Que haya 315.000 viviendas nuevas prevendidas en Colombia en momentos de expectativa e incertidumbre para la economía es un hecho sin precedentes y un mensaje contundente de la confianza que tienen las familias y los constructores en la industria edificadora del país.
Este dato de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) fue revelado en días pasados durante el congreso nacional del gremio en el cual, de todas formas, los empresarios convocados volvieron a llamar la atención sobre el impacto que han generado los precios de los insumos, especialmente los aceros y las mallas que tienen una demanda alta porque son claves para el desarrollo de los proyectos.
En la columna que escribí el 2 de agosto,
Las cifras de la vivienda: coincidencias y alertas, traté el tema y, aunque ese llamado sigue vigente, la dinámica de la industria edificadora no parece tener obstáculo que la frene. Por ejemplo, se vendieron 133.419 viviendas nuevas entre enero y julio y, durante el séptimo mes del año, la intención de compra empezó a revertir la tendencia a la baja que se había vuelto recurrente en los reportes de la Encuesta de Opinión del Consumidor de Fedesarrollo.
De hecho, en julio, el indicador de la disposición a comprar vivienda que maneja esta encuesta en Cali, Barranquilla, Bogotá, Medellín y Bucaramanga se ubicó en -2,9 por ciento, que representó un incremento de 21 puntos porcentuales frente al mes anterior y de 28,9 puntos porcentuales respecto a julio del 2020, lo que, sin duda, fue una gran noticia.
A pesar de que no se trata de compras ni negocios inmobiliarios efectivos, significa que la gente desea una vivienda. Por eso, tener un mercado potencial a favor de la inversión es tan importante como cerrar una venta o estar cerca de hacerlo.
Esto, igualmente, motiva a los empresarios, que a las 315.000 viviendas negociadas sobre planos durante los primeros siete meses del año también les sumaron 106.553 unidades nuevas lanzadas y 100.535 que iniciaron obra en el mismo periodo, lo que, de paso, está ligado a la aprobación de las licencias de construcción.
Son números grandes, que, obviamente, también necesitan decisiones contundentes, del mismo tamaño de la confianza que los hogares colombianos demuestran con la disposición a adquirir una casa o un apartamento en un entorno complicado por la pandemia y otros factores que podrían amenazar el mercado.
Por eso, durante la clausura del congreso del gremio edificador, el presidente de la República, Iván Duque, respondió a esa disposición de compradores y constructores con un anuncio que les da un respiro: la prórroga, por doce meses más, de la vigencia de las licencias de construcción que estaban a punto de vencerse; una segunda ampliación que, igualmente, es un mensaje de confianza y respaldo del Gobierno Nacional a los empresarios que han aportado para mantener el ritmo de un sector que estaba pidiendo 'licencia para construir'
GABRIEL E. FLÓREZ G.
Especial para EL TIEMPO
En Twitter: @GabrielFlorezG