Firmas colombianas recortan terreno a las extranjeras en el negocio de distribución al por menor de lubricantes para vehículos.
Altipal acaba de suscribir un contrato con Shell Markets (Middle East), el cual le permite establecer su propia red de distribución de lubricantes de esa marca y firmar convenios con los concesionarios nuevos y antiguos.
De esta manera, Shell, que es de origen anglo-holandés y en el 2006 se retiró del negocio de distribución, al vender a
Petrobras Colombia las estaciones de servicios proveedoras de gasolina, dejará de participar también directamente en el mercado local de lubricantes.
“No hay ningún efecto en los consumidores, lo que hicimos fue cambiar nuestro modelo de negocio en el país, para que la compañía siga siendo competitiva”, dijo Shell Colombia.
La firma agrega que se trata de un cambio en el modelo, de la venta directa al de macrodistribuidor.
“Los productos seguirán llegando a todo el país, simplemente a través de otra estructura que esperemos sea más eficiente y flexible”, explicó.
Altipal, cuyas ventas anuales superan los 830.000 millones de pesos, se creó en 1969 como un sueño de la pareja de origen antioqueño Nubia Hoyos y Alfonso Palacio, quienes abrieron una tienda en Apartadó, Antioquia. Unos años más tarde se unió a la sociedad Tiberio, hermano de Alfonso.
La compañía se enfoca en la comercialización de productos de consumo masivo, como alimentos, al canal tradicional (tiendas), negocio por el que es más conocida. En 1980, la compañía abrió sucursales en Turbo y Medellín. En 1993 comenzó operaciones en Bogotá.
Al inicio de este siglo, firmó otras alianzas para los negocios en Bogotá e inauguró sedes en Pereira, Ibagué, Tunja y Villavicencio; en el 2004 ingresó a la categoría de licores; y en el 2008, a la de cervezas.
A partir de ese año también puso a andar la fusión de sus sucursales con el fin de agruparlas bajo una sola razón social (Altipal).
Mercado cambiante
El acuerdo entre Altipal y Shell no es el único que está en medio de los cambios de modelo de negocios de lubricantes de algunas multinacionales.
Aunque la chilena revenderá las estaciones de servicio porque quedaría en una posición restrictiva en el mercado, aspira a quedarse con el componente de lubricantes.
Por ello, las expectativas de ExxonMobil, en lo que respecta a Colombia, también es enfocarse en la exploración de hidrocarburos.
Según el Dane, la demanda anual de lubricantes es de 1,5 millones de barriles, mientras que las exportaciones –según el portal www.losdatos.com– suman 260.000 barriles.
De estos volúmenes, según se deduce de declaraciones recientes de Lorenzo Gazmuri, presidente de la junta directiva de Terpel, si esta compañía se integrara con el negocio de Mobil, tendría el 41 por ciento del mercado de lubricantes. Por su lado, Shell, a través de Altipal, alcanza una participación del 11 por ciento.
En los últimos años, han ingresado al negocio en Colombia marcas e importadores como Coéxito, Castrol, Motul, Elf, Repsol, GS Oil y Petronas, que les han hecho competencia, motivadas por cambios en los hábitos de consumo.
“La venta de cerca de 600.000 motocicletas al año y la presencia de más marcas de vehículos que sugieren el uso de lubricantes aumenta el consumo y permite la entrada de nuevas marcas de este producto”, dice el gerente de www.losdatos.com, Luis Naranjo Ojeda.
La posible venta de las estaciones de servicio de Petrobras y su respectiva unidad de lubricantes es otro negocio que moverá el segmento los próximos meses.
También se estima que en el país están en marcha 3,5 millones de vehículos e igual número de motocicletas, mercado objetivo suficientemente grande para que las multinacionales y las firmas locales sigan apostándole al negocio.
ROLANDO LOZANO GARZÓN
Redacción Economía y Negocios