El proyecto termoeléctrico La Luna, de generación de energía usando carbón, y que se diseñó con una capacidad 1.125 megavatios, no participará en la subasta de cargo por confiabilidad convocada por el Gobierno para suplir el riesgo de no entrada de Hidroituango.
Así lo confirmó a EL TIEMPO el presidente de la Central Termoeléctrica La Luna, Ricardo Roa, quien señaló que ante la decisión de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) de permitir que en la subasta pudiera participar el proyecto hidroeléctrico, el inversionista internacional, la firma británica Sloan Energy Group, consideró que hubo un trato desigual para estar en la subasta y que no ha condiciones equitativas para estar en el proceso.
De acuerdo con el directivo, el proyecto, cuyas inversiones previstas fueron estimadas en 1.400 millones de dólares, ya cuenta con conexión al Sistema Interconectado Nacional (SIN), así como con licencia ambiental desde julio del 2018, lo que lo ponía en el proceso como un jugador decidido para participar y ofrecer energía firme del cargo por confiabilidad, para el período 2022-2023.
Pero ante una resolución de la Creg, que se presta para varias interpretaciones y que tiene al rojo vivo no solo a esta firma sino a otros inversionistas, el promotor del proyecto tomó la decisión de no participar, lo que priva al país de una inversión multimillonaria y de la posible entrada de un agente que ayude a diversificar las fuentes para la confiabilidad futura en el suministro de energía.
En las subastas de confiabilidad, a través de la Creg, con base en las proyecciones de la Upme, el Gobierno convoca a los agentes para cubrir la demanda futura de energía a través de compromisos de energía firme (confirmada su producción) en un proceso cuyo criterio de adjudicación es el menor precio en el que la oferta cruce la demanda, para asignar una remuneración a cargo de los s, llamada cargo por confiabilidad.
Aunque ante la Upme hay 27 proyectos habilitados para presentar ofertas, con capacidad total de 5.765.2 megavatios, la termoeléctrica La Luna es del de mayor capacidad, con 1.125 megavatios, casi la mitad de la capacidad total final que tendrá Hidroituango, central sobre cuya fecha de entrada en operación aún hay incerditumbres.
Molestia de agentes
En el sector eléctrico hay malestar entre varios agentes, quienes no entienden cómo se pudo ‘premiar’ a un proyecto como Hidroituango, que le incumplió al país con la entrada en operación de su primera fase en diciembre del 2018, dejándole ahora abierta la puerta para entrar a resolver un problema que este mismo originó, no solo de tipo energético sino de riesgo para las comunidades de la zona de influencia.
“Estamos dependiendo de una central para la subasta”, indicó Roa, al llamar la atención en el sentido de que EPM hubiera podido participar, pero con un proyecto diferente a Hidroituango.
“Esto no le da credibilidad ni al planeador (Upme), ni al regulador (Creg) ni al Gobierno, advirtió el directivo.
Y dijo que sin el cargo por confiabilidad el proyecto no hace cierre financiero, mientras que pensando en ir a la subasta, la iniciativa iba tan avanzada que se estaban gestionando los términos del contrato de construcción, procura y puesta en operación, conocido como EPC.
De 27 iniciativas termoeléctricas, La Luna es la de mayor capacidad, con 1.125 megavatios, casi la mitad de la capacidad total final que tendrá Hidroituango en su fase plena.
EL TIEMPO también pudo establecer que otros inversionistas interesados en ofrecer energía en la subasta están evaluando si hacen la oferta ante esta situación, al punto que otros dos proyectos ya habrían tomado la decisión de no participar.
Este miércoles, 13 de febrero, vence el plazo para que los inversionistas interesados presenten sus garantías financieras de seriedad de su oferta, paso clave para quedar habilitados para estar en la subasta.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Subeditor de Economía y Negocios
En Twitter: @omarahu