Desde los países más avanzados hasta las naciones en desarrollo, la inflación ha venido marcando niveles no vistos en varios años, siendo los alimentos y los precios de la energía (básicamente en Europa) los causantes de esta ola alcista.
Por ejemplo, en los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), la inflación interanual subió hasta el 7,7 por ciento en febrero pasado, subiendo más de cuatro veces y media en comparación con el mismo período del año pasado, cuando se ubicó en 1,7 por ciento anual.
Con ello, según el organismo, la inflación de sus países tocó su nivel más alto desde diciembre de 1990 y, además de los precios de la energía, los precios de los alimentos mostraron un aumento notable, siendo uno de los factores de coyuntura que más preocupan ahora, por las posibles implicaciones de la guerra entre Rusia y Ucrania para el abastecimiento normal de insumos agrícolas, ya que estos dos países tienen una importante cuota de mercado.
Por ejemplo, en Estados Unidos, en el acumulado de los 12 meses, la inflación alcanzó el 7,9 por ciento en febrero, el registro más alto desde finales de enero de 1982, y hay expectativa sobre el dato de marzo, que debe conocerse en los próximos días.
Y si en la primera potencia mundial llueve, en el resto de países tampoco escampa, ya que para la zona euro existe una estimación de 7,5 por ciento al corte de marzo, por parte de la firma Eusostat, lo cual llevaría al IPC del bloque económico a su nivel más alto desde 1997.
Similar situación se observa en Turquía, país en el que el último año terminado en marzo la variación de los precios fue del 61,14 por ciento, en tanto que en Rusia se ubicó en el 16,7 por ciento anual.
Por el lado de América Latina, en Venezuela, donde no hay reportes oficiales, la estimación más reciente la hizo el Observatorio Venezolano de Finanzas, que calculó que a marzo la inflación anual habría llegado al 251 por ciento.
Otro país donde los precios siguen desbordados es Argentina, en el que la inflación anualizada llegó a 52,3 por ciento en marzo, e incluso en Chile está por encima de Colombia, ya que mientras en ese país en el primer trimestre la variación anualizada fue del 9,4 por ciento, en nuestro país cerró en 8,53 por ciento, según el Dane.
Entre tanto, en Brasil el indicador a marzo llegó al 11,3 por ciento, mostrando su nivel más alto de los últimos 18 años, según las estadísticas oficiales, y en Perú el indicador a marzo cerró en 6,82 por ciento.
Alerta de la FAO
Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prendió las alarmas porque los precios de los alimentos en el mundo alcanzaron en marzo su mayor nivel desde 1990 por el encarecimiento de los aceites vegetales y de los cereales, estos últimos “en gran medida” a causa de la guerra en Ucrania.
El índice de los precios de los alimentos del organismo se situó en marzo de 2022 en 159,3 puntos, un 12,6 por ciento más que en febrero, lo que lo situó en un nuevo pico máximo desde su creación, en 1990.
La FAO explicó que este aumento obedece al encarecimiento de los aceites vegetales, las carnes o los cereales, pero también del azúcar y de los productos lácteos.
En el reporte, la entidad hizo una mención especial por la situación de los cereales debido a la guerra desatada el 24 de febrero por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, toda vez que ambos países son grandes exportadores de trigo, cebada o maíz, además de vender conjuntamente el 52 por ciento del aceite de girasol.
Así, el índice de precios de los cereales de la FAO se ubicó en marzo en un promedio de 170,1 puntos, un 17,1 por ciento por encima del al mes anterior, el mayor nivel de la serie histórica, iniciada en 1990.
El índice del valor de los aceites vegetales marcó un nuevo “récord” al subir un 23,2 por ciento por el encarecimiento del aceite de girasol, palma, soja y colza. En el aceite de soja, la FAO explicó que su precio creció por “la preocupación acerca de una disminución de las disponibilidades exportables en América del Sur”.
La guerra ucraniana también pesa en el índice de precios de la carne, en otro máximo histórico, al subir un 4,8 por ciento en marzo.
En concreto, los precios internacionales de la carne de aves de corral aumentaron por la disminución de los suministros en los principales países exportadores tras los brotes de gripe aviar y por la imposibilidad de Ucrania de exportar carne de estas aves.
La carne de cerdo registró el aumento mensual más fuerte desde 1995 por la escasez de la oferta de cerdos en Europa occidental y por una subida repentina de la demanda interna con motivo de las próximas festividades de Pascua.
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