Preocupados por los bajos precios, arroceros envían una carta a la ministra de Agricultura para que el Gobierno conceda el incentivo al almacenamiento

Los presidentes de 19 Comités Arroceros del país le enviaron una carta a la nueva ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, en la que le piden aplicar el incentivo al almacenamiento en medio de la coyuntura de disminución de precios que se viene experimentado, situación que les causa preocupación porque esta semana comienza la cosecha grande del segundo semestre que se extenderá hasta octubre.

“Los precios que se están pagando en las diferentes regiones del país están significando pérdidas. Por un lado, los rendimientos han sido afectados por la severidad de las altas temperaturas en el primer semestre y, por el otro, no hay a la fecha el incentivo de almacenamiento como herramienta alrededor de la cual se puede acordar un precio mínimo de compra, como había existido de manera histórica”, dice el documento.

Hay que recordar que este incentivo es un instrumento de política del sector arrocero que se viene implementando desde 1997. Su función es sacar de mercado el excedente temporal de arroz que se genera y comercializarlo en el primer semestre del siguiente año cuando los inventarios disminuyen.

Según explica el gremio Fedearroz, el Gobierno destinaba recursos para asumir parte de los costos del almacenamiento a cambio de que el precio pagado al agricultor por el arroz paddy verde estuviera dentro de una franja para evitar que el costo de la estacionalidad de la cosecha lo asumiera el productor y se garantizara así el abastecimiento al consumidor durante la época deficitaria.

“Es importante tener en cuenta que si bien se inicia una cosecha grande los inventarios de arroz que tienen los molinos apenas alcanzan para un mes de consumo y es por ello que la producción estará ajustada a cubrir con normalidad la demanda nacional y a guardar los excedentes temporales que requerirá el país para el consumo del primer semestre del 2025”, se puede leer en la carta.

Por ello, indican que de no existir el incentivo al almacenamiento, al menos para los productores, serán los agricultores quienes asuman con precios más bajos el costo en que incurra la industria para almacenar el arroz que deberá guardarse en el país durante algunos meses.

“Consideramos injusto que nuestro esfuerzo y el trabajo de tantos años se vean comprometidos, tanto por decisiones empresariales como por la ausencia de políticas gubernamentales, que ponen en riesgo el sustento de miles de familias en todo el país”, aseveran.

Al contrario, de existir esta ayuda gubernamental, dicen que se evitaría que los productores se vean obligados a vender el arroz a precios que no cubren los costos de producción.