El miércoles pasado, cuando Viviane Morales anunció que se retiraba de la carrera presidencial, de inmediato en sectores políticos empezó a darse como un hecho que llegaría a la campaña del candidato del Centro Democrático, Iván Duque.
Es más, ese mismo día Duque se apuró a enviarle una carta en la que le propuso una reunión “para dialogar sobre el futuro del país y la necesidad de construir una agenda programática” en la que coincidieran. Y en efecto coincidieron.
El viernes, pocas horas después de conocerse una dura carta del exministro Andrés Felipe Arias, en la que pedía que no se diera esa adhesión, pues prácticamente ella había metido presa a la cúpula uribista, Duque anunció el acuerdo con la exsenadora.
Y este sábado
el expresidente Álvaro Uribe itió
que había “desacuerdos y acuerdos” con Morales. Dijo que si bien tenían algunas diferencias profundas y dolores con decisiones de persecución en la Corte Suprema, la Fiscalía y el Gobierno Nacional, en el último año la exfiscal “encontró coincidencias con sus candidatos” en materia de valores de familia, de evitar el socialismo del siglo XXI y de tener una economía que avance.
Agregó que si bien ella está apoyando a Duque, eso “no obsta para que sigamos en la búsqueda del asilo de Andrés Felipe Arias y de la doble instancia que le han negado a nuestros compañeros condenados”.
Si el asunto se mira a simple vista, habría que decir que los 54.083 votos que Morales obtuvo en 2014, cuando fue elegida al Senado en la lista del Partido Liberal, no son un botín que genere un gran entusiasmo.
Pero lo que sí parece que emocionó a la campaña de los uribistas es el ascendiente que ella tiene sobre algunos sectores cristianos que podrían terminar acompañando a Duque.
“Las iglesias cristianas, casi que por naturaleza, han sido muy cercanas y electoras de Uribe, por eso no es extraña la llegada de ella”, itió el senador por el Centro Democrático José Obdulio Gaviria.
Compromiso
El viernes, luego del acuerdo de adhesión, la exfiscal afirmó que la victoria de Iván Duque garantizará que las libertades, los derechos y las conquistas del pueblo cristiano sean respetados y defendidos a la luz de la Constitución Política y la ley.
El compromiso de Duque, entonces, se centra en apoyar una buena parte de los reclamos que han tenido las iglesias cristianas. Y con eso espera garantizar los votos de los evangélicos.
A Morales la acompañaba el movimiento Colombia Justa Libres, que para las pasadas elecciones a Senado obtuvo cerca de 500.000 votos. Esa cifra sí le llama la atención a cualquier candidato presidencial.
A esto hay que agregar que esa colectividad está apoyada por la mayoría de las denominadas megaiglesias cristianas; es decir, las que más fieles tienen.
Pero el asunto es que ellos todavía no han decidido a quién apoyar, a lo que se suma que hay una gran molestia con Morales, pues ellos eran sus socios políticos y ella decidió adherir a Duque sin avisarles.
“Nos enteramos por los medios de comunicación”, le contó un pastor a EL TIEMPO.
De todas maneras, ese movimiento ha sido muy cercano al Centro Democrático.
Según el pastor Jhon Milton Rodríguez, quien encabezó la lista de Colombia Justa Libres, la decisión se tomará consultando a las bases.
Y en este punto hay que señalar que si bien hay una mayoría que estaría más cerca de Duque, también hay un sector partidario de acompañar a Vargas Lleras. La decisión, según Rodríguez, esperan tomarla el próximo miércoles.
En cualquier caso, si bien los cristianos son un voto que acompaña a sus líderes, los mismos pastores reconocen que la votación se puede repartir. El movimiento como tal se quedaría con Duque, sin que eso implique que todos los fieles se vayan con él.
Los expertos
Para Arlene Tickner, catedrática de la Universidad del Rosario, el Centro Democrático entra en una contradicción al llevar a su campaña a la exfiscal que encarceló a gente clave del uribismo. “Podrán argumentar que estuvo haciendo trabajo, que no hubo persecución política, pero la necesidad electoral en este momento se sobrepone a muchas cosas”, dijo.
Entre tanto, Juan Carlos Rodríguez, catedrático de la Universidad de los Andes, destacó que “fue una alianza obvia”, pues ideológicamente son cercanos y Morales “no encajaría bien con otro candidato, sobre todo en temas de valores morales y religiosos”. Eso sí, itió que “son muy pocos” los votos que ella aportará.
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