de los sensores
Aunque hay una gran variable de clasificaciones, de manera general estos se dividen en dos categorías: según su función y según la señal de salida emitida. En el primer caso, están los sensores destinados a tareas de mando y regulación, como el ABS que gracias al control que ejerce sobre la frenada evita que las ruedas se bloqueen manteniendo funcional la dirección. Los de seguridad, como los de los sistemas antirrobo; y los sensores para la ‘vigilancia’ del estado del vehículo como mantenimiento, cambios de aceite o presión de inflado de las llantas.
En la segunda categoría están los que se clasifican por su señal de salida. Los de señal analógica, como la del caudalímetro que mide flujos de líquidos o aire, como por ejemplo, la presión del turbo o la temperatura del motor.
También están los de señal digital, que indica la conexión o desconexión de determinados elementos, como los impulsos de las revoluciones del sensor Hall. Y los de señal pulsatoria, como los inductivos que informan del número de revoluciones.